Amor y verdad- josé ramón perez

CAPITULO I:

Hablar sobre la verdad, es hablar desde la verdad. Desde ella se intenta analizar el diálogo, aquello que nos da sentido es la verdad. Todo diálogo para que sea real, debe darse desde la verdad. La verdad mide el espacio, el tiempo y nuestra época histórica. El hecho de nuestra realidad histórica contemporánea tiene hoy un sentido, sentido que viene dado por la verdad de los principios.

La tarea específica de toda institución universitaria consiste, en primer lugar y fundamentalmente, en poner en evidencia los principios. Pero, son los principios los que arrojan luz sobre los hechos. En segundo lugar, es también tarea de la universidad, poner en manifiesto el hecho histórico contemporáneo desde los principios. Recién ahora podremos hablar y decir que nuestra verdad es realidad. Recién entonces podremos dialogar, porque hablaremos con sentido.

Nuestro modo de filosofar, siendo nosotros cristianos, no puede ser sino el modo de filosofar de un filósofo cristiano. Sin ninguna duda afirmamos que el principio que da sentido a toda realidad es Dios. La consecuencia inmediata de este principio es que el hombre es un ser humano. El carácter de humanidad le es dado al hombre por el hecho de ser persona. El hombre desde el comienzo de todos los tiempos, es persona.

Dios existe y existe el hombre ante Él, y son principios porque son evidentes, no para nosotros sino, para Dios.

Nuestro modo de filosofar es un filosofar desde la fe cristiana. Y es claramente posible explicar nuestro “hecho”. Porque es evidente que la fe, es un hecho. Esto de filosofar desde la fe, nos parece, lo más correcto. Proceder de otro modo, sería negarnos a nosotros mismos, o bien, jamás haber tenido fe.

Ahora bien, no sólo son decisivos estos dos principios dados por la fe, sino también, otros dos principios: el ente y el amor. El hombre es un ser que conoce. Aquello que primeramente concibe la inteligencia y en lo que resuelve todos los conocimientos es el ente. El ente es el primer principio del conocimiento humano. No se daría conocimiento si no se diese esté principio y no habría posibilidad de fundamentación de todas las ciencias humanas. Lo que fundamenta toda la realidad es un principio personal, causa creadora del ente.

Es tarea universitaria ver con claridad los principios, la base de sus sentidos y de su realidad. Pero, resulta imposible tomar conciencia de la verdad si en nosotros no se da ese espíritu indispensable para la captación de la misma.  

La verdad, en efecto, no puede ser utilizada porque no somos nosotros quienes la poseemos. Simplemente es la verdad, la que nos hace a nosotros y nos constituye; por esa razón es que no hay realidad nuestra que no sea un don. Don que nos constituye desde la raíz y que nos hace ser no sólo lo que somos, sino, también, lo que debemos ser.

El hecho nuestro contemporáneo es un hecho que depende inmediatamente de la época anterior, o sea, de la edad moderna. ¿cómo se nos aparece lo contemporáneo? Se nos aparece en primer lugar, como el tiempo de la muerte de un Dios, en segundo lugar, en que el hombre no es persona, desaparece el amor y rige la violencia, y, en tercer lugar, el poder técnico que el hombre ha logrado desarrollar. Finalmente, la superación de la muerte de Dios y la negación de la dignidad del hombre.

CAPITULO II

...