Teorías Antropológicas II “El Hechicero y su Magia” y “La Eficacia Simbólica”
Enviado por Ana Blázquez • 12 de Noviembre de 2019 • Ensayo • 1.685 Palabras (7 Páginas) • 293 Visitas
[pic 1]
Ana Blázquez Pacheco
Teorías Antropológicas II
“El Hechicero y su Magia” y “La Eficacia Simbólica”.
Claude Lévi-Strauss (1908-2009), fue un antropólogo, escritor y pensador de origen francés al que se le considera un icono intelectual del siglo XX por ser el fundador del estructuralismo. Postuló que la antropología debe mirar más allá de los hechos socioculturales y buscar las estructuras que hay tras ellos. Estas estructuras no son realidades empíricas, sino modelos sistémicos, inconscientes y universales y para explicarlas recurre al método de la lingüística estructural y lo extrapola a la antropología.
Antropología estructural (1958) se compone de artículos de distintas conferencias y revistas que fueron publicados con anterioridad al libro, y que Claude Lévi-Strauss compendia bajo este título y con el que asienta las bases del estructuralismo. El libro está estructurado en cinco grandes unidades: la primera es la introducción, con cinco capítulos; la segunda, con tres secciones; la tercera, formada por cuatro capítulos; la cuarta dividida en dos y el quinto apartado, formado por tres secciones. De la tercera unidad vamos a comentar El hechicero y su magia y La eficacia simbólica (ambos publicados en el año 1949), en los que el autor nos adentra en la indisolubilidad de la relación entre chamanes y la comunidad mostrando cómo el chamanismo resuelve el problema de la enfermedad en su comunidad.
En El Hechicero y su Magia, el autor analiza los aspectos sociológicos de la curación por medio de la historia de Quesalid (tomada de Franz Boas), un hombre kwakiutl que intenta desenmascarar el poder de los shamanes, en cuyo poder no creía. El personaje de esta historia desarrolla una técnica distinta al escupido que habitualmente usaban los otros shamanes: extraía el mal del cuerpo del enfermo bajo la forma de una pluma ensangrentada que tomaba la apariencia de un gusano que sería el origen de la enfermedad, es decir, hacía una representación física del mal mediante símbolos, lo representaba en forma física. Así que este hombre en principio escéptico va cambiando su incredulidad en todos los shamanes hasta creer que muchos de ellos eran meros impostores frente a unos pocos que sí poseían un poder verdadero, llegando él mismo a convertirse en uno de los mejores.
Lévi-Strauss nos muestra a través del texto el carácter holístico del ser humano, en la medida en que existe una interdependencia entre los simbólico y lo orgánico; se produce una conexión de cerebros que conforman la conciencia social, teniendo ésta una repercusión en el individuo; y generando esta conciencia social o colectiva una “energía” con capacidad productora de efectos químicos y físicos. En este sentido, el autor destaca la fuerza que tiene la creencia y el efecto que produce en el cuerpo.
Según Lévi-Strauss, la eficacia de la magia es igual que la creencia en la magia. En la cura chamánica intervienen tres elementos partícipes del rito: el chamán, el enfermo y la comunidad. Esta tríada se organiza en base a dos polos que conforman el complejo chamanístico: lo importante de la cura no es la mejoría del enfermo, sino la restitución del orden donde irrumpe el caos. Se convierte así en un contrato social entre el hechicero, el enfermo y la comunidad. El simbolismo colectivo juega un papel principal al dotar al chamán del poder curativo en la medida en que su discurso resulte verosímil: “ Quesalid no se convirtió en un gran hechicero porque curara a sus enfermos; sino que sanaba a sus enfermos porque se había convertido en gran hechicero” (163). La idea de construcción colectiva asoma en esta cita ya que es la comunidad quien constituye al chamán, por medio de un proceso colectivo que Lévi-Strauss plantea como que el chamán es chamán en tanto utiliza un simbolismo colectivo. El autor considera que el chamanismo es intrínseco de las sociedades primitivas y tiene frutos a raíz de la construcción social de los actos del chamán y las creencias que, al respecto, tienen los participantes de la comunidad.
En toda sociedad se desarrollan distintos dispositivos para definir y trabajar la enfermedad mediante distintos mecanismos terapéuticos que se interrelacionan (técnicos, simbólicos y sociológicos) con el fin de controlarla. En este sentido, la salud y la enfermedad no son sólo un problema individual sino también una cuestión social y para el autor el chamanismo resuelve el problema de la enfermedad en la comunidad de la que forma parte.
Se sirve el autor de este planteamiento para mostrar el carácter mágico de la religión y equiparar la magia como religión por su carácter de colectividad: la efectividad del acto curativo radica en la medida en que haya una cantidad notoria de gente que sana.
En el siguiente capítulo, La eficacia simbólica, Lévi-Strauss pasa a argumentar sobre cómo los símbolos adquieren eficacia, y para ello analiza un encantamiento (canto mágico) de los indios cuna, y que es entonado por el chamán y la comunidad, cuya finalidad es ayudar en un parto complicado. La tarea principal recae en el chamán
y es poder dominar a Muu (responsable del feto) que se había apoderado del purba (alma) de la parturienta.
Como hemos señalado, la creencia en esta magia descansa en la propia creencia del hechicero en su capacidad de curar, la creencia del enfermo en la capacidad curativa del hechicero y la creencia de la opinión colectiva respecto de ese hechicero. El hechicero conoce técnicas y experiencias psicosomáticas, pero su herramienta más poderosa es saberse poseedor de un conjunto de ritos y mitos que a través de un lenguaje metafórico materializa el mal del paciente y de la comunidad. La capacidad
...