Ambivalencia de la palabra Ética

iguel Giusti

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Ambivalencia de la palabra Ética.

Qué es la ética? ¿A qué experiencia humana nos referimos cuando hablamos de ella, y por qué se

convenido en darle este nombre? Una introducción así no es inusual en los textos que nos

plican el origen de la ética. Es más bien frecuente que se busque responder a esas

guntas mencionando un episodio de la Ilíada, al que se le atribuye una fuerza simbólica

jemplar.

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El episodio se halla en los últimos cantos del poema. Aquiles, dolido y enfurecido

la muerte de su amigo Patroclo, desafía a Héctor ante las puertas de la muralla de Troya, y

lea en duelo personal con él hasta hacerlo morir.

diento aún de venganza, ata su cadáver a un carro y lo arrastra repetidas veces alrededor

la ciudad amurallada en presencia de sus conciudadanos y sus familiares, y se lleva consigo

go el cadáver con la intención de entregarlo a los perros. Es precisamente en el

mento en que Aquiles desata su furia para ensañarse con el cadáver de su enemigo

muerto, que comienzan a oírse y a multiplicarse las voces que reclaman un “¡Basta ya!”, basta

semejante desmesura. Inicialmente es Príamo, el padre de Héctor, quien expresa su protesta

ordándole a Aquiles que él también ha tenido una familia y un padre, apelando así a su

periencia vivida para que se apiade de ellos y les devuelva el cadáver, al que quieren darle una

bida sepultura. El reclamo de Príamo no se refiere a la muerte de su hijo en el duelo, sino al

nsañamiento y a la crueldad de Aquiles. Luego siguen los dioses, quienes, pese a haber

stado siempre

tomando partido por uno o por otro en los combates, reconocen también que se

produciendo una desmesura, y deciden intervenir para detenerla. Leemos así que los

dioses protegen el cuerpo de Héctor para que no se deteriore con los maltratos ni el tiempo, y

ntan a Príamo a ir en busca de su hijo por entre las tropas enemigas, hasta que Zeus,

lmente, persuade al propio Aquiles a aplacar su ira y a acceder al encuentro con Príamo

ra devolverle el cuerpo.

ósofo, director del Instituto de Democracia y Derechos Humanos y del Centro de Estudios Filosóficos de la

tificia Universidad Católica del Perú.

Hay muchos textos introductorios que tratan de explicar el sentido y los alcances de la ética como

riencia y como disciplina. Menciono a continuación solo algunos que pueden ser particularmente útiles y

esentativos: Albert, Hans, Etica y metaética, Valencia: Teorema, 1978; Camps, Victoria (ed.), Historia de la

ética, Barcelona: Crítica, 1989, 3 volúmenes; Camps, V., Guariglia, O. y Salmerón, F. (eds.), Concepciones de la

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