Regreso a Casa

Regreso a casa

Se encontraba Leney de camino a su casa luego de horas de trabajo. A pesar de apenas ser el medio día el cansancio ganaba en su cuerpo, solo quería tirarse a su cama y dormir hasta el día siguiente. Tan concentrada en su bolso iba que no se percató de que una niña la había comenzado a seguir y le susurraba cosas mirando al suelo. Leney paró en seco y la niña a su vez, bajó su mirada y dedujo que debía tener al menos unos seis años. Miró a su alrededor, no había ningún padre desesperado gritando por su hija, además, la niña parecía tranquila. Se arrodilló y se topó con unos ojos claros, pero sin brillo. Giró su rostro confundida.

Leney: ¿Necesitas ayuda? ¿Qué haces sola por aquí? (la niña bajó de nuevo su rostro y asintió) ¿Cómo te llamas?

Niña: Rosa

Leney: Bien, Rosa, ¿sabes donde queda tu casa? (Rosa la miro y negó con su cabeza) ¿Cómo se llama tu mamá?

Rosa: No recuerdo, yo también la he estado buscando.

Leney: ¿No? (preguntó confundida, se estaba quedando sin alternativas). Bien, ven conmigo Rosa.

Rosa: Amigos, mamá no. (Leney no le prestó atención)

Leney ignoró su cansancio y de repente su cuerpo se vio infectado de preocupación y miedo. No sabía de dónde venía la niña, no sabía quienes eran sus padres, no sabía si la estaban utilizando para algún secuestro, no sabía nada, pero de todos modos tomó la mano de Rosa y la llevó a su casa.

Leney le ofreció un vaso de agua a Rosa, minutos después el vaso seguía encoma de la mesa intacto, Leney lo ignoró. Desesperada y sin saber que hacer Leney llamó a una gran amiga en busca de ayuda.

(En la llamada)

Amiga: Leney, esa niña había sido reportada como desaparecida hace un año luego de haber escapado del orfanato y aún siguen buscándola, tiene siete años y su apellido es Torres, Rosa Torres, ¿cómo es posible que esté en tu casa ahora mismo?

Leney: No tenía la mas mínima idea sobre eso, ¿sabes que orfanato es? (preguntó horrorizada)

Amiga: No, pero si no quieres entrar en tanto lío con la policía y todo eso, si la dejas en el orfanato más cercano ellos se pueden hacer cargo

Leney: Entendido, gracias.

Mientras estaba en la llamada con su amiga Leney volteaba de vez en cuando para no perder a Rosa de vista, pero en un momento dado ya no la vió más. Colgó la llamada un poco más calmada y comenzó a buscar a la niña por la casa. Luego de minutos sin encontrarla y comenzar a desesperarse la encontró justo en el lugar donde le había dicho que se mantuviera en el inicio, el sofá. Extrañada Leney solo tomó a la niña del brazo y salió en busca de un Uber.

Leney: Al Centro de Adopción, por favor. (Le habló Leney al conductor y este la miró confuso por el retrovisor. Rosa se encontraba al lado de ella)

Conductor: ¿Irá a adoptar a algún niño? (preguntó sonriendo ante el acto de empatía de Leney)

Leney: No, iré a dejar a una niña. (El conductor miró por el retrovisor a ambos lados de Leney y su cara demostraba confusión. Siguió su camino)

Al llegar al Centro de Adopción Leney bajó junto a Rosa y pagó al uber. Tomó de la mano a la niña y entró junto a ella. Se encontró con una mujer de mediana edad.

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