¿Por qué existe algo y no más bien la nada?

¿Por qué existe algo y no más bien la nada?

Esta es la gran pregunta de la existencia. El punto de partida de cualquier explicación a las interrogantes sobre lo que nos rodea, incluyendo al ser humano. A medida que pasaron los años, muchos intentaron responder esta pregunta, así como también criticarla. El propósito de este ensayo será analizar todas esas posibles respuestas que los filósofos han dado y sus respectivas críticas.

En la filosofía antigua, los naturalistas, quienes definían la realidad como algo objetivo (que existe), remitieron a los elementos naturales para justificar la existencia de todo; lo cual fue un gran aporte al estudio metafísico ya que proponía explicaciones apegadas a lo real. Los naturalistas consideran a la naturaleza como el principio de todo, y excluye cualquier otra explicación ajena a agentes meramente sobrenaturales. Algunos dijeron que el principio de todo era el agua, otros que el aire, otros afirmaron que el principio debía ser cuantitativamente infinito y cualitativamente infinito (Apeiron) y otros dijeron que el principio de todo fue un átomo que no podía ni unirse ni separarse. Estas teorías naturalistas dieron paso a la crítica de los sofistas.

Los sofistas dan la primera crítica a la metafísica antigua. Esto surge porque los sofistas pensaban que la realidad si dependía del sujeto, por lo que se puede decir que no es objetiva. Específicamente Protágoras desde el relativismo propone la homomensura, donde afirma que el hombre es la medida de todas las cosas en tanto que son y no son, por lo que el ser es una creación subjetiva, no objetiva. Otra crítica importante la dio Gorgias desde el Nihilismo, planteando la retórica. Este dijo que nada existe, ni siquiera el ser y en el caso de que el ser existiese no podría ser cognoscible y si fuera pensable, sería inexpresable. Por esto, en el Nihilismo el lenguaje es la medida de todas las cosas y se niega el ser por completo.

En este ensayo también debemos analizar lo que los próceres de la filosofía dijeron de la metafísica. Para Platón, las ideas; las cuales son preexistentes, inteligibles, suprasensibles, eternas e inmateriales; son la causa de todo y hacen parte del mundo suprasensible. Todo esto hace parte del Dualismo.

Aristóteles decide ir en contra de todo lo que plantea Platón. Aristóteles dice que la causa de todas las cosas son cuatro: La material, la formal, la eficiente y la final. Además, Aristóteles afirma que el ser es substancia; y hay dos tipos de substancias: La de los accidentes, que dice que la substancia es el único elemento autónomo; y la substancia en acto y potencia. La potencia es la posibilidad de ser y el acto es la realización de esa posibilidad. Aristóteles termina volviendo a las teorías naturalistas, afirmando que lo que dijeron los naturalistas, unido a lo que dijeron los sofistas, era correcto, pero no por separado.

Si analizamos la postura objetivista, no podemos dejar por fuera la filosofía medieval con las posturas de San Agustín, San Anselmo, Santo Tomás de Aquino, entre otros. A diferencia de lo que había ocurrido con la filosofía griega, que había centrado su reflexión en torno a la determinación del objeto, la filosofía medieval centrará su interés en Dios. San Agustín habla de la metafísica de la integridad (ser, conocimiento y amor), así como de Dios. Este Dios es el ser que crea de la nada, además de ser perfecto; su esencia es su existencia, por lo que es un ser necesario. Podemos notar que San Agustín se remite a Aristóteles para decir que Dios está en acto, debido a que Él es el que pone las semillas de todas las cosas. San Anselmo dice que Dios es aquello de lo cual nada más grande se puede pensar ya que, como San Agustín, San Anselmo dice que Dios es perfecto, por ende existe. El ser siempre proviene de algo, no de la nada. El Aposteriori es el efecto a la causa y el Apriori es el argumento ontológico griego. Afirma que Dios es la grandeza y la perfección primera, así como es sumo bien. Santo Tonás de Aquino también realiza un aporte importante, afirmando que Dios crea, por lo tanto es y que Dios es la forma original y el hombre es la forma derivada. Dios es perfecto y en la criatura el ser el acto que actualiza su esencia.

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