ANALISIS DE RELACIÓN ENTRE LA GRATITUD Y LA FELICIDAD

ANALISIS DE RELACIÓN ENTRE LA GRATITUD Y LA FELICIDAD

Seligman, Steen, Park y Peterson (2005) señalan a la gratitud como una fortaleza que configura la virtud de la espiritualidad o trascendencia. Virtud hace referencia a un bien propio e intransferible que caracteriza la manera de ser de una persona, mientras que la fortaleza, son rasgos mensurables de personalidad. Tras una virtud subyacen fortalezas que permiten identificarla, es decir, es posible conocer la virtud de una persona gracias al conocimiento de las fortalezas que muestra (Alarcón, 2009).

La gratitud es un sentimiento de valor y respeto por la amabilidad, el espíritu o el material recibido, expresado como un deseo de comunicarse voluntariamente a través de palabras o gestos. Como esto es un sentimiento, la gratitud no es una obligación.

Cuando una persona se lleva bien, no se estipula la gratitud, porque cree que el bien recibido es incuantificable, eterno o invaluable.

La gratitud se considera un valor social porque refleja otros valores relacionados, como el reconocimiento de los demás, la reciprocidad de los regalos, la lealtad, la lealtad y la amistad, todo lo cual a su vez puede conducir al establecimiento del amor en el sentido más amplio.

En este sentido, la gratitud es extremadamente importante para las relaciones interpersonales, primero se supone que ambas partes darán y aceptarán a su vez, con el objetivo de establecer cooperativas y solidaridad entre las personas que lo componen.

La palabra gracias está estrechamente vinculada a la religión, especialmente a las religiones como el catolicismo, el judaísmo y el islam, en las que la vida se considera un regalo de Dios. La gratitud de los creyentes generalmente se expresa a través de la oración, el cumplimiento de las promesas o las peregrinaciones.

Si la gratitud es un valor social, es porque brinda enormes beneficios a las personas y a toda la sociedad. Entre ellos podemos mencionar los siguientes: aumenta la felicidad de quienes se sienten felices y de quienes la aceptan, ayuda a reducir el estrés, la depresión y la ansiedad, es bueno para la calidad del sueño, mejora las relaciones sociales al reconocer a los demás y su impacto positivo en nuestras vidas, mejora la autoestima de los demás y lo alienta a seguir siendo generoso o amigable con los demás, entre otros.

La felicidad, siempre ha tenido, para hombres y mujeres, singular valor entre las metas de vida, esforzándose por alcanzarla y, a menudo, idealizándola al punto de que la perciben lejana (Alarcón, 2003). La felicidad es un tema central de la psicología positiva y que tiene el más alto número de publicaciones entre las áreas de trabajo que integran este nuevo enfoque psicológico (Caycho, 2010).

Volviendo a la gratitud para identificar su relación con la felicidad, un proverbio chino, cuyo propósito es resaltar el deber de ser agradecidos, reza: "Cuando bebas agua, recuerda la fuente". La gratitud es una de las virtudes más hermosas del ser humano. No existe libro sagrado que no destaque su nobleza: la Biblia, el Corán y los textos judíos y budistas, por solo mencionar algunos.

Si estos versículos tienen algo en común, es que debemos agradecer a la naturaleza todos los días, a nuestros compatriotas y fundamentalmente a Dios. Pero lo más importante es la vida, solo la vida es la razón para estar agradecido.

La gratitud está relacionada con la felicidad. Otros dicen que la felicidad es un signo de apreciación, pero en realidad es lo contrario. Según David Steindl-Rast, un monje católico benedictino, el Día de Acción de Gracias nos hace felices.

Steindl-Rast pidió gratitud todo el tiempo, dándose cuenta de que cada momento es un momento dado, esto es un regalo, no lo hemos recibido, no lo hemos recibido de ninguna manera, pero nos lo dio. Además, no podemos prometemos que habrá esos momentos. Por lo tanto, estamos agradecidos por el presente y las oportunidades que brinda nuestros sueños. Si no tenemos el momento presente, no tendremos oportunidad de hacer nada.

...