Acerca del alma.Aristóteles

INFORME 3 FFP: Acerca del alma

E^[a]n su libro II de Acerca del alma, Aristóteles parte por definir al alma como entidad, entiéndase esto como forma, esencia y definición del viviente. Postula que los seres vivos estamos compuestos por una síntesis de materia (cuerpo) y forma (alma), resultando en una sola entidad inseparable. Afirma que el alma es la entelequia de un cuerpo orgánico que en potencia tiene vida. Es decir, corresponde al principio formal que anima a los seres vivos. Sin esta, el cuerpo pasa a ser materia inanimada. Luego, el autor establece dos tipos de alma: nutritiva y sensitiva. Plantea que en todos los seres vivos, existe la facultad de nutrición, por lo que estos poseen la capacidad de alimentarse y engendrar. A los animales, se les suma la facultad sensitiva, por lo que todos tendrán como mínimo el sentido del tacto, ya que, al ser la actividad sensorial más primitiva, presupone todos los demás sentidos. Así, donde exista placer y dolor (percepción más simple), existirán también los deseos. Aristóteles expone más sentidos, los que se dan a través de un medio (a distancia): visión, olfato y audición, y luego los que se dan mediante el contacto con el objeto externo: tacto y gusto. El alma animal tiene entonces sensación, movimiento y como máximo, imaginación. Es a raíz de esto último, que es posible inferir que un embrión animal no podrá ser considerado como animal en potencia hasta que presente un mínimo de actividad cerebral, dado que todas las facultades propias del alma sensitiva se encuentran enraizadas al cerebro y de momento el embrión se encontrará únicamente en posesión de un alma nutritiva. 

Esta idea es sustentada de manera indirecta en diversas partes del segundo libro. En primer lugar, si se analiza lo expuesto por el autor en el primer capítulo, donde este postula qué; si el ojo fuera un animal, su alma sería la vista. Si pierde la vista, deja de ser ojo, ya que pierde su esencia. Se aplica también a la totalidad del cuerpo viviente lo que se aplica a las partes (véase p. 169). A partir de lo cual se entiende que, un ente que no se encuentre en posesión de su entidad definitoria, no podrá ser tal cosa. Es decir, un animal que no posea las facultades propias del alma sensitiva, no podrá ser animal en potencia. ^[b]Estas facultades mencionadas son obra del cerebro del cuerpo, ya que es precisamente aquel órgano el que permite que este puede moverse, desear, tener memoria y/o imaginar. ^[c]Es debido a esto, que desde el momento en que un embrión demuestre signos de actividad cerebral, este podrá recién ser considerado como animal en potencia, ya que de esta manera se tendrá certeza de que eventualmente el animal será capaz de encontrarse en posesión de las facultades de su alma sensitiva.

Por otro lado, se encuentra que Aristóteles en el segundo capítulo, llama animales a todos los seres que primordialmente son plantas. Esto, con la intención de referirse a seres que ni se mueven ni cambian de lugar, pero poseen sensación (véase p. 172). Si se establece una comparación entre el recién mencionado animal (en realidad planta) con un embrión animal que aún no presenta actividad cerebral alguna, se encuentra que ambos están en posesión de facultades similares, como lo son la imposibilidad de moverse, tener memoria y/o imaginar. Simplemente tienen la capacidad de nutrición y, por ende, lo que esta conlleva. Lo cual corresponde a elementos característicos del alma nutritiva propuesta por el autor. ^[d]Dicho esto, se puede afirmar desde el pensamiento Aristotélico que hasta que un embrión animal no muestre indicios de actividad cerebral, será de momento, considerado como planta y no como animal en potencia, dado que este se encontrará únicamente en posesión de un alma nutritiva. ^[e]

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