Resumen “Pequeño cerdo capitalista”.
Enviado por maria120995 • 31 de Enero de 2017 • Resumen • 12.159 Palabras (49 Páginas) • 745 Visitas
Universidad Nacional Autónoma de México
Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
Actuaria
Profesora: Fátima Sánchez.
Alumna: Garcia Rodriguez Maria Guadalupe.
Seguro de daños.
Grupo: 2203
Resumen “Pequeño cerdo capitalista”.
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Capítulo 1 Ahorrar: de veritas que todos podemos.
Porque si se puede: cuando eras rico sin trabajar.
Hagamos memoria, remontemos a aquellos ayeres –que para algunos literalmente fue ayer y para otros casi siglos- en los que éramos unos pequeñuelos estudiantes sin trabajo ni sueldo… claro a menos que cuentes con trabajo eso de ser hijo, donde algunos ganan desde medio salario mínimo mensual hasta sueldo de ejecutivo dependiendo del jefe, bueno del papi. ¿Recuerdas que la mesada bastaba para el cine, el CD o el cambio anual de gadget reglamentario?, y estirándole un poco hasta para los regalitos del susodicho o susodicha. Yo no sé si es producto de una extraña obra de magia negra financiera, pero a la mayoría le alcanzaba más el dinero entonces, que después de entrar a su segundo trabajo.
Varias causas que generan este extraño fenómeno:
- Te emociona “ganar tu propio dinero” por primera vez y sientes que eres libre de gastar.
- Piensas que ahorraras cuando tengas dinero para hacerlo… lo que sea que esa mentirota signifique
- Elevas tu benchmarking: Si antes gastabas $350 en un regalo de cumpleaños para la familia o el novio ahora, aumenta el mínimo a $1000, lo mismo aplica con las salidas y ropa.
- Esperas siempre los aumentos para gastar más y visualizar el ahorro como un sacrificio en jugar de una versión para ti mismo o para alcanzar metas a mayores ¿las cuentas de todos tus gadgets equivalen al enganche de un coche? ¡Glup!
- Dejas de priorizar: como tienes más dinero, en lugar de ser más selectivo con lo que compras (como antes pudieras) ¿te llevas todo y hasta andas cazando baratas para derrochar ¡
Si quieres ahorrar ¿Por qué no te olvidas de que te aumentaron el sueldo?
Estrategias de ahorro para manirrotos.
1.No lo dejes al último. Una de las causas más comunes de fracaso en el intento de ahorrar es esperar a guardar el dinero hasta hacer todos nuestros gastos. “Ahorrar lo que sobre”, es una mala estrategia por un pequeño detalle nunca sobra.
Lo más efectivo es separar el monto que nos hemos propuesto ahorrar en el instante en que recibamos la quincena puesto que ahorrar en el instante en que recibamos la quincena el bono el aguinaldo, el reparto de utilidades o el pago por una deuda. Si no lo tenemos ¿Cómo lo gastamos?
2. Haz el hábito. Así sea %50 al mes empieza HOY. Es más, ahorita sácalos de tu cartera y ponlos aparte. Mejor aún si puedes ir directito a depositarlos en algún lugar donde no los puedas tocar, se los das a alguien para que te los guarde o los metas en la alcancía por el momento Ah y nada de: “Los saco para el estacionamiento o para no ir al cajero y al ato lo repongo”.
3, Aplica el “quítenmelo que me lo gasto”.
Si de plano no puedes, ¡Haz que te obliguen! ¿Cómo? Que te quiten el dinero antes de que te lo puedas gastar. Para esto tienes tres sopas:
Sopa 1: “Descuento por nomina”, que te descuenten para la caja de ahorro de la empresa y te lo den a fin de año o que te lo manden directamente a tu afore como ahorro voluntario y en ese caso lo puedas sacar dos o seis meses de tu cuenta individual, dependiendo de la política de tu afore.
Sopa 2. Ahorrar a domicilio, cada fecha específica retire determinada cantidad de tu cuenta de nómina, de tu tarje de débito y lo mande a un fondo de inversión.
Sopa 3: Tajada automática, autorizas para que se retire un monto que quieres ahorrar.
4. Cuéntale a quien más confianza le tengas (y q a quien más te pueda jalar las orejas).
¡Huye del boicot! Trampas para el ahorro.
Conocer bien como gastas, controlar tu compritis aguditis y poner a trabajar tu dinero. El ideal en el que coinciden la mayoría de los gurús de las fianzas personales, es que lo inviertas tu dinero de manera tal que llegue el día en que dependas de un empleo asalariado, ¿Cómo? Puede ser que compres un bien un inmueble para rentas, que adquieras un fondo de inversión o pongas alguien negocio que no demande tu presencia como de maquinitas expendedoras, o un seguro dotal. O comprar cosas con el tiempo se revalúen para que en mediano o largo plazo puedas venderlas a un precio mayor.
¿Ahorrar o gasto con descuento? No te engañes.
Si las baratas realmente funcionaran y fueran un ahorro, la gente que es adicta a ellas tendría una cuenta bancaria de seis ceros. Normalmente no es así, es más a veces no existe tal cosa en su vocabulario.
Si quieres gastar hazlo sin maquillarlo como un ahorro, porque al final es un autoengaño y luego no nos explicamos a donde fue a parar el dinero. O dejamos de gastar o nos declaramos ser gastalones confesos y no de clóset disfrazaos de ahorrativos.
Cazando pesos y centavos.
Ahorros diarios: Analízate.
Los cientos o miles de pesos que deberían estar engordando nuestra cuenta de ahorro están en los hábitos diarios. Como despertarse 15 minutos tarde y tener que pagar un taxi de 20 pesos que bien podrías ahorrártelos caminando.
Hazte útil.
¿En cuántas tareas que bien podrías hacer tú, estás gastando un dineral por flojera? El empleo de excelencia es la comida.
Ojo en la casa.
- La luz extra por los focos prendidos o no utilizar focos ahorradores en zonas de uso (intensivo o por olvidar desconectar los aparatos que no usamos
- Las fugas de agua o de gas.
- El pago de internet, que podríamos compartir con un vecino –y a menos de que bajes diariamente el programa más pesado del mundo no modificara su existencia.
Aprende a comprar.
Saber comprar implica comprar precios, calidades, condiciones y obtener el mejor producto o servicio disponible con nuestro presupuesto. Implica también planificar: Comprar el 24 de diciembre a las 8 de la noche los regalos de Navidad, o correr a la mesa de regalos una hora antes de la boda o del cumpleaños, normalmente hace que acabemos comprando algo más caro. Dedicarle tiempo a investigar antes de hacer cualquier comprar importante –es decir costosa o para algo del largo plazo- es básico para sacarle provecho o para no darnos de topes después.
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