A sangre fría de Truman Capote

Ramírez Méndez Diana Laura

Entrevista

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Merece ser “rolado”

En busca del libro encomendado por el profesor A sangre Fría de Truman Capote no podía dejar de pensar en la canción Sangre fría — obviamente de Pxndx, porque tengo un mal gusto para la música— tenía en mente un fragmento de la canción «sólo quería volar, a tu lado sentirme inmortal» pensando en la letra, recordando como una sola frase al final la cambio de «canción para dolidos» a «canción de amor» comencé a leer.

En mente tenía la canción de amor y, con el paso de las páginas, perdí ese sentimiento. La narración del asesinato de los cuatro miembros de una familia de Kansas. Los Clutter eran el arquetipo de sueño americano y fueron asesinados. El gobierno no tuvo más opción que aceptar que cualquiera podría ser asesinado en cualquier momento.

Los convictos, bajo libertad condicional, creían que la casa de los Clutter tenía una caja fuerte con 10 mil dólares. No había tal caja, pero los mataron. Y así, como buenos americanos, después del crimen huyeron a México.

Regresar a su país de origen fue un error, sin embargo, Dick Hickock y Perry Eward Smith lo hicieron. Fueron identificados como asesinos y arrestados para ser condenados a la horca y ejecutados en 1965.

No muchas páginas había leído cuando un pensamiento saltó «es un reportaje», pero a la mitad reconsideré mi opinión. Es una pieza literaria, una combinación de la escritura de un periodista y un escritor; lleva al lector ante un asesinato irracional cometido por dos psicópatas. Capta tu interés y no te deja abandonar la lectura. Puedes llevar 50 páginas y pensar que sólo han pasado cinco minutos.

Tiene la peculiaridad de llevarte a los lugares más recónditos de la personalidad. Los limites, abismos, traumas, dolor, aquellos que hace olvidar a un ser humanos lo que le hace humano. Este comportamiento tiene una razón y Capote nos muestra un panorama completo de ellos. Justifica las actitudes, es decir, narra aquellas tristezas que se albergan en el corazón y te llevan a oscuros y solitarios vacíos.

De un hecho policial y periodístico se logra una novela a la cual no surge de mi u pero. Está de más el decir que me gustó y ya se lo di a leer a quien más confianza le tengo. Para matar aquellos ratos de increíble aburrimiento que la vida cotidiana tiene, sin remedio alguno, recomiendo A sangre Fría por Truman Capote.

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