Neorrealismo, Neoliberalismo y Republicanismo

Neorrealismo, Neoliberalismo y Republicanismo

En los últimos veinte años el viejo liberalismo, ahora nuevo o neoliberalismo, fue adoptado por las élites gobernantes. y por economistas; lo que sucedió unos años antes, cuando el liberalismo clásico del siglo XIX, para dar prioridad a un proteccionista e intervencionista por parte del Estado. Junto con lo viejo y lo nuevo el liberalismo económico es la orientación monetarista; son siameses, ya que han asumido los neoliberales, en la lucha contra las subidas de precios del siglo XIX y la inflación moderna, una política de ralentización de la tasa de crecimiento de la oferta monetario. A mediados del siglo, los intervencionistas de tipo keynesiano crearon una política fiscal, que consistía en despreciar la utilidad de la política monetaria y regular la mano invisible.

Por lo tanto, este trabajo trata sobre el desarrollo reciente de una tradición neo republicano que se presenta como una alternativa a la hegemonía actual del liberalismo ofrece un excelente ejemplo de apreciar cómo se conectan los discursos pasado y presente, y los problemas causa esta relación. Porque cuando vas al pasado, a una tradición "derrotada" políticamente, no solo como parte de un estudio histórico que quiere profundizar en los discursos que tuvieron lugar y que chocó en un cierto período, sino porque se considera que contribuye a algo quien puede ayudarnos a criticar presente, e incluso como inspiración para políticas públicas de los gobiernos actuales.

 En el proceso de división entre estudiantes de economía, Marx encuentra siempre como figura central en la investigación que en algún momento y por circunstancias específicas se declaró partidario del libre comercio inglés a mediados de siglo. XIX; él mismo, en su detallado trabajo sobre el dinero, estuvo de acuerdo con la posición cuantitativo, con respecto al sistema de papel moneda. Un autor del cual, parecería su no partidismo con el libre comercio y el monetarismo, porque ambas corrientes, en hoy en día y en nuestros campos se les cataloga como conservadores y de derecha. Sin embargo, Marx no debería ser clasificado como proteccionista, que tampoco lo era. Nunca fue militante de cualquiera de estas corrientes, pero revolucionario y científico que comprendía el necesidad y utilidad de los mismos en condiciones concretas, y así lo expone en su trabajo. (Rodríguez Vargas, pág. 79)

Por otro lado, los liberales, conscientes de la necesidad de reformar el sistema para desarrollarlo sobre una nueva base, renuncian a las ideas con las que fueron educados y, a su vez, educados; No fue sin dificultad que se adoptaron nuevas ideas, ideas revolucionarias para su época. En pocos años, la heterodoxia se convirtió en una política de gobierno que, con el tiempo, agotaría su utilidad y funcionalidad, solo para ser reemplazada por viejas ideas bajo nuevas condiciones. La espiral de ideas y políticas continúa su curso interminable. Es una lección, y nada menos: las ideas no mueren, simplemente están fuera de lugar. Realidad Los intereses específicos y los de las clases dominantes determinan su reaparición.

Los orígenes de la tradición realista se remontan a la antigua Grecia y la antigua India y tiene sus principales representantes en Maquiavelo y Thomas Hobbes. Pero el desarrollo del realismo como teoría con enunciados explicativos de la realidad internacional tuvo lugar en el marco de la Guerra Fría. Celestino del Arenal resumió así las principales características de la política del realismo como corriente teórica.

En este sentido, podemos decir que este debate nos obliga a reflexionar sobre aspectos metodológicos de la teoría política, cuyas conclusiones aún no se han extraído, pero que en última instancia implican preguntarnos si la preocupación por el rigor metodológico tiene sentido o si tiene sentido. se trata simplemente de construir discursos. legitimadores apoyados por la selección ad hoc de autores y definiciones conceptuales. No es este el lugar para abordar una reflexión tan ambiciosa, pero, sin duda, estas preguntas son las que queremos plantear a continuación, presentando un análisis de la repercusión de las ideas republicanas en el pensamiento contemporáneo, centrado principalmente en sobre las consecuencias políticas del debate conceptual en torno a la libertad.

La revisión que se ha realizado durante las últimas décadas de ciertos pensadores como Maquiavelo o del debate político que tuvo lugar durante las revoluciones inglesa y norteamericana, ha ayudado a identificar una tradición republicana característica, que se presenta, en principio, como claramente diferenciado. de la tradición liberal. Esto nos obligó a identificar algunas características comunes en el pensamiento de estos autores, dejando de lado sus evidentes diferencias. Y la genealogía resultante no está exenta de contradicciones, lo que dio lugar a una animada discusión sobre la pertenencia de cada uno de ellos a una u otra tradición. En realidad, los elementos "comunes" que dan su particularidad a la tradición republicana permiten diseñar genealogías muy variadas, a menudo formadas por pensadores que ofrecen las definiciones más precisas de conceptos considerados básicos, pero que aparecen paradójicamente como los campeones de las dos tradiciones. . Así, clásicos del liberalismo como Locke, Montesquieu, Madison o Tocqueville acaban siendo reivindicados tanto por tradiciones republicanas como liberales, mientras que otros como Rousseau, que tradicionalmente había sido la bandera del republicanismo, no lo son. , o algunas veces están calificados. demasiado populista.

Conceptos de libertad

Se podría entonces afirmar que el elemento que parece caracterizar verdaderamente a la tradición sería la exigencia de un concepto de libertad definido como no dominación que legitime una mayor intervención del Estado, precisamente para el asegurar. La asunción de este concepto específico de libertad, supuestamente ignorado en los debates sobre libertad que se centran en conceptos negativos y positivos, sería entonces el sello distintivo del republicanismo.

La libertad republicana tiende a presentarse en muchas versiones como un tercer concepto de libertad que no encaja en la famosa dicotomía de la libertad negativa / positiva de Berlín, y que sería una gran alternativa, ya que proporcionaría un principio inspirador de arreglos institucionales y decisiones políticas que romperían la hegemonía de la libertad negativa defendida por la tradición liberal. Por ello, a la hora de desarrollar este debate sobre la libertad, la referencia obligada es la descripción de los dos conceptos de libertad popularizados por I. Berlin a principios de los años sesenta.

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