Acerca Del Alma; Aristóteles
Enviado por Jhobicita • 17 de Septiembre de 2012 • 2.101 Palabras (9 Páginas) • 757 Visitas
LIBRO I.
En este libro lo que Aristóteles va a hacer es (prácticamente), refutar las distintas teorías de varios filósofos a los que llama “mis predecesores”
Aristóteles en aquello que los pensadores toman como esencia del alma, y se da cuenta de que muchos de ellos opinan que la característica primordial es el movimiento: tanto el movimiento que pose ella por sí misma como el movimiento del que dota a los seres corporales que la poseen. Sobre esta línea se desarrollan doctrinas como las pitagórica, el pensamiento de Demócrito y el de Anaxágoras. Aunque con algunas diferencias en sus teorías, todos ellos tratan el MOVIMIENTO como una esencia del alma.
También ve, en otros pensadores la composición del alma y ve la doctrina de Empédocles y Platón. Empédocles por ejemplo, propone que el alma está compuesta de todos los elementos, siendo cada uno de ellos alma en sí. De la misma manera, Platón describe el origen del alma (en su obra el Timeo) a partir de los elementos.
El filósofo Critias, por su parte, defiende otra característica del alma como esencia de ésta: el SENTIR. En su teoría defiende que el alma es sangre o que se encuentra en ella, pues la característica más propia del alma es sentir, y esto se produce en virtud de la naturaleza de la sangre.
En resumidas cuentas, Aristóteles concluyen que todos definen el alma por tres características: MOVIMIENTO, SENSACIÓN e INCORPORIEDAD.
En los sucesivos capítulos del libro primero, Aristóteles elabora las críticas a todas estas teorías particulares, mostrando su imposibilidad real. Critica -centrándose en la versión platónica- la teoría según la cual el alma se mueve por sí misma, la que identifica al alma como armonía, la que defiende que está compuesta de elementos y también la teoría que concibe como número automotor (a la que Aristóteles denomina como “la más absurda”, y refuta por medio de una serie de problemas matemáticos y geométricos que la hacen imposible).
Todas estas teorías, aunque en algunos aspectos de las mismas Aristóteles esté de acuerdo (son pocos), lo que hace es, mientras las desarrolla y las explica detalladamente, va desenmascarando los muchos problemas que conllevan, haciéndose de respuesta difícil sobre diversos puntos de la teoría, y finalmente desacredita la veracidad que estas puedan poseer para indicar la suya como verdadera.
LIBRO II.
En este libro, Aristóteles desarrolla su interesante teoría sobre el alma, aplicando los conceptos fundamentales de su física y su filosofía primera.
Aristóteles presenta al alma como una entidad o sustancia, y a la entidad la muestra de tres formas:
• Nomo materia: Es decir, algo que o es nada por sí mismo, algo no determinado, simplemente materia.
• Como estructura y forma: En virtud d la cual podemos decir de esa entidad que “es algo”, algo determinado.
• Como compuesto de las anteriores.
El alma es para Aristóteles las tres formas de entidad: la materia corresponde al cuerpo del ser viviente y el alma se corresponde con la forma de entidad. El ser vivo es, por tanto, un compuesto de materia y forma, un compuesto de cuerpo y alma.
Dadas estas diferentes concepciones de entidad, Aristóteles comienza a reflexionar sobre las entidades primeras. Estas serán necesariamente aquellas que son principios de todas las demás: para Aristóteles las entidades primeras se corresponden con los cuerpos naturales.
Dentro de los cuerpos naturales estén dos tipos:
• Los que están dotados de vida.
• Los que no tienen vida (inertes).
En resumen, el ser animado es un conjunto de cuerpo y alma en la que las dos partes del ser se necesitan mutuamente. Mientras que el cuerpo es la materia y la potencia (es la entidad que tienen vida en potencia -No en acto-), el alma es su esencia, es la forma específica del cuerpo. De esta forma Aristóteles dice que “el alma es entelequia y forma de aquel sujeto que tienen la posibilidad de convertirse en un ser de tal tipo”. El ser animado se diferencia del ser inerte porque esta realiza una serie de funciones o actos propios del vivir.
Para Aristóteles los seres humanos no son los únicos seres que poseen alma, sino que la poseen todos los eres vivos, desde las margaritas y los moluscos hasta los seres más complejos. El alma es el principio de la vida, la fuente de las actividades de cada ser vivo.
Aristóteles constituye al ama por 5 potencias o principios distintos accidentales o de operación, que se diversifican en funciones de sus actos o sus objetivos: vegetativa, sensitiva, intelectual, apetitiva y, locomotiva. Las dos últimas constituyen el fin de los seres vivos, pues estas dos funciones que implican el apetito y la facultad de moverse tienen como función intentar la finalidad del ser vivo: la consecución del objeto apetecido.
Aristóteles ve en el alma que es un acto primero en cuanto que está en un cuerpo orgánico, y las operaciones vitales de los seres vivos son los actos segundos.
Como se ha dicho anteriormente, no todos las seres vivos poseen las mismas capacidades (ejem: la plante y el hombre), esto para explicar que todas sus funciones corresponden al alma, esto no quiere decir que haya distintos tipos de alma, sino que existen varias partes del alma, en la que cada una realiza una función: alma vegetativa, alma sensitiva y alma racional.
Alma vegetativa: Es aquella que realiza las funciones de nutrición, crecimiento y generación. La alimentación es muy importante, pues permite que se desarrolle una actividad básica de los seres vivientes: la generación o la reproducción. Puesto que el ser viviente es un ser corruptible (que muere), la generación permite que la especie sobreviva, y esto es posible gracias a la alimentación. Por eso se considera que la facultad nutritiva es la base que se da en todos los seres vivos, es la primera potencia del alma.
Alma sensitiva: Es la facultad sensorial que poseen los órganos de los sentidos y el objeto sensible, es decir, el objeto que produce una afección sobre el sentido. Estos objetos se dividen en 2 grupos:
• Propios de un sentido particular (sensibles por si): En estos objetos encontramos otra diferencia. Algunos son propios de una sensación particular, en los cuales no puede haber ningún error, tales como son los colores, olores, sonidos... Otros, en cambio no son específicos
...