Trabajo práctico Antropología

Trabajo práctico Antropología

Profesor: Victoriano Pérez

Alumno: Luis Emmanuel Velazquez

1. ¿En qué consiste la Psicología Filosófica?

Se parte de la división de la Filosofía que hace Aristóteles, en que la Filosofía de la naturaleza, o Física, se encarga de estudiar los entes móviles, que son aquellos que se encuentran dentro del orden físico. La Psicología Filosófica es una parte especial de la Filosofía de la naturaleza. Esta tiene como objeto aquellos entes móviles que poseen la forma más alta de movilidad, es decir, la vida. La filosofía del ser viviente es la parte principal y más compleja de la Física, porque los seres vivientes son más complejos que el resto de los entes móviles. Se usa el término “Psicología” para denominarla porque etimológicamente denota la ciencia que tiene como objeto propio el alma (el principio que anima al ente vivo).

2. ¿Qué es la Psicología experimental?

La Psicología experimental es una ciencia estrictamente particular, que no es parte de la metafísica y, por lo tanto, se desentiende de los problemas relativos al “ser” latente bajo los fenómenos psíquicos. Esta ciencia se ocupa de los fenómenos y de todos los caracteres que de ellos dimanan. Estos fenómenos son exclusivamente los que atañen a la vida cognoscitiva y apetitiva en general. La Psicología experimental, aunque no suele ser calificada así, debe ser especulativa y racional (como la Psicología filosófica), porque no tiene esencialmente una finalidad práctica, sino que es, en su esfera, tan especulativa como la propia Psicología filosófica lo es en la suya.

3. ¿Qué es la Psicología filosófica?

La Psicología (filosófica) es la parte de la Filosofía de la naturaleza formada por el conocimiento filosófico de los seres vivientes. El objeto de esta ciencia es, dentro de los entes móviles, aquellos que poseen capacidad de automoción (los vivos). Es una ciencia (como filosófica) especulativa y racional.

4. ¿Cómo define Santo Tomás al ser viviente?

Santo Tomás define al ser viviente como la sustancia a la que conviene, según su naturaleza, moverse a sí misma. Podemos decir entonces que el viviente es un ser automutable. De esta definición entendemos primero que el viviente es un ser, no un agregado o colección de seres artificiales; esto significa que no se trata de un organismo meramente artificial. Observamos también que el viviente tiene de una manera natural la capacidad de automoción. Esto último significa que la capacidad de moverse a sí mismo es anterior a toda intervención humana; que dicha capacidad no excluye la influencia en el ser viviente de todo agente extrínseco de él; y que la capacidad de automoción está medida o delimitada por la peculiar naturaleza del ser que la posee, lo que implica a su vez que las diversas naturalezas de los seres vivos determinan grados diferentes en la capacidad de su automoción.

Moverse a sí mismo es hacer, a la vez, de agente y de paciente. Por eso decimos que las acciones específicas del ser vivo tengan la propiedad de la inmanencia, porque de ese ser proceden y en él se quedan. Pero para que haya movimiento debe haber algo en acto (agente) y algo en potencia (paciente), de este modo el ser viviente debe tener parte de acto y parte de potencia. Para que suceda así es necesario que el viviente conste, por lo menos, de dos partes. Así, la automoción del viviente exige que este sea una estructura u organismo.

5. El alma y sus potencias. ¿En qué consiste el desarrollo de este tema?

Los cuerpos naturales se dividen en dos grupos: los inertes y los que tienen vida. Lo que anima a los vivientes es “otra cosa” que el cuerpo que este tiene. A esta otra cosa se le llama “alma” (lo que anima o vivifica al viviente). La estructura organizada del ser viviente es una condición imprescindible para que posea vida., pero lo que hace que ese cuerpo natural y organizado posea una unidad (el principio unificador) es algo distinto a su organismo. Por lo tanto el alma es lo que al ser viviente le da unidad y vida, y lo hace capaz de automoción. Aristóteles define al alma de dos maneras. (1º) Acto primero de un cuerpo natural organizado. (2º) Aquello por lo que primariamente vivimos, sentimos, cambiamos de lugar y entendemos.

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