SEGUNDO TRATADO SOBRE EL GOBIERNO CIVIL

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS HISTORIA SUA

2017-1

ALUMNA: TRÁPALA SANTOS AMANDA PAMELA PROFESOR: ROBERTO ZAPATA

SEGUNDO TRATADO SOBRE EL GOBIERNO CIVIL

(CAPÍTULO 9) JOHN LOCKE

INTRODUCCIÓN

El hombre ha tenido siempre un estado de naturaleza en el que todos los hombres son libres e iguales, es la obligación que tenemos de amar a otros como nos amamos a nosotros mismos. Este estado de naturaleza tiene una ley de naturaleza que gobierna a la humanidad enseñando que todos los hombres son iguales e independientes, y ninguno debe dañar la vida, salud, libertad o posesiones de otro. Pues los hombres son obra de un “omnipotente Hacedor”, todos dotados con las mismas facultades, destinados a existir hasta que Él decida, y no otro, cada individuo creado debe preservarse y no autodestruirse, y del mismo modo tiene la obligación de preservar a toda la humanidad.

Este estado natural consiste también en el derecho del hombre, de estar libre de cualquier poder superior, no hallarse sometido ante la voluntad o autoridad de otro hombre. Sin embargo, desde épocas remotas, los hombres han decidido abandonar esta libertad o estado natural para someterse a un control y dominio de un gobierno.

DE LOS FINES DE LA SOCIEDAD POLÍTICA Y EL GOBIERNO

Las primeras sociedades que existieron fueron: el hombre y la mujer el siervo y el amo. El objetivo de la sociedad de hombre y mujer, o sociedad conyugal es la reproducción de la especie humana; ahora bien, en lo que se refiere a la sociedad formada por el amo y el siervo, el siervo es un hombre libre y depende de su amo por un determinado tiempo, que es el de la duración de su contrato, y a cambio, el amo le da un salario, cosa que no sucede en el caso del esclavo, pues el esclavo, capturado en guerra, ha renunciado a su libertad y propiedades, sin formar parte de la sociedad civil, cuyo fin primordial es la preservación de la propiedad.

Lo anterior me deja pensar en la ausencia de aquel estado natural en el que el hombre puede vivir, ya que este estado natural implica además de la libertad y el disfrute total de todos los privilegios que le otorga la ley de la naturaleza,  la búsqueda de beneficios, tanto propios como los del resto de la colectividad. En caso del esclavo, no está en estado natural ya que está falto de libertad e igualdad; y por su parte, en caso del amo, este tampoco posee dicho estado, ya que está violando la ley natural de no dañar la vida, libertad ni posesiones de otro individuo que es igual a él.

Hooker, habla sobre el estado natural:

“La consideración de la igualdad natural ha hecho que los hombres sepan que no es menor su deber de amar a los otros, que el de amarse a sí mismos. Pues todas aquellas cosas que son iguales deben necesariamente medirse de una misma manera…mi deseo de ser amado todo lo posible por aquellos que son naturalmente iguales a mí, me impone el deber natural de concederles a ellos el mismo afecto. Y ningún hombre ignora las varias reglas y cánones que la razón natural ha deducido de esa relación

de igualdad que existe entre nosotros y los que son como nosotros”.1[pic 1]

1 Richard Hooker (1552-1600). Eclesiástico de la reforma, teólogo de la Iglesia Anglicana. Su obra más conocida-Of the Laws of Eclesiastical Polity[pic 2]

Dice Locke:

“Reconozco que, entre los judíos y también en otros pueblos, vemos que los hombres se vendían a sí mismos; pero es claro que sólo se entregaban para la realización de trabajos serviles, y no para ser esclavos. Pues es evidente que la persona vendida no estaba bajo un poder absoluto, arbitrario y despótico. El amo nunca tenía el poder de matar a quien, después de un cierto tiempo, estaba obligado a librar de su servicio; y el amo de un siervo así estaba tan lejos de poseer un poder arbitrario sobre la vida de dicho siervo, o que ni siquiera podía mutilarlo. Y cuando el siervo perdía un ojo o un diente, ello lo ponía en libertad”2

Es decir, el hombre va a renunciar a su estado natural de libertad e igualdad y lo va a entregar a una comunidad o a otro hombre que se ha puesto superior a él, excluyendo todo juicio privado de cada hombre en particular, la comunidad viene a ser un “juez” que decide, según normas y reglas establecidas, imparciales y aplicables a todos por igual, y administradas por hombres a quienes la comunidad ha dado autoridad para ejecutarlas. Se ha formado, en este caso, la sociedad política o civil. Ese poder que radica en la sociedad política o civil es el que dará origen al Estado, al cual corresponde el poder de crear las leyes, es decir, el poder legislativo, y consecuentemente el poder ejecutivo, y por ello la posibilidad de hacer la guerra y la paz.

Todos los hombres son libres por naturaleza, iguales e independientes, y ninguno puede ser sacado de esa condición y puesto bajo el poder político de otro sin su consentimiento. La única forma de renunciar a esa libertad, es que un hombre realice un acuerdo con otro u otros hombres para formar todos en conjunto una comunidad o una sociedad civil, en la que todos

se comprometen a vivir de manera pacífica, viendo todos por el bien de todos y cada uno.[pic 3]

2 John Locke, The Second Treatise of The Civil Government, 1690.[pic 4]

Cuando una comunidad de hombres decide formar una sociedad o gobierno, quedan con ello incorporados en un grupo político en el que la mayoría tiene el derecho de actuar, participar y decidir en nombre de todos, algo así como una democracia.

Por lo tanto, la voluntad y determinación de la mayoría, es decir, el acuerdo y conformidad de la comunidad, es el fundamento de toda ley, por lo cual cada miembro de esa comunidad está obligado, por consentimiento, a someterse al parecer de la mayoría, ya que el acto de la mayoría se toma como acto de la comunidad, tanto por ley de naturaleza como por ley de razón. Y esto es lo único que puede dar origen a los gobiernos legales del mundo.

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