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Act. Adquisicion Etapa 3 Filosofia


Enviado por   •  20 de Abril de 2015  •  2.688 Palabras (11 Páginas)  •  11.598 Visitas

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I. Descartes plantea que su propósito para la elaboración del Discurso del método es exponer el modo en que él ha conducido su razón y que considera el más provechoso para llegar al conocimiento gradual de la mayor cantidad de verdades posibles sin temor al error, y que consiste en dirigir ordenadamente los pensamientos. Para esto compila una serie de hechos y de consideraciones que se ha ido formulando acerca del modo de conocer y de las ciencias existentes, dudando de las opiniones que se ha forjado hasta ese momento y que provienen de otras opiniones, de las de sus educadores, familiares, colegas, costumbres e incluso de las ciencias, a las que no quita valor práctico, sino que las reconoce útiles como camino inicial, pero que deben ser cuestionadas, entre otros, por el hecho de que derivan de la filosofía, ciencia en que no hay alguna cosa que "no sea objeto de disputa, y, por consiguiente, dudoso" . Con todo, Descartes no propone como finalidad la enseñanza de este método sino sólo su exposición, y es por eso que se titula Discurso y no Tratado del método.

II. En la segunda parte del Discurso del método, Descartes enumera cuatro reglas, tomadas de la lógica, a las que considera fundamentales para constituir el método correcto para dirigir la razón natural hacia la verdad.

La primera de ellas sugiere que no hay que considerar nada como verdadero si no es lo suficientemente evidente, demanera que no sea posible ponerlo en duda; el concepto de evidencia en Descartes encierra que el conocimiento debe presentarse claro y distinto a la razón de manera que no haya lugar para la duda. Del mismo modo, en la Primera Meditación, plantea que "a las cosas que no son enteramente ciertas e indudables debo negarles crédito con tanto cuidado como a aquellas que parecen manifiestamente falsas". Esta regla no debe pensarse como escepticismo (más bien todo lo contrario), sino como modo de proceder fundamental para la organización correcta de los principios que se presenten como indudables y que constituirán el primer eslabón en la cadena de las verdades a las que se arribe.

La segunda regla supone una división tal de las dificultades que se presenten ante la razón, que luego sea posible solucionarlas de la mejor manera. Es decir, que se debe dividir tanto las dificultades, que queden simplificadas de tal modo que pueda solucionarse fácilmente cada una de ellas. Así es como procede Descartes, en la Tercera Meditación, cuando se propone demostrar la existencia de Dios, verdad que permitirá (junto a la de su existencia, ya esclarecida) hacer evidentes otras tantas cosas. Para demostrar, entonces, la existencia de Dios, Descartes se propone seguir “el orden de meditación que [se ha] propuesto, que consiste en pasar por grados de las primeras nociones que encuentre en [su] espíritu a las que puedaencontrar después” (tercera regla) y reconoce entonces que es necesario dividir “aquí todos [sus] pensamientos en ciertos géneros, y considerar en cuáles de estos géneros existe propiamente la verdad o el error”.

La tercera, plantea que debe procederse de modo tal que se empiece a razonar sobre las cosas más simples y fáciles de conocer para ir ascendiendo gradualmente hacia las más complejas e ir dirigiendo el pensamiento para lograr este objetivo ordenando los objetos de la mejor manera considerada, aunque no se nos presenten así por naturaleza. En este sentido, Descartes concede que hay que dejar de lado las ciencias y objetos que se nos muestren de manera oscura y, en cambio, "reconocer que hay cosas aún más simples y más universales, que son verdaderas y existentes" y que, contrariamente a lo que se piensa, son muchas más de las que se cree. Además, plantea que son la aritmética y la geometría las ciencias que se ocupan de cuestiones más simples, aunque no se encuentren en la naturaleza los objetos de tales ciencias y que en principio, sirven como práctica para razonar debidamente y acostumbrar el pensamiento a ese método.

Esta regla, en mi opinión, se traduce inevitablemente de la primera, y encierra a su vez la idea de deducción e intuición presentes en el concepto de evidencia cartesiano (ver punto III.), ya que el proceder gradual y ascendentemente desde las verdades más simples a lasmás complejas conlleva a un enlazamiento de estas certezas que se originan en los principios procedentes de la intuición cartesiana y que al ser principios son el origen de las demás conclusiones.

En la última regla, Descartes expone que debe hacerse un recuento y una revisión general para cerciorarse de que no se omite nada. Y es así como procede al finalizar su Segunda Meditación, cuando arriba a la conclusión de que los cuerpos no pueden concebirse más que a través del entendimiento, y que es, por esta razón, más fácil de conocer su espíritu que el cuerpo; y que, en vez de proseguir planteando este razonamiento, expone: "será conveniente que me detenga un poco en este lugar para que, debido a la extensión de mi meditación, imprima más profundamente en mi memoria este nuevo conocimiento".

III. Al inicio de la Tercera Meditación, cuando ya ha arribado a su primer certeza, es decir, la de su propia existencia (ver punto V.), Descartes plantea: “En este primer conocimiento no se encuentra más que una percepción clara y distinta de lo que conozco; la cual en verdad no sería suficiente para asegurarme de que es verdadera si pudiese ocurrir alguna vez que fuese falsa una cosa concebida por mí tan clara y distintamente y, por consiguiente, me parece que ya puedo establecer por regla general que todas las cosas que concebimos muy clara y distintamente son verdaderas”. A partir de esta afirmación esposible concluir que el criterio de verdad o certeza en Descartes parte de la evidencia, y ésta encierra la idea de que para estar seguro de alguna cosa, la comprensión debe ser clara y distinta de manera que produzca un conocimiento verídico e indudable. Para poder alcanzar esta evidencia, Descartes propone en un principio la duda metódica, universal e hiperbólica como procedimiento indispensable para comenzar a investigar desde los fundamentos, sin ningún juicio previo.

En este sentido se deshace en sus meditaciones de todas las opiniones que ha ido forjando con respecto a las cosas, y por esto "la mente que duda, no emite juicio, porque el peso de la afirmación o negación de un enunciado mantiene en equilibrio la balanza de nuestra inteligencia. La contingencia de lo individual, trae consigo el enfrentamiento con lo múltiple, que nos lleva a la opinión, donde se emite un juicio en el cual se es consciente de la posibilidad de errar". Con todo, Descartes ve en este método un camino para arribar a la verdad, aunque esa verdad sea que nada es cierto; es una duda que pretende hacer nacer

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