Weber y la dominaciòn social

Melissa Rey Goyeneche

201112382

Para Weber, la dominación se puede dar mediante tres formas. Una de estas es la dominación carismática, que surge como oposición a la dominación tradicional; por esta razón, ésta no se da por apropiación del poder sino se da por el reconocimiento que la sociedad le da a un individuo, líder, que cuenta con una característica en particular: El carisma.  Según este pensador, el carisma es una cualidad extraordinaria que le otorga al líder un reconocimiento por la confianza que sus seguidores depositan en él, y con los cuales tiene una relación importante que al ir más allá de la comunicación, genera transformaciones internas en cada uno de ellos. Al transformar creencias, valores e ideas, se pretende conformar un nuevo orden social, político y económico.

Con Durkheim, se puede establecer una relación estrecha entre dominancia carismática y la acción social, puesto que en ambos, los individuos tienen intereses comunes que pretenden conformar un nuevo orden social, o buscar un fin político, por intermedio de las transformaciones individuales internas de los individuos al formar parte de una colectividad. Basados en la pregunta de este pensador: ¿Qué es eso llamado “lo social”?. Lo social es precisamente un orden que se produce a través de lo moral, que en este caso, puede dirigirse hacia la cualidad extraordinaria del carisma.

En Marx, no es posible establecer una relación entre la dominación carismática de Weber, y lo que Marx plantea acerca de dominación, ya que para este último, la dominancia tiene un carácter más tradicional; es decir, una imposición de la voluntad, de la creencia y de los intereses del líder. Mientras que en Weber, un líder carismático no está rodeado de burocracia y es extraño a la economía, Marx otorga infinita relevancia a este sistema político para que se dé el capitalismo y se mantenga la lucha de clases.

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