La trascendencia del hombre hacia la libertad
Enviado por Nasha Minda • 20 de Septiembre de 2020 • Ensayo • 862 Palabras (4 Páginas) • 91 Visitas
La trascendencia del hombre hacia la libertad
Un camarero sirve a los clientes con excesivo celo, con excesiva amabilidad; asume tanto su papel de camarero que olvida su propia libertad; pierde su propia libertad porque antes de que sea un camarero es una persona y nadie puede identificarse totalmente con un papel social (Sartre).
Con la mala fe el hombre intenta ocultar su propio ser; por esta razón el hombre va a mostrar a un ser que él no es. Varias veces, a la mala fe se la ha confundido con la mentira, y creen que la mala fe y la mentira son sinónimos; esta es una conducta en la que se muestra un engaño hacia nosotros mismos. En muchas ocasiones no entendemos la presencia de la mala fe, o creemos que esta se da de manera inconsciente. Sin embargo, a lo largo del tiempo las personas se han preguntado si existe alguna forma de evitar la mala fe.
Usualmente se dice que alguien actúa de mala fe cuando actúa con una mala intención, pero existe otro sentido para este término. La mala fe no es una mentira, pero es una forma de mentir; existen dos tipos de mentira: lo que Sartre llama la mentira a secas y la mala fe. La “mentira a secas” se trata de engañar a los demás, una persona que miente siempre va a tener la intención de engañar a los otros, y obtener un beneficio a partir de eso. Por otro lado, la mala fe, como lo mencioné anteriormente, es un engaño hacia nosotros mismos; en la mala fe el que dice y el que recibe la mentira es el mismo ser, es decir que no hay dos seres, sino que el mentiroso y el mentido es el mismo ser. Es por esto que es importante no confundir a estos dos términos, de mentira y mala fe.
La mala fe se muestra como una conducta, en la que el ser humano utiliza estrategias para negar la libertad que inevitablemente ya es nuestra, es parte de nosotros. Para poder llevar a cabo esta negación, es necesario que adoptemos apariencias de objetos inertes, y así vamos a parecer cosificados ante nosotros mismos. Y es de esta manera en la que negamos ser responsables de nuestras acciones o de nuestras decisiones, es decir que muchas veces nosotros elegimos no elegir. La mala fe como conducta se muestra en diferentes aspectos de la vida cotidiana, uno de esos es el feminismo. “Lo que aún resulta más grave es que, sin mala fe, no se podría considerar a la mujer únicamente como trabajadora” (Beauvoir, 1949, pág. 25), con esto se explica que las mujeres están subordinadas y que la mala fe existe cuando, por ejemplo, las mujeres aceptan ciertas creencias religiosas de que el hombre es dominante.
El proyecto de la mala fe nos destruye a nosotros mismo, pero de acuerdo con Sartre, la mala fe es una característica de la conciencia humana. Es importante entender que la mala fe no se da de forma inconsciente, sino que es necesario entender su presencia, ya que la mala fe implica la unidad de una conciencia; uno no tiene mala fe, esto no es un estado, sino que la conciencia del hombre es la que se afecta de la mala fe. La persona al engañarse a sí misma, está cometiendo un “pecado” contra su conciencia, y es en este acto en el que la conciencia se distancia del ser que lo integra. Pero cuando el ser escapa de su conciencia, la mala fe produce angustia.
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