Altar De Muertos
Enviado por IsamarYBorrado • 26 de Enero de 2015 • 1.800 Palabras (8 Páginas) • 211 Visitas
El altar de muertos: origen y significado en México
Dentro de la visión prehispánica "el acto de morir era el comienzo de un viaje hacia el Mictlán, el reino de los muertos descarnados o inframundo, también llamado Xiomoayan, término que los españoles tradujeron como infierno. Este viaje duraba cuatro días. Al llegar a su destino, el viajero ofrecía obsequios a los señores del Mictlán: Mictlantecuhtli (señor de los muertos) y su compañera Mictecacíhuatl (señora de los moradores del recinto de los muertos). Estos lo enviaban a una de nueve regiones, donde el muerto permanecía un periodo de prueba de cuatro años antes de continuar su vida en el Mictlán y llegar así al último piso, que era el lugar de su eterno reposo, denominado 'obsidiana de los muertos'".
Y es que año con año, millones de mexicanos montan altares, realizan ofrendas y visitan cementerios para honrar a sus difuntos y mantener la esperanza de reencontrarse algún día con ellos.
Para estar a tono con la celebración, que ya se encuentra próxima, te presentamos algunos datos sobre el Día de Muertos mexicano, que dan forma a este Top 5.
1.- Orígenes ancestrales
El Día de los Fieles Difuntos, que combinándose con la cultura y las tradiciones prehispánicas de Mesoamérica daría origen al Día de Muertos celebrado el 2 de noviembre en México no tuvo su origen en Roma, como ha llegado a creerse, sino en Francia, donde en el año 998, San Odilo, quinto abad del Gran Monasterio de Cluny, tuvo la idea de rezar por el descanso de todos los muertos.
En Cluny ya existía una celebración similar, que eran los "psalmi familiares", pero estos eran dedicados exclusivamente a quien pertenecía a linajes aristocráticos; lo que hizo San Odilo, por decirlo en palabras simples, fue "democratizar" la celebración.
2.- Adopción en el catolicismo
La idea de Odilo fue bien recibida en Francia, y Roma decidió adoptarla hacia el siglo XIV. Posteriormente esta se fue extendiendo por toda la Iglesia católica, llegó a España en el siglo XV y de allí los conquistadores la llevaron al nuevo continente, donde se mezclaría con las ya existentes tradiciones indígenas.
3.- Celebraciones en América
Algunas celebraciones para honrar a los muertos ya existían en la América precolombina desde hace tres mil años; los aztecas, los mayas, los purépechas, los nahuas y los totonacas acostumbraban guardar los cráneos de los fallecidos y mostrarlos como trofeos durante rituales que simbolizaban tanto a la muerte como al renacimiento.
Particularmente en el caso de los aztecas, las celebraciones a los difuntos tenían lugar el noveno mes de su calendario, duraban un mes entero y eran presididas por el dios Mictecacíhuatl o Dama de la Muerte.
4.- Surgida del encuentro de dos culturas
A su llegada a América y lo que hoy es México, los conquistadores españoles se toparon con las costumbres ya existentes y las mezclaron con sus celebraciones, moviéndolas al 2 de noviembre para que coincidieran con sus celebraciones. Así surgió la festividad del Día de Muertos en México, por lo que muchos especialistas consideran que es una fiesta sincrética.
5.- Forma de celebrarse actual
Durante el Día de Muertos se acostumbra visitar los cementerios, dedicar ofrendas florales y montar altares para honrar a los difuntos.
Uno de los principales festejos gira en torno a esos altares, precisamente. Se inicia encendiendo veladoras para proseguir a compartir momentos y anécdotas de la persona difunta a la que se ofrece el altar y se termina apagando las velas y deseándole un buen viaje de regreso al difunto, pues se cree que durante este día las almas tienen permitido regresar momentáneamente a la tierra.
Dentro de la simbología del Día de Muertos en México se encuentran también elementos como el pan de muerto, las calaveras, las flores y las calaveritas literarias, que son rimas sobre algún ser vivo y su relación con la muerte que se dice viene a buscarlo por algún motivo específico.
El altar de muertos
Como ya comentamos, el altar es la representación iconoplástica de la visión que todo un pueblo tiene sobre el tema de la muerte, y de cómo en la alegoría conduce en su significado a distintos temas implícitos y los representa en forma armónica dentro de un solo enunciado.
El altar de muertos es un elemento fundamental en la celebración del Día de Muertos. Los deudos tienen la creencia de que el espíritu de sus difuntos regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia ese día, y así consolarlos y confortarlos por la pérdida.
El altar, como elemento tangible de tal sincretismo, se conforma de la siguiente manera. Se coloca en una habitación, sobre una mesa o repisa cuyos niveles representan los estratos de la existencia. Los más comunes son los altares de dos niveles, que representan el cielo y la tierra; en cambio, los altares de tres niveles añaden a esta visión el concepto del purgatorio. A su vez, en un altar de siete niveles se simbolizan los pasos necesarios para llegar al cielo y así poder descan- sar en paz. Este es considerado como el altar tradicional por excelencia. En su elaboración se deben considerar ciertos elementos básicos. Cada uno de los escalones se forra en tela negra y blanca y tienen un significado distinto.
En el primer escalón va colocada la imagen de un santo del cual se sea devoto. El segundo se destina a las ánimas del purgatorio; es útil porque por medio de él el alma del difunto obtiene
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