Antigona frente al destino

ANTÍGONA FRENTE AL DESTINO

Nombre: Mariafernanda Alarcón Vargas                                                            

 Código:20204076

En la tragedia dramática de Antígona de Sófocles analizaremos las decisiones del personaje de Antígona frente al destino. El destino es algo inevitable y Antígona se encuentra sentenciada por este mismo, debido a la maldición de su linaje que cae por Edipo, solo puede terminar por ella resignándose a su muerte y con esto purgando su descendencia, además de dar pie a una reflexión por un propósito colectivo de que lo divino siempre se pondrá frente a las leyes del estado.

En esta obra ningún oráculo predice el destino, sin embargo, por medio de Tiresias se le da la advertencia a Creonte, en la cual los dioses se encuentran enfadados por sus acciones, pero por necio reacciona demasiado tarde en el momento se cumple la última profecía en la cual se hijo y esposa se quitan la vida y ya el daño es irremediable, esto es castigo de los dioses al intentar sobreponer su tiranía sobre ellos. Pudo evitarse el destino, pero asimismo este es innegable y los que tienen la decisión final de este son los dioses.

El personaje de Antígona tiene como pilares el amor a su hermano, su vigor y firmeza al momento de tomar la decisión de heroicamente, honrar y darle una muerte digna al cadáver de su hermano Polinices. Por medio de las acciones, como cada decisión que realiza Antígona, la lleva al destino preparado por los dioses, el cual es más un descanso y recompensa para ella por parte de los dioses, al haber sido testigo de todo el sufrimiento de sus seres queridos.

El inicio del camino de las decisiones que toma Antígona, empieza al desobedecer la voluntad de Creonte, defendiendo las leyes divinas por encima de todo, respetando a los dioses y el amor por su familia. Mientras tanto su hermana Ismene, que es la oposición de Antígona, se niega a cooperar, aunque al final decide ayudarla, Antígona la rechaza y la considera indigna de anteponer su vida a la justicia que desea ejecutar Antígona, violando la ley de los hombres poniendo a la ley divina sobre la autoridad que es Creonte, quien pone la política por encima de los dioses.

Antígona toma la decisión de quitarse la vida habiendo sepultado a su hermano cumpliendo con la ley divina, resignándose, pero a su vez aceptando su destino y poniéndolo en manos de los dioses

“ANTÍGONA: ¡Oh ciudad de mis padres en el país tebano! Y vosotros, dioses de mis padres, ya me están llevando. Nada espero. ¡Ved, jefes tebanos, a la última de las hijas de vuestros reyes! ¡Ved qué ultrajes sufro y por qué manos los padezco, por haber respetado la religión de los Muertos!”

Antígona hace frente a las leyes impuestas por los hombres y tiene como consecuencia el destino que acompaña a su familia, esperando ser llevada por los dioses de “abajo”; además de terminar con la maldición al decidir sacrificarse siendo aun virgen como enmienda al ser hija de un incesto, completando el sacrificio para los dioses inmortales.

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