Acerca de la ilustacion, y una época bañada por sus luces

Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Licenciatura en Biología
Jacob Peláez Sevillano
Codigo: 20132140013


Acerca de la ilustacion, y una época bañada por sus luces

Somos el resultado de la suma de nuestros predecesores, y de la experiencia y conocimientos que estos han dejado al mundo, asi pues somos una generación ilustrada o aun permanecemos en el periodo ilustrativo que fundara una percepción distinta del mundo?
Durante mucho tiempo se ha considerado el movimiento ilustrador como la fuente de la cual emana la filosofía contemporánea, un movimiento ideológico y literario en virtud del cual el conocimiento humano logró su máximo esplendor. Varias aproximaciones se han hecho sobre esta corriente ilustradora, llegando incluso a afirmar que se trata del comienzo de una nueva era. Todas estas definiciones, sin embargo, son muy románticas y resultan incompletas en el momento de precisar el objeto de nuestro estudio. Es importante, por ende, resaltar la aproximación que Kant hace a lo que verdaderamente fue el movimiento ilustrador, y para ello realiza una serie de precisiones específicas que expondremos a continuación. En primer lugar establece que antes de la Ilustración nos encontrábamos en un "estado de tutela", un estado de nuestra voluntad en virtud del cual aceptamos la autoridad de terceros para conducir nuestros actos en dominios en los cuales debemos hacer uso de la razón. De aquí se entiende que la Ilustración fue la salida de esa tutela, pero no una salida entendida en la salida de la humanidad en su conjunto, sino además una salida personal, la obligación de cada uno de los seres humanos de entender que nos encontrábamos en ese estado y de además salir de él por sus propios medios, es decir, debe ser un cambio operado por nosotros mismos, sobre nosotros mismos. En ese orden de ideas Kant define a la Ilustración tanto como el proceso en el cual participan los hombres de manera colectiva, como el acto de coraje que debe ser ejecutado de manera personal, concluyendo así que cada quien aparece como responsable, en cierta modo, del proceso en conjunto. Para que este proceso fuese llevado a cabo fue necesario que, en el estado de tutela, se dieran condiciones espirituales, institucionales, éticas y políticas. Fue necesario, en primer lugar, que el ser humano hiciese una clara distinción entre el campo de la obediencia y el campo del uso de la razón, pues el obedecer determinadas normas no implica que el hombre deje de ser racional sino que por el contrario el ideal máximo de la ilustración es que el hombre obedezca y que gracias a esa obediencia le sea posible razonar tanto como quiera. Superficialmente podríamos decir que ello se asemeja a la noción actual de "libertad de consciencia" pero Kant hace la importante salvedad de distinguir entre dos tipos de usos de la razón (uso privado y uso público) para explicar porque dicha comparación resulta imprecisa y equivoca. Define entonces el "Uso privado de la razón" como el uso que hace una persona de sus aptitudes cognoscitivas actuando como una pieza de la sociedad, es decir, en el momento de aplicar determinadas reglas y perseguir fines particulares. Dicha concepción parece ser la libertad de libertad de consciencia pero Kant nos dice que esta, contrario a lo pensado, debe ser limitada para que no represente una perturbación en la convivencia armónica. El "Uso publico de la razón", por su parte, es el razonar por ser razonable, el realizar nuestras distintas abstracciones mentales con el único fin de la contemplación, por ello, dicho uso debe ser público y debe ser libre pues ésta aptitud representa la esencia del ser humano. Todo lo anterior para explicar que la Ilustración es, no sólo es el proceso gracias al cual los individuos garantizan la libertad personal de pensamiento, sino que además es la superposición del uso universal, el uso libre y el uso publico de la razón.

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