La revelación como respuesta a la incógnita del hombre

La revelación como respuesta a la incógnita del hombre

1. Posibilidad y necesidad de la Revelación.

Parece sin sentido objetar a la revelación de Dios pero, ¿Cómo es posible que una experiencia humana porte la presencia de Dios? El problema no está en Dios, sino en el hombre. Los teístas consideran que la revelación de Dios ya ocurrió: La revelación es la naturaleza racional.

Por otro lado, Kant se opone a la revelación de Dios ya que el humano no es capaz de ver la realidad tal y como es, ya que el hombre está atado a una finita realidad cognoscitiva.  L. Wittgenstein la explica como la imposibilidad de sentido de un lenguaje sobre Dios.

La posibilidad de que Dios se revele radica en la capacidad del hombre de sustentar un sentido el cual lo salva.

1. Conceptos de Revelación  y de Palabra.

Relevar es destapar o revelar, a partir de esto podemos establecer que la palabra de Dios revela quien es Dios. Pero para el hombre, la palabra de Dios revela quien es el hombre para Dios, más allá de apariencias.

La revelación nos llama a reconocer nuestra propia verdad, que no estamos fundados en nosotros mismos, es decir, no somos autónomos en nuestra razón de ser. No somos Dios. Al no reconocer en esta inconsistencia caemos en el pecado.

Esta revelación nos pide  abandonar la falsa autonomía y volvernos al único fundamento, Dios.

En cuanto a Palabra, es la “palabra de Dios” o logos (según el nuevo testamento). Este logos nos ofrece más allá de una explicación, una teoría del mundo. Por medio de este logos, el hombre capta el significado del mundo.

1. Revelación natural.

Existen 2 distinciones importantes, entre revelación natural y sobrenatural.

La natural es el conocimiento de Dios logrado con la razón humana a partir de conclusiones sacadas de la naturaleza. Por el otro lado la sobrenatural son conocimiento derivado de la palabra de Dios por medio de la tradición de la iglesia.

La distinción entre revelación natural y sobre natural se explica por “natural” es el conocimiento de Dios que se logra con la razón humana a partir de la naturaleza, en cambio sobrenatural son conocimientos derivados solo de la palabra de dios a través de la escritura y la tradición de la iglesia.       El creyente acepta la revelación sobrenatural porque para el Dios es su creador. Al aceptar  a Dios como Creador, se ve que quien no reconoce a Dios carece de honestidad intelectual. Es decir, reconocer a Dios sin respetarlo acorde a su realidad suprema.                                                                                                       La cuestión es plantearse si el mundo revela o no la existencia de Dios. La tradición católica considera que en la naturaleza hay una revelación, y que podemos razonar de la existencia gracias a las cosas creadas, como por ejemplo los fenómenos naturales.                                                                                           Es aquí el dialogo entre la fe y el ateísmo, la posibilidad de una realidad sin sentido. Es decir,  la posibilidad de que nadie creo todo nuestro alrededor.  

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