Las competencias como medicina para la educación

CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA

MAESTRIA EN EDUCACIÓN 2014 – 2016

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ANÁLISIS DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA

Portafolio

PROFR. RICARDO CAMPOS BOJÓRQUEZ

Las competencias como medicina para la educación enferma

El modelo por competencias ha estado sonando fuerte en los últimos años, desde el discurso político educativo viene siendo un tema ya desgastado por los que tienen el poder, ya que por cambiar el currículo mediante la imposición de conceptos, creen que van a solucionar los problemas de la educación. Por llamar a los propósitos, aprendizajes esperados o por cambiar el enfoque didáctico donde las y los estudiantes desarrollen proyectos y sean capaces de “saber hacer”. ¿A caso con estos cambios llamados reformas los problemas de falta de infraestructura, capacitación docente, rezago y demás problemas se van a solucionar? ¿Nuestros líderes han descubierto la medicina que tanto necesita la adolecente educación? ¿Estos cambios llamados a ser lo mejor que se ha hecho en educación en las últimas décadas es el alivio?

El modelo de competencias se basa en los resultados obtenidos mediante la homogenización de los aprendizajes como conocimientos, habilidades y actitudes para lograr identificar áreas de oportunidad en los y las alumnas, pero… ¿dónde queda la diversidad? de eso no se encargan las competencias, porque quiere que los alumnos y alumnas sean capaces de obtener los mismos resultados de manera estándar para lograr una educación de calidad.

Movilizar los saberes es en lo que está interesado el modelo, esto repercutirá en una formación meramente para el trabajo y no para la persona, aplicar en situaciones de la vida lo que se aprende en la escuela, de nuevo más preparación técnica, la preparación del individuo como un ser de bien, no es tan importante como el ser productivo.

Lo contradictorio en las competencias es que se centran en los procesos de aprendizaje, pero las autoridades educativas evalúan con pruebas objetivas estandarizadas para obtener los tan esperados resultados, yo me pregunto ¿dónde quedan los procesos de un alumno al desarrollar una competencia en estas pruebas?

Si se escucha tan bien “aprender a aprender”, ¿por qué es tan confuso lograrlo en las y los educandos? Por falta de preparación de las y los docentes tal vez, o porque se requiere de un trabajo de evaluación tan complicado que al preguntarle al experto en competencias cómo evaluar te da una lista de instrumentos donde tardarías meses en lograr medir algo que por naturaleza no puede ser medible. Valorar competencias requiere un trabajo de investigación donde se especifiquen las formas de aprendizaje de las y los alumnos, las dificultades que se presentan, además de las adecuaciones para los estilos y problemas de aprendizaje, así como tomar en cuenta el contexto donde se desarrollan y la familia ante todo.

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