Los Mirreyes y su relación con la ostentación

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Los Mirreyes y su relación con la ostentación

        Aristoteles alguna vez menciono que, “La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión”. En su libro Mirreynato, La otra desigualdad, el analista Ricardo Raphael nos relata una de las infecciones más graves que tiene nuestro bello país. Muchas veces se han mencionado las historias y datos de la clase socio-económica baja de México, pero pocas veces se voltea a ver al otro lado, es decir, la clase alta.

Dentro de la clase alta, existe un nuevo fenómeno llamado Mirrey. Los mirreyes, son lo que con anterioridad llamábamos Juniors, hijos de padres acaudalados que simplemente disfrutan de manera ridícula el dinero de sus padres. Gustan por estar siempre a la moda, usar ropa de marca y pagar lo que sea por el mejor de los tragos en los lugares que visitan. El término (mirrey) se refiere a hombres de 15 a 30 años que les gusta presumir, vestir camisas con más de dos botones desabrochados, beber champaña y mostrar el amor que sienten por sus amigos, sin ser necesariamente gays.

El libro nos relata ejemplos de varios hijos de políticos o actuales funcionarios de gobierno que han vivido historias ridículas y llegan a ser a veces hasta mortales. Una de las historias relatadas por Raphael me llamo mucho la atención, ya que fue una noticia a nivel mundial. Un mexicano mirrey, Jorge Alberto López Amores, hijo del procurador de justicia de Chiapas, decidió en plena fiesta en un crucero brincar para hacer que se detuviera el bote. Las consecuencias fueron fatales, nunca fue encontrado el cuerpo y la pregunta es: ¿Fue culpa del chavo por ser impulsivo o del papa que no le dio una correcta educación?

Los Mirreyes son el fruto de padres millonarios sin intención alguna de educar a sus hijos de la manera correcta. Creo que es una ofensa para todos los demás mexicanos que existan chavos que gastan fortunas en los antros más exclusivos de Europa y en los casinos más elitistas que existen. Mientras hay 27.6 millones de mexicanos que pasan pobreza alimenticia según la INEGI, es muy desgastante saber que en el mismo país hay gente que gasta miles y miles de pesos en cosas materiales así como en la diversión. No es posible que millones de personas no tengan una comida segura al día, pero otros se dan el lujo de firmar una cuenta de cincuenta mil euros en un fin de semana. La desigualdad e impunidad son sinónimos de los mirreyes y el país requiere un cambio.

Este grupo de jóvenes piensa que su papa los va a sacar siempre de los problemas aunque estén en el extranjero, eso los lleva a pensar que son libres para hacer lo que les dé la gana. Pienso que son un mal que existe en el país y que debemos erradicar este fenómeno social que se está convirtiendo en un imperio. Cada día más “Mirreyes” están naciendo y cada vez hay menos gente de bien que busque el bien común y no solo el personal.

El autor señala que para derrocar al Mirreynato sería necesario imponer vergüenza sobre los prepotentes, los burladores de la legalidad, los ladrones de recurso público, los custodios del cierre social y señalar a los peces más grandes cargando todos estos vicios sin que paguen por las consecuencias de sus actos. Al momento que se acabe la impunidad y la corrupción entonces llegara la verdadera democracia.

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