Que es el bien y que es el mal.

¿Qué es el bien y qué es el mal?

El bien y el mal son palabras o conceptos que son percibidos como una dualidad, que aunque es coexistente, es también opuesta. Ahora bien, según lo anterior podemos inferir que el bien aparece cuando algo conviene al individuo, cuando es algo que mantiene la armonía y conlleva a la felicidad; el mal, por el contrario, es una clara expresión de lo que a esta dilogía se refiere, es decir, el contrapunto que da el equilibrio.

De acuerdo a lo anterior, el bien y el mal son cuestiones de egoísmo, el mal justifica nuestros errores, defectos, envidia. El bien y el mal están sujetos a constantes cambios que sufren debido a que, una cosa puede ser determinada como buena o correcta; inversamente, si se toma desde otro punto de vista puede que esté mal, los individuos pueden diferir de ello inevitablemente.

Con esto en mente, podemos establecer que estos términos únicamente sirven para justificar y condenar nuestros pensamientos, es el uso que hacemos de las cosas lo que determina las características de algo bueno o malo. Insisto en que sí, el bien existe, pero el mal no, ya que si lo analizamos desde una postura netamente lógica, el mal vendría siendo exactamente lo contrario, una fuerza que actúa opuestamente y contradictoria al bien, es la ausencia del mismo.

Es preciso reconocer que el bien y el mal son simplemente cuestiones de conveniencia, verbigracia: El médico dice que es bueno para usted, aunque cuando se toma la palabra “bueno” en un sentido absoluto, todas las afirmaciones se hacen relativas, ligadas a la situación. El mal en este caso, vendría siendo una privación de lo que en si mismo no es querido por el hombre, aunque al crear o buscar o concepto general de que es el bien y que es el mal sería necesaria en primera instancia pensar que los demás opinan de la misma manera en la que uno lo hace, ya que, así como para mi algo puede ser bueno u objetivo, para otra persona puede estar mal y es de ahí en donde se dice que el buscar la definición de estos dos conceptos se queda en un relativismo cultural.

Debemos tener en cuenta, que al hablar del mal no podemos evitar referirnos al bien ya que no existe uno sin el otro, al pensar que algo es correcto o justificarlo del mismo modo, se convierte instantáneamente en un sinónimo de “bien” para nosotros; del mismo modo en que de acuerdo al criterio de otra persona sus ideales o intensiones están bien, pero hay una mala concepción de estas de parte de nosotros; justo allí, se cambia la idea que se tenía inicialmente.

De todo esto resulta que, el bien y el mal en un sentido moral se trata de “hacer lo correcto” para sí mismo o para una sociedad, dentro del marco de la misma y de acuerdo a las normas que la rigen, las cuales son entendidas como necesarias para mantener una armonía.

...