Reseña Zuleta Lógica y Crítrica

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

MAESTRÍA EN ESTUDIOS SOCIALES

AUTORA RELATORÍA: NATHALI PARRA DIAZ

FECHA: 1/09/2015

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ZULETA, Estanislao. (1996). Lecciones de filosofía. Lógica y crítica (Platón, Aristóteles). Colombia, Santiago de Cali: Editorial Universidad del Valle, Fundación Estanislao Zuleta.

Estanislao Zuleta se encuentra sin duda entre los pensadores colombianos más prolijos del siglo XX en Colombia, tanto por su notable influencia de pensamiento en ambientes universitarios como en el mundo académico y las discusiones más enraizadas. Ante todo un pedagogo, desarrolla su carrera como docente universitario en medio de conferencias y charlas desde su particular estilo expositivo, del que la Universidad del Valle y la Fundación que lleva su nombre, se esforzaran por compilar sus conferencias, lo más fieles y rigurosos posibles, en una serie titulada  “Lecciones de Filosofía”. Aún sin contar en muchos fragmentos con el material original, este libro tan interesante en su lectura -en especial por esa particular dinámica ejemplarizante de Zuleta y el estilo al hilvanar las discusiones filosóficas-, es pues un resultado respetuoso y sobre todo riguroso en las citaciones y notas complementarias en la bibliografía y aclaraciones para el lector que no tuvo la oportunidad de escuchar a viva voz a Zuleta, presenta pues las reflexiones filosóficas desde el ejercicio de la crítica de un lúcido pensador que aunque en fragmentos parezca repetitivo, responde en primera medida a la dinámica propia de unas lecciones pensadas para la exposición magistral y no propiamente para la publicación. Sin embargo es preciso entender cada cierre y apertura del próximo capítulo como una sesión de un seminario imaginando al propio Zuleta retomando las discusión inconclusa de la clase anterior.

Zuleta como un ávido lector y un filósofo de formación comprometida, tiene la capacidad de confrontar, complementar o problematizar las reflexiones y tesis principales de los pensadores antiguos con las citas ejemplarizantes de otros autores contemporáneos o de otros tiempos. Así pues, cita a Husserl para hablar de la contingencia de la lógica cuando se produce una crisis en el pensamiento; a Descartes y su duda metódica para asimilarlo con algunos rasgos del pensamiento platónico; a Lenin para ejemplarizar magistralmente la tensión entre el tiempo del saber y la premura de la decisión; a Mao Tse Tung  para aludir al problema de la moral como criterio de verdad; etc. De manera que demuestra que el pensamiento de los hombres no es lineal y que muchas luces arrojaron los antiguos sobre distintas reflexiones del pensamiento, que no en vano el siglo de las luces renace en y con ellos.

En las 17 lecciones de este libro se presentarán desde el estilo particular de la exposición de Zuleta las tesis principales de la antigua Grecia, principalmente desde Platón y Aristóteles, pero confrontándolas, complementándolas  e incluso apropiándolas en otros momentos del pensamiento del hombre, diríamos que en realidad la intención de nuestro autor no es más que serle fiel  al verdadero significante de la etimología de esa bella palabra “filosofía” (philien-sofos) pues su pretensión no es rebatir vanamente las tesis de este u otro autor sino dar paso a la discusión por la teoría del conocimiento y finalmente plantear como Platón la necesidad de la lógica.

Los primeros capítulos se ocuparán entonces del surgimiento de la lógica, ya que no ha nacido como disciplina, e inicialmente se la compara con la gramática en una relación que podría expresarse como: Lógica/ Pensamiento= Gramática/ Discurso. Se lee la “Lógica es al pensamiento como la gramática es al discurso”, aludiendo a aquello que “la lógica es, pues, un momento reflexivo en el que el pensamiento vuelve sobre sí mismo (…) de la misma manera como en la gramática gramática el discurso vuelve sobre sí mismo.

Aristóteles en inicio la vincula con el “ocio” entendido como “no estar embarcado en ese momento en la defensa o el ataque de una tesis específica” (p.20), sin embargo Zuleta demostrará que esta podría ser tan sólo una condición de existencia de la lógica pero no su origen. Sí lo es, aquí Zuleta se apoya en Husserl para demostrar en el discurso mismo que “la lógica se hace necesaria cuando en el orden del pensamiento se produce una crisis” (p. 21).

Y la crisis que se desarrolla en la Grecia antigua está dada en el orden del pensamiento por la generalización de la sofística. Principalmente en las figuras de Protágoras y Gorgias, pero en general de una corriente utilitarista del pensamiento, y aún más de unas opiniones que bien siendo “opiniones verdaderas” no por ello resultan ser conocimiento y sí en cambio mantiene en su seno la pretensión de verdad.

Esto en especial es lo q llamó mi atención, pues de aquí se desprenden unas reflexiones de implicación pedagógica muy fuertes, en las que Sócrates en los diálogos de Platón ofrecerá unas enseñanzas para la  misma educación.

Así pues, concordamos con Sócrates en tanto la ignorancia no es un estado de carencia  en inicio sino un estado de llenura, de absurda confianza en opiniones, y que en la primera etapa en el proceso del pensamiento hacia el saber es precisamente reconocer este desconocimiento y descubrir el deseo por el conocimiento, esto es tanto más diciente cuando se concibe la educación como un proceso en el que lejos de “convencer que lo verdadero es lo bueno” se trata más bien de hacer nacer a la manera de la partera el deseo y la necesidad del saber una vez se ha reconocido la confianza anterior en opiniones, lo que los antiguos llamaban la doxa.

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