Análisis antropológico del urbanismo en Metrópolis de Fritz Lang
Enviado por Arturo Martínez Gil • 22 de Junio de 2019 • Ensayo • 1.756 Palabras (8 Páginas) • 110 Visitas
¿Consideras que los espacios urbanos y arquitectónicos de la película Metrópolis articulan de alguna manera las relaciones, o la ausencia de éstas, entre los personajes?
A lo largo del curso hemos estudiado los diferentes modelos arquitectónicos y urbanísticos que han existido a lo largo de la historia, y si hay algo que podamos afirmar sin miedo a errar es que a la base cada uno de ellos se encuentra una concepción particular y concreta del cuerpo humano.
De lo dicho se podría, por lo tanto deducir, que la respuesta a la pregunta que encabeza el presente ensayo es una rotunda afirmación. Ernst Tugendhat comprendía la antropología filosófica como filosofía primera y situaba el fundamento de toda filosofía (y por ende, de toda actividad humana) en la comprensión mutua, que a su vez engendra un entendimiento objetivo intersubjetivo. Parece lógico sostener, en base a ello, que las distintas formas de cómo entendemos lo que somos, y por lo tanto, de cómo entendemos lo que los demás son, determinan de manera esencial la existencia de diferentes tipos o modelos de relaciones personales.
En Carne y piedra, Sennett realiza un trazado por la historia de la civilización y analiza el modelo de cuerpo humano que subyace al estilo urbanístico de cada época concreta. Sin embargo, para el presente ensayo tendré en cuenta, casi exclusivamente, su análisis sobre la Edad Contemporánea, ya que la película a analizar se desarrolla en una ciudad futurista durante el siglo XXI. Sennett sostiene que en la sociedad de dicha época (E. Contemporánea) se ha producido una privación sensorial, una reducción de la concepción de la propia corporalidad debido fundamentalmente a dos factores interrelacionados: las tecnologías, donde incluye los medios de masas y la velocidad; y el extendimiento de las geografías, gracias también a la velocidad. Yo me serviré tan solo del último de ellos.
Mantiene Sennet que el desplazamiento geográfico a espacios fragmentados gracias a la velocidad, la cual adquiere primacía en la arquitectura racionalista, produce la visión del espacio (a recorrer) como mero medio para un fin que es el movimiento en sí, reduciendo la estimulación que genera el espacio en el sujeto, lo que produce (en el sujeto) un cuerpo pasivo, desensibilizado. Esta desensibilización, dice Sennett, da lugar al temor al roce, al contacto, el cual es patente en la planificación urbana contemporánea, que procura evitar, contener, minimizar y hasta negar el conflicto, llegando a identificar la misma ausencia de contacto con el orden.
Fritz Lang establece en su Metrópolis futurista una radical estratificación social bien ordenada y diferenciada que se patentiza ya en el lenguaje formal, situando a la élite de propietarios y pensadores a la que denomina “Club de los Hijos” en la superficie, mientras que la casta de trabajadores, “la ciudad de los trabajadores”, viven bajo la ciudad y trabajan sin cesar para que los primeros puedan continuar con su elegante y despreocupado modo de vida. Esto dividiría los tipos de relaciones personales posibles en tres según la clase a la que perteneciera cada miembro: trabajador-trabajador, rico-rico, trabajador-rico. Sin embargo es especialmente relevante el hecho de que ninguno de los dos estratos sepa de la existencia del otro (salvo los cargos más relevantes de ambos o eso es lo que se da a entender en la película) puesto que reduce el abanico de relaciones interpersonales al marco propio de cada clase.
En la ciudad de la superficie destaca a primera vista la luminosidad de la misma frente a la decadente oscuridad que predomina en la ciudad subterránea. La luz, que es una clara metáfora de la razón, de la fe en el progreso, ya que en la superficie se encuentran las mentes, el cerebro de la urbe, mientras en el subsuelo están los trabajadores, los brazos. Observamos también que en la superficie hay una gran diversidad, generando un amplio abanico simbólico en cuanto a las relaciones que de ella se derivan, ya que podemos encontrar en ella emplazamientos de todo tipo, entre los que destacan:
El Jardín del Edén con su puerta de corte claramente modernista y las columnas imitando a árboles, afín con el movimiento organicista, de probable inspiración gaudiana. Está construido para el deleite sensorial de los hijos, para el encuentro con la naturaleza y los placeres más ligeros, como es en el caso el encuentro de Freder con mujeres, exento de lascividad.
El estadio deportivo de obvia inspiración clásica, a cielo abierto, con muros muy altos sobre los cuales se pueden observar esculturas de hombres en movimiento que muestran las proporciones canónicas grecorromanas. Aquí es donde los hijos cultivan sus cuerpos y establecen también relaciones de compañerismo o competitividad entre similares.
El burdel Yoshiwara de arquitectura oriental, la cual está relacionada con lo exótico y lo sensual, de ahí que este lugar sea concebido para el pecado, pues las relaciones que allí tienen lugar son sólo físicas, carnales, ostentosas y lujuriosas. Es un lugar para las pasiones más bajas e innobles.
La casa de Rotwang, el científico, destaca en medio de la urbe futurista por su particular aspecto medieval (de hecho incluso en la película se narra esto) que acerca a lo siniestro, lo desconocido, a la época más oscura de la Edad Media, llevándonos a ver al científico como un alquimista. La relación a destacar en este espacio podría ser el aislamiento de Rotwang frente a la
...