Academia Reflexiones
Enviado por AstridViera • 20 de Febrero de 2015 • 723 Palabras (3 Páginas) • 322 Visitas
Un fabricante de lápices tomó un lápiz justo antes de meterlo en su caja, y le dio unos consejos.
- Le dijo:
Hay cinco cosas que debes saber antes que seas enviado al mundo. Siempre recuérdalas y serás el mejor lápiz del mundo.
Las cinco cosas son las siguientes:
1- Siempre harás cosas grandiosas, pero sólo si te dejas sostener en la mano de alguien más.
2- Experimentarás el dolor en algunas ocasiones en que te saquen punta, pero será necesario para que seas cada vez un mejor lápiz.
3- Tendrás errores, pero tendrás un borrador para corregirlos todos.
4- La parte más importante de ti es la que llevas dentro.
5- En cualquier superficie que seas usado, tendrás que dejar tu marca. No importan las circunstancias o las condiciones, deberás continuar escribiendo.
El lápiz entró en su caja prometiendo recordar estas cinco cosas y con un propósito en su corazón de ser útil.
Esta parábola puede ayudarnos a comprender que cada uno de nosotros somos personas especiales, con habilidades y talentos únicos. Todos necesitamos afilarnos constantemente para cumplir con nuestros propósitos. Nunca tenemos que dejarnos vencer por el desaliento y, como el lápiz, debemos recordar siempre que la parte más importante de lo que somos está dentro nuestro.
La tacita.
Se cuenta que alguna vez, en Inglaterra, existia una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de sus favoritas era donde vendian antiguedades; en una de sus visitas encontro una hermosa tacita. ¿ Me permite ver esa taza ?, pregunto la Señora, ¡nunca he visto nada tan fino!
En cuanto tuvo en sus manos la taza, esta empezo a hablar:
- “¡Usted no entiende, yo no siempre he sido esta taza que usted esta sosteniendo. Hace mucho tiempo yo era solo un monton de barro sin forma. Mi Creador me tomo entre sus manos y me golpeo y me amoldo cariñosamente. Llego un momento en que me desespere y le grite: Por favor, ya dejame en paz. Pero solo me sonrio y me dijo: Aguanta un poco mas, todavia no es tiempo!”.
Despues me puso en un horno. Yo nunca habia sentido tanto calor. Me pregunté por qué mi Creador querria quemarme, asi que toque la puerta del horno; a traves de la ventana del horno pude leer los labios de mi creador que me decia: aguanta un poco mas, todavia no es tiempo.
Finalmente mi Creador me tomo y me puso en una repisa para que me enfriara. Asi esta mucho mejor, me dije a mi misma; pero apenas y me habia refrescado cuando ya me estaba cepillando y pintandome. El olor de la pintura era horrible. Sentia que me ahogaria. Por favor detente gritaba yo, pero mi Creador solo movia la cabeza haciendo un gesto negativo y decia: aguanta un poco mas, todavia no
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