MAX SCHELER Y EL VALOR COMO MATERIA DE LA ÉTICA

MAX SCHELER Y EL VALOR COMO MATERIA DE LA ÉTICA

En la actualidad vivimos en un mundo donde el acto de conciencia moral se va perdiendo poco a poco, donde cada vez los actos cometidos por el hombre sean buenos o malos, no son juzgados por sí mismos, simplemente no los toman en cuenta; es decir, no les dan valor. Por ende, los valores hoy en día ya no son vistos como “algo” esencial en el hombre, pues este ha olvidado el vivir de forma virtuosa. Ante ello, el muy reconocido, mencionado y contemporáneo filósofo Max Scheler, en unas de sus obras “El formalismo en la ética y la ética material del valor”, propone un nuevo estilo de ética, la cual debe apoyarse en la experiencia para estudiar su objeto, que es el bien y el mal moral; es decir, propone construir un nuevo “ethos” que de sentido a la vida humana, lo cual cree encontrarlo en un nuevo tipo de objetividades como son los valores, pero no cualquier valor, sino los valores morales, mencionando que este no depende de uno mismo, sino de la importancia que se le dé; es decir, con el sentido y práctica que cada hombre le dé a este, perdiendo su valor de universalidad. De esta manera, en el siguiente texto se explicará el planteamiento de Scheler mostrando ciertas posturas, por parte del estudiante universitario, respecto a este.

Los valores son esencias que todo hombre percibe de manera inmediata y sin conceptualizar, dándoles una jerarquía en cuanto son necesarios para sus vidas. Asimismo, Scheler; gracias a su estudio de los fenómenos emocionales, realizado por la fenomenología, piensa que los valores se nos hacen presentes o los captamos mediante la percepción sentimental; es decir, a través de una intuición emotiva, con lo cual, estos no son conocidos mediante la inteligencia, sino mediante el sentimiento, ya que estos no pueden ser separados de la experiencia emocional. Por ello, que cada valor va a tener cierta importancia en cada hombre, como por ejemplo, la puntualidad en una persona puede ser más primordial que en otra; dicho de otra manera, para una persona llegar temprano o a la hora pactada ya sea a la escuela, universidad, trabajo o alguna cita es de suma importancia, mientras que para otra no, pues si se demora unos diez o quince minutos es lo mismo; sin embargo, la que ve con menor importancia la puntualidad puede considerar como algo fundamental la solidaridad u algún otro valor.

En este sentido, apoyo la idea del autor, ya que en mi opinión el hombre como menciona Scheler, es el único responsable de regir cuan indispensables, importantes o vitales son los valores en su vida de acuerdo a su pensar, sentir y actuar; dado que todos no somos iguales, ni percibimos la realidad o entorno de la misma manera, pues cada persona es educada o tiene diferente cultura. Es por ello, que cuando este se reconoce, se decide con el sentimiento, con su persona y subjetividad la importancia que tiene en sí mismo. Es decir, cada quien, desde su punto de vista jerárquico, le da al valor un lugar que le corresponde.

Por otro lado, es preciso mencionar que el autor está de acuerdo con Kant en la medida que acepta que la moral no debe buscar una finalidad, no debe ser una moral interesada, pues de esta manera, se podrá basar, según la crítica kantiana, en la ética de bienes y de fines, teniendo en cuenta que para Scheler es la ética de los valores. Asimismo, ambos filósofos, como se menciona en la lectura, buscan elevar la ética de la categoría de saber científico. Pues para Scheler la ciencia no es tal si sólo es formal, sino que debe tener un objeto esencial de estudio. Asimismo, este refuta la idea de Kant en la que se menciona que primero es el deber, que este está por encima de todo; es decir, el desarrollo formalista de la ética. Planteando que la ética tiene que aludir sobre los valores antes que sobre el deber; así  primero son los valores, en este caso el valor moral, pues existen otros valores como los sensibles, vitales, espirituales, sociales y religiosos.

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