Los cuatro acuerdos. nos ayudan y enseñan a ser mejores,

Don Miguel Ruiz nació y se crio en México. Su madre fue una mujer de fe y su padre fue un Shaman. Realizó sus estudios en una universidad convencional y se desempeñó como médico cirujano por varios años. Después de sufrir un accidente automovilístico decidió volver a sus prácticas en el shamanismo las cuales aprendió de su padre. Don Miguel Ruiz sobrevivió un ataque cardiaco en el año 2002 y a partir de ese momento sus enseñanzas se popularizaron mundialmente.

Vivimos en un sueño, un mundo soñado, donde todo lo que hacemos viene por las enseñanzas de nuestros padres, a los que les enseñaron sus padres, y así, hasta llegar al principio del mundo, y estas las asumimos casi sin cuestionarlas, porque creemos que están bien, nosotros no escogimos vivir este sueño, pero lo aceptamos, tanto así que nos auto controlamos, solamente para poder seguir haciendo parte de esta sociedad. Todo esto es lo que lleva Miguel a hablar de los cuatro acuerdos, acuerdos que uno viene del otro, que no se cuestionan, solo se siguen.

El primer acuerdo que nos plantea el autor, es el de ser impecables con las palabras, estas, son lo más poderoso que existe, considerado un instrumento “mágico”, pues según Miguel, estas te pueden liberar o condenar, las palabras tienen tanto poder que pueden cambiar la mundo en un segundo, pero debemos saber que tenemos que ser cautelosos a la hora de usarlas, pues pueden ser arma de doble filo, así como tú le puedes estar diciendo algo malo a una persona, inclusiva puede que no se lo estés diciendo a esa persona, sino a ti mismo, y aunque no lo hagan, pueden atacar a terceros.

Los siguientes tres acuerdos se derivan del primero, el segundo es no te tomes nada personal, debemos entender que el mundo no gira alrededor de nosotros, y que no todo lo que se diga es para nosotros, cada uno debe saber quién es y que puede hacer, este acuerdo nos enseña a no ser egoístas y menos, a creernos el centro del mundo, también es importante decir que cada persona no se conoce completamente, por lo que tampoco debemos dejarnos llevar por nuestros pensamientos y comentarios a nosotros mismos. No debemos darle tanta importancia a lo que nos dicen, porque puede que esa persona haya sido lastimada antes y se quiera desquitar con nosotros, y no es que realmente piense lo que esté diciendo, son palabras de momento.  

El tercer acuerdo es no hacer suposiciones, al hacer suposiciones nos estamos condicionado a creer en algo que no sabemos si es verdad o no, por esto en este acuerdo Miguel nos dice que antes de crearnos historias en nuestra cabeza, y de lastimar o lastimarnos, preguntemos y aclaremos dudas, pues podemos estar cayendo en el error más grande que comete el ser humano y es el de dejarse llevar por comentarios o chismes que pueden no ser verídicos.

Y el cuarto y último acuerdo es el de hacer siempre el máximo que puedas, este se refiere a la realización de los tres primeros: haz siempre tú mejor esfuerzo. Bajo cualquier circunstancia, haz siempre tu máximo esfuerzo, ni más ni menos. Pero piensa que eso va a variar de un momento a otro. Todas las cosas están vivas y cambian continuamente, de modo que, en ocasiones, lo máximo que podrás hacer tendrá una gran calidad, y en otras no será tan bueno. Sin embargo es importante dar lo mejor de ti, para que en ningún momento tengas el remordimiento de no haberlo intentado.

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