Un aborto, a veces denominado interrupción voluntaria es un proceso por el cual se acaba con un embarazo para que no nazca un bebé

Un aborto, a veces denominado interrupción voluntaria es un proceso por el cual se acaba con un embarazo para que no nazca un bebé. Este se hace antes de los 180 días de gestación, cuando el feto pesa alrededor de 500 gramos. Existen distintas causas que originan el aborto, por lo tanto se clasifican en aborto espontaneo o natural, aborto provocado y aborto terapéutico.

El aborto espontaneo o natural es la pérdida de un embrión o feto en las primeras 20 semanas de embarazo, por causas no provocadas intencionalmente.

El aborto provocado es cuando se realiza un procedimiento o se administra medicamentos para poner fin a un embarazo. Se combinan medicamentos hormonales recetados para ayudar a expulsar el feto y el tejido de la placenta. Los medicamentos usados para terminar un embarazo son metotrexato y misoprotol.

El aborto terapéutico es aquel que como su nombre lo dice, se realiza por razones terapéuticas, es decir cuando según criterio médico se encuentra en riesgo la salud o la vida de la mujer embarazada.

En el año 2005 en España se realizó una encuesta, el fin de esta fue para conocer las razones que conllevan a una mujer tomar la decisión de abortar. La totalidad de las mujeres entrevistadas señalaron que no recibieron suficiente información sobre las posibles graves secuelas de esta intervención. Además, en el 99,1% de los casos afirman desconocer alternativas tales como la ayuda social e institucional o la adopción, viendo el aborto como “la única opción”.  

Según la encuesta, los motivos que conllevan al aborto son: abandono de la pareja, presión familiar, presión laboral, malformaciones del feto y problemas económicos. Pero por muchos motivos que haya, las consecuencias no son cosa que pasen de desapercibida, pues existen consecuencias físicas tales como la esterilidad, hemorragias, infecciones, shock, intestino perforado y pérdida de órganos. Y las consecuencias psicológicas como la culpabilidad, rabia, sentimiento de luto, anorexia nerviosa y deseos de castigarse. A través de este trabajo y de una serie de investigaciones puedo decir que el aborto es un acto inmoral e inhumano ya que desde el momento de la concepción, el feto es considerado una persona, un ser humano el cual cuenta con derechos que lo protegen. Además desde mi punto de vista, no existe ninguna causa que justifique el privarlo del derecho a la vida que tiene como ser humano.  ¡No al aborto, sí a la vida!.

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