Quien se ha llevado mi queso.

¿Quien se ha llevado MI QUESO?

Parece un tema muy chistoso, pero es una historia muy interesante, la cual una vez que la conocemos puede cambiar nuestras vidas, dándole un cambio importante, enseñándonos como adaptarnos a un mundo de constante cambio, y dejar de pensar que es el mundo quien tiene que adaptarse a nosotros.

Quien se ha llevado mi queso es una narración sobre el cambio que tiene lugar en un laberinto donde cuatro divertidos personajes buscan el Queso, siendo ese queso una metáfora de lo que deseamos tener en la vida, ya sea un puesto de trabajo, una relación, dinero, una casa grande etc.

Cada uno de nosotros tiene su propia idea de lo que es el queso, y nos esforzamos por encontrarlo porque estamos convencidos de que nos hará felices. Si lo conseguimos a  menudo nos vinculamos a él. Y si lo perdemos o nos lo arrebatan, podemos pasar una experiencia traumática.

El laberinto de la narración representa aquí el tiempo de cada uno de nosotros dedica a buscar lo que desea. Puede ser la empresa o lugar donde se trabaja, la comunidad en la que se vive o las relaciones que se tienen en la vida.

Historia

La historia nos narra cuatro personajes dos ratones: “Fisgón” y “Escurridizo” y dos liliputienses: “Hem” y” Haw”.  Los cuatro personajes habitaban en un laberinto el cual recorrían en busca del queso que los alimentara y los hiciera sentirse felices.

Cada mañana se colocaban sus atuendos y sus zapatillas de correr abandonaban sus diminutas casas y se ponían en busca de su queso favorito. Cada uno encontró un día su propia clase de queso al final de uno de los pasadizos, en el depósito de Queso Q.  

Fisgón y escurridizo continuaron levantándose pronto cada día para recorrer el laberinto siguiendo siempre la misma rutina.  Una vez llegados a su destino, los ratones se quitaban las zapatillas de correr, las ataban juntas y se las colgaban del cuello para poder utilizarlas de nuevo con rapidez en cuanto las necesitaran.  

Los liliputienses por el contrario se sentían felices; tenían la sensación de haber alcanzado el éxito y creían estar seguros. Hem y Haw no tardaron en que el queso encontrado en el depósito de Queso Q era de su propiedad. Allí había tantas reservas de queso que finalmente trasladaron sus hogares para estar más cerca y crear su vida social alrededor de ese lugar.

Así se mantuvo la situación durante algún tiempo.  Poco a poco, la seguridad de Hem y Haw tenían en si mismo se fue convirtiendo en la arrogancia propia del éxito. Pronto se sintieron tan sumamente a gusto que ni siquiera se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo.

Por su parte Fisgón y Escurridizo continuaron con su rutina a medida que pasaba el tiempo; Una mañana llegaron al depósito de queso Q y descubrieron que no había queso.  No se sorprendieron desde que Fisgón y escurridizo empezaron a notar que la provisión de queso disminuía cada día que pasaba se habían preparado para lo inevitable y supieron instintivamente que tenían que hacer.  Los ratones no se entretuvieron e analizar demasiado las cosas. Para ellos, tanto el problema como las respuestas eran bien simples. La situación en el depósito de queso Q había cambiado. Así pues fisgón y escurridizo decidieron cambiar; Muy pronto ya estaban en busca de queso nuevo.

Algo más tarde, ese mismo día Hem y Haw llegaron al depósito de queso Q. no habían prestado la menor atención a los pequeños cambios que se habían ido produciendo cada día, así que daban por sentado que allí encontrarían su queso, como siempre. No estaban preparados para lo que descubrieron. ¡Que! ¿No hay queso? Grito Hem y siguió gritando. >¿Quién se ha llevado mi queso?< aulló finalmente… no hay derecho dijo muy enojado. El comportamiento de los liliputienses era precisamente halagüeño ni productivo aunque si comprensible. Encontrar el queso no les había resultado nada fácil y para los liliputienses significaba mas que, simplemente, tener cada que comer; Para ellos encontrar el queso era su forma de conseguir lo que creían necesitar para ser felices.

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