Vínculos entre ética, ethos y moral

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“Vínculos entre ética, ethos y moral”

   Desde inicios de la historia, se ha buscado comprender los comportamientos humanos, con fin de aprovechar sus características para el desarrollo de actividades que les permitan llevar sus vidas de una mejor manera, considerando las fortalezas de cada individuo, trabajando en mejorar dichos aspectos y disminuyendo las debilidades, para conocer la conexión que puede existir entre la triada, es importante partir desde el significado que posee cada una.

   Ethos, este vocablo se empleaba originariamente para indicar el lugar donde una persona habitaba, se origina en Grecia, este significado cambió cuando Aristóteles afirmó que el ethos es aquello que habita dentro de uno, construimos nuestro carácter según las situaciones simultaneas que se presentan en lo cotidiano,  su forma de ser, estaría formado por un conjunto de hábitos que consideramos buenos o beneficiosos, les llamamos “virtudes” y aquellos que son dañinos los catalogamos de “vicios”. Dicho en otras palabras; aquello que es el hombre lo más característico, es también lo que termina en su destino.

   Tomando otro punto de análisis, la ética como conducta individual, está más allá de los códigos morales e ideológicos, y se relaciona con lo que a veces denominamos conciencia, y que nos dice que algo está mal aunque en apariencia no vaya contra la moral o las buenas costumbres. Generalmente las personas usan de modo indistinto ética y moral, pero son claramente dos conceptos distintos, que en muchas ocasiones pueden encontrarse en posiciones opuestas.

     La moral remite a códigos y normas de comportamiento, a menudo rígido, que nos dicen cómo comportarnos en cada momento, pero a su vez, la ética, ethos y la moral distinguen al ser humano. De forma más genérica, podemos decir que la ética es la “tematización del ethos” y la moral lo “tematizado”, estos significados  no son totalmente aislados; cada una tiene  en común la alusión  a lo propio,  lo íntimo, lo endógeno, aquello  de donde  salen los propios  actos, la fuente  de tales actos, la proyección de vida y el modo de ser.

2 – En el ámbito educativo nos encontramos con diferentes personas donde cada una tiene su estilo, personalidad, criterios e ideas. Un docente frente a sus estudiantes, no solo está frente de niños o adolescentes, sino también circula las costumbres, carácter y hábitos, además de la intervención por parte del docente para reconstruir nuevos pensamientos y asentar nuevas normas. Por ejemplo: El rendimiento competencial de un alumno/a puede depender de diferentes factores, como el nivel de ayuda del profesor o de los compañeros, el contexto emocional en el que se realiza la tarea y la motivación que siente el estudiante al enfrentarse a ella. una tarea que esté relacionada con los intereses de los alumnos/as y le permita tomar decisiones durante el proceso de aprendizaje puede resultar más efectiva que tareas descontextualizadas y cerradas. Por lo tanto, el contexto en el que se realiza el aprendizaje es un elemento clave en el rendimiento competencial.

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