Andragogia
Enviado por arisleiidys1008 • 3 de Junio de 2015 • 565 Palabras (3 Páginas) • 138 Visitas
A la hora de enseñar a adultos debemos tener en cuenta diversos factores y múltiples aspectos que pueden incidir de una u otra manera en el proceso de aprendizaje.
En este apartado vamos a ver cuáles son esas características propias que poseen y cómo es su influencia:
• Poseen una serie de opiniones y valoraciones preestablecidas y prácticamente inamovibles, por lo que el/la formador/a tendrá dificultades a la hora de introducir aspectos que puedan variar el concepto que el alumnado tiene de estas opiniones; pueden ver la novedad como una amenaza, provocando una resistencia al cambio.
• Tienden a la autonomía y autodirección de su trabajo en el aula, por lo que en un principio les puede costar aceptar la autoridad del/ de la formador/a.
• Alto nivel de expectativas y de aspiraciones son otros aspectos destacables, que pueden desembocar en impaciencia y ansiedad, pues tienden hacia la economía del tiempo y del esfuerzo, por lo que aparecerán estas características si no ven resultados de aprovechamiento desde el primer momento.
• Estrechamente ligado al punto anterior aparecerá el alto nivel de exigencia que presentan hacia el/ a la formador/a.
• Miedo a hacer el ridículo frente a sus compañeros/as de clase, por lo que nunca debemos fomentar la competitividad en el aula.
• Motivación:
Puede producirse por factores internos o externos:
-Internos: Aumentar conocimientos para satisfacción personal, por ejemplo, el adulto que no pudo estudiar en su niñez y decide sacarse el graduado escolar.
-Externos: Estos factores aparecen desde fuera del sujeto, por ejemplo, el trabajador que puede promocionar de puesto de trabajo (aumentando posición y sueldo) realizando un determinado curso formativo.
Estas características pueden jugar un papel positivo o negativo, en función de cómo el/la formador/a las maneje y sepa contrarrestarlas o potenciarlas.
Hay que ser muy cuidadoso, pues pueden provocar una enorme resistencia por parte del alumnado en el caso de no saber dirigirlas.
Por todo ello trataremos en todo momento de:
• Tener grupos reducidos, que facilitarán el contacto directo con cada alumno/a manteniendo una relación más estrecha entre formador/a y alumno/a que redundará en el mantenimiento de la atención y la motivación.
• Conocer cuál es la formación previa del alumnado, así como sus intereses y motivaciones para la realización de la formación/capacitación.
• A la hora de trabajar con el alumnado en el aula debemos procurar facilitarles siempre la información de la manera más precisa y concreta posible, destacando sobremanera la información más relevante, creando una estructura que haga que organicen y relacionen la información que ya saben con la que están adquiriendo. Esta información deberá siempre seguir un progreso lógico, sin saltos.
• Presentar
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