ANÁLISIS DE “LA HIJA DE HUMO Y HUESO”

ANÁLISIS DE “LA HIJA DE HUMO Y HUESO”

Estructura Interna

Acciones

a) Planteamiento: La novela empieza con una joven llamada Karou que es una estudiante de arte de 17 años que vive en Praga, la cual actualmente está en un pequeño departamento en las afueras de la ciudad, en el instituto de arte en el que asiste fue donde conoció su mejor amiga Zuzana y a su ex novio Kaz el cual lo odiaba por su tremenda vanidad, pero la vida de Karou no es igual a la de un estudiante normal en cualquier instituto, ya que ella realmente no sabe quién es, ella vive en dos mundos, el mundo de los humanos y el mundo de las quimeras, que son seres mitad humano y mitad animal, desde que ella recuerda fue huérfana, ya que no tiene ningún recuerdo de su padres ni tampoco ningún documento, es por eso que desde bebé fue adoptada por Brimstone un ser con cuernos de carnero y sus piernas estaban cubiertas de pelo, en cambio sus pectorales estaban llenos de cicatrices de guerra de las cuales Karou no sabía nada ya que él nunca le quiso decir acerca de ellas, también poseía unas gafas pequeñas de las cuales eran muy características de él, ella siempre lo llamaba por su nombre, aunque algunas veces lo conocía como “traficante de deseos”, Brimstone era un padre para Karou, ya que él la cuido desde que era pequeña, Brimstone podía conceder deseos, pero tenía esos deseos tenían un precio muy caro, y no era algo que se compraba con dinero u oro, el cobraba sus deseos con dientes, los traficantes que venían a la tienda de Brimstone traían dientes de animales o inclusive de humanos, todo solo para obtener deseos, entre más exótico el diente, mayor podría ser su deseo.

b) Conflicto o nudo: Conforme pasan las semanas Karou sigue haciendo viajes para Brimstone para recoger unos colmillos de elefante africano adulto en París, Karou no necesitaba viajar miles de kilómetros para poder llegar a su destino, ya que en diferentes partes del mundo existían puertas especiales, donde atrás de ellas se encontraba Issa, una quimera mitad mujer y mitad serpiente, esas puertas podían trasladarte hasta la tienda de Brimstone, pero siempre se tenían que abrir desde adentro, ya que desde afuera seguiría siendo una simple puerta que puede conducir a una lavandería mohosa, Karou se podía trasladar desde la tienda de Brimstone hasta cualquier parte del mundo, ella vivía con el miedo constante de que estuviera en un envió de Brimstone y la puerta no se abriera, que se quedaría ahí por siempre, cuando fue a París noto que en las puertas había una marca de mano, como si la mano hubiera estado en llamas y poder así hacer ese tipo de marca, fue ahí que noto a un hombre muy extraño, ya que el poseía la belleza que Karou asimilo como la de un ángel, cuando Karou volvió con los colmillos del elefante africano, le comentó a Brimstone acerca de las marcas en las puertas, y fue Twiga la que comentó acerca de que en las demás puertas de los diferentes países también tenían esas marcas, y que en la mayoría hacía desaparecer las puertas conforme fueran pasando los días de aquellas marcas, Twiga era una quimera mitad humana y mitad jirafa, que era realmente inteligente y ayudaba a Brimstone con este tipo de problemas. Conforme fueron pasando las semanas Karou conoció a aquel joven de París, y su nombre era Akiva, mientras más tiempo pasaba con Akiva, Karou pudo descubrir más acerca de su pasado, pero, en un encuentro muy peculiar con Akiva  ella pudo por fin saber quién era realmente en todo este tiempo.

c) Desenlace: Akiva era un ángel, el cual siempre estuvo en una guerra constante ¿contra quién? Fácil, contra las quimeras, ellos odiaban a las quimeras porque tenían una visión diferente del mundo, y porque para ellos las quimeras eran unos seres “impuros”, pero Akiva cometió el peor delito en aquella tierra, se enamoró de una quimera llamada Madrigal, ella era hermosa, tenía unas piernas de gacela, con unas enormes alas a su espalda, y unos cuernos tan finos, que ningún animal podría igualarlos, Akiva y Madrigal se enamoraron aun sabiendo que si los descubrían los mandarían a matar por traición de parte de cada bando, y lamentablemente así fue. Solo que para pesar de Akiva, solo mataron a madrigal y a para su mayor dolor, él tuvo que ver como la mataban, ya que ese iba a ser su mayor castigo, ver morir a su amor. Akiva le contó a Karou acerca de Madrigal y ella quedó asombrada, ya que le pareció muy desconcertante saber acerca que había una guerra y ella ni siquiera lo sabía. Karou poseía muchos tatuajes y un cabello azul eléctrico, que la hacían ver muy diferente de las demás chicas, pero los tatuajes de sus manos eran los más llamativos, ya que eran unas hamsas, Karou toco con sus hamsas la espalda de Akiva y fue así como supo quién era ella realmente. Ella era una quimera, la cual servía en las batallas para luchar en contra de los ángeles y tenía una relación con Thiago, que era mitad humano y mitad león con piernas blancas como la nieve, ella en la visión que tuvo, pudo reconocer a Brimstone solo que con una apariencia más joven y sin las cicatrices con la que lo recordaba, en aquella visión pudo notar que se enamoró de un ángel, que para su sorpresa era Akiva, fue ahí cuando separo sus manos de Akiva y lo miró con una cara de miedo, porque fue ahí donde se dio cuenta que ella era Madrigal. Fue ahí cuando recordó todo, ella fue asesinada por tener un amorío con el enemigo, pero, pudo reencarnar gracias a la ayuda de Brimstone ya que los dientes que el cobraba a cambio de deseos servían para hacer los cuerpos de más guerrilleros que se enfrentasen a la batalla, y fue el quién le dio la vida a Madrigal, nombrándola como Karou que significa esperanza en idioma quimera. Karou abrumada por tan impactante noticia trato de acudir a Brimstone para que el mismo le explicara si todo esto era cierto, pero cuando fue a una de las tantas puertas para trasladarse a la tienda de Brimstone, nadie abrió, paso horas tocando aquella puerta, esperando que Issa la recibiera cálidamente como siempre, pero nunca se abrió aquella puerta, cumpliendo el terror más grande de Karou, no ver nunca más a su familia quimera.

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