¿Quién me puede asegurar que lo que yo vivo y percibo como la realidad, lo es también para los demás?

LA REALIDAD

¿Quién me puede asegurar que lo que yo vivo y percibo como la realidad, lo es también para los demás?

Un ejemplo muy burdo que se me ocurre en estos momentos es el de cuando escucho un nombre: “Marcela”. Pienso directamente y lo relaciono con las características físicas y de comportamiento de mi hermana porque fue la primera persona que conocí con ese nombre y con la que más he tenido contacto a lo largo de mi vida. Puedo asegurar que tú no tienes un concepto idéntico al que yo tengo de él. Es la interpretación que le da mi cerebro a esas 7 letras. Mi cerebro lo procesa y lo relaciona con las experiencias. Es mi realidad de “Marcela”. Ahora bien, eso es solo de un nombre, entonces la realidad que tengo del mundo es muy diferente a la de casi todas las personas, aunque las perspectivas, opiniones e ideologías puedan compartirse, no serán idénticas.

Yo siempre vi el vestido de color blanco con dorado mientras que la mayoría lo veía azul con negro ¿debo desconfiar de mis ojos? ¿vivo observando mentiras? Entonces ¿Cómo es la realidad de una persona con la discapacidad de ver? ¿Cómo estas personas saben que es bello si sus estándares de belleza es un patrón creado por medio del tacto de sus manos que crea una imagen original y ajena a la real porque nunca ha visto un rostro de verdad y no puede relacionarla con uno? En 1959 un trasplante de córnea le devolvió la vista a Sidney Bradford, quien se había vuelto ciego siendo un bebé. Su vida dio un vuelco total. Lo primero que vio fueron los rostros de sus cirujanos, pero para el solo eran masas amorfas sin sentido. Tareas simples como salir de su casa se volvían peligrosas, creía que podía salir de su departamento en un cuarto piso por la ventana, su cerebro no sabía cómo relacionar el espacio y dimensiones con lo que estaba viendo. El mundo era una serie de figuras en caos. Tomamos como realidad lo que nuestros sentidos nos dejan percibir.

Aunque ver me parezca tan simple como respirar, las ilusiones visuales son prueba indirecta de que no todo lo que percibo a través de los ojos está presente en el mundo físico. Pero ¿Qué pasa con lo que no podemos ver? El espectro de luz que entra por mis ojos es familiar a las ondas de radio, rayos x, luz ultravioleta, infrarrojos, rayos gamma, etc. etc. Y aunque no pueda verlos están ahí, existen. Si mis ojos estuvieran adaptados para captar esas frecuencias mi perspectiva de la realidad cambiaria drásticamente. Si desarrollara otros sentidos ¿podría tener una percepción idéntica a la que tengo acerca del tiempo? ¿Cómo y por qué medios me movería a través de mi ambiente? Tal vez y hay algo sucediendo en el mismo lugar en el que estoy leyendo esto en este momento, pero no estoy diseñado para percibirlo. Eso es en caso teórico de tener más sentidos, pero ¿y si no tuviera sentidos en lo absoluto? Me es más difícil imaginar el parámetro de posibilidades en esta situación ¿desarrollaría alguna otra forma de percibir? ¿Qué es lo que percibiría en su lugar?

Werner K. Heisenberg formuló el principio de la incertidumbre en 1927 en el que establece:

“…la imposibilidad de que determinados pares de magnitudes físicas observables y complementarias sean conocidas con precisión arbitraria. Sucintamente, afirma que no se puede determinar, en términos de la física cuántica, simultáneamente y con precisión arbitraria, ciertos pares de variables físicas, como son, la posición y el momento lineal (cantidad de movimiento) de un objeto dado. En otras palabras, cuanta mayor certeza se busca en determinar la posición de una partícula, menos se conoce su cantidad de movimientos lineales y, por tanto, su masa y velocidad”

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