Amaras a Dios sobre todas las cosas
Enviado por udhwfuie • 29 de Abril de 2015 • Tesis • 614 Palabras (3 Páginas) • 174 Visitas
1. Amaras a Dios sobre todas las cosas.
o Querer saber cosas que pasen en un futuro.
o Poseer cosas materiales y le des mayor amor o valor que al mismo Dios.
o Ir a ver magos.
o Creer en supersticiones.
o Practicar magia.
Adoramos a Dios por su existencia y porque la reverencia y la adoración son la respuesta apropiada a su aparición y a su presencia. «Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto» (Mt 4,10).
Pero la adoración a Dios sirve también al hombre, pues le libera del servicio a los poderes de este mundo. Donde ya no se adora a Dios, donde él ya no es reconocido como el Señor de la vida y de la muerte, otros usurpan su lugar y ponen en peligro la dignidad humana. (YOUCAT 353)
2. No tomaras el nombre de Dios en vano.
o No se debe de pronunciar el nombre de Dios sin respeto.
o No se debe de jurar en vano.
o No se debe de jurar para decir una mentira.
o Si no cumplimos una promesa bajo el nombre de Dios, le estamos faltando al respeto.
o Jurar por el nombre de Dios para tu beneficio.
Decir a alguien el propio nombre es una muestra de confianza. Al decirnos su nombre, Dios se da a conocer y nos concede, mediante este nombre, el acceso a él. Dios es totalmente verdad. Quien invoca a la verdad por su nombre, pero la emplea para testificar una mentira, comete un pecado grave.
No se debe pronunciar el nombre de Dios de forma irreverente. Pues lo conocemos únicamente porque él nos lo ha confiado. El nombre es la llave de acceso al corazón del Todopoderoso. Por eso es una falta grave blasfemar, maldecir usando el nombre de Dios y hacer falsas promesas invocando su nombre. El segundo mandamiento es por tanto una defensa de todo lo «santo». Lugares, objetos, nombres y personas que han sido tocados por Dios son «santos». La sensibilidad por lo santo se denomina reverencia. (YOUCAT 359)
3. Santificaras las fiestas
o No obedecer al tercer mandamiento.
o Cambiar el día del Señor por trabajar para ganar algo material.
o Faltar a la casa del Señor solo por flojera.
o Tener prioridad por otras cosas.
Los cristianos han reemplazado la fiesta del SÁBADO por la fiesta del domingo porque Jesucristo resucitó de entre los muertos en domingo. Pero el «día del Señor» asume en sí elementos del sábado.
De este modo el domingo cristiano tiene tres elementos esenciales:
1. Nos recuerda la Creación del mundo e introduce el resplandor festivo de la bondad de Dios en el tiempo;
2. Nos recuerda el «octavo día de la Creación», cuando el mundo se renovó en Cristo (como dice una oración de la noche de Pascua, «oh Dios, que con acción maravillosa creaste
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