Axiologia
Enviado por vallesilva • 17 de Octubre de 2014 • 10.831 Palabras (44 Páginas) • 204 Visitas
La axiología, o teoría general de los valores, ciencia muy de moda en la primera mitad del siglo XX, plantea tres corrientes o escuelas en torno a los valores.
La primera La Subjetivista o Sicologista, que considera los valores como vivencias subjetivas o ínter-subjetivas que dependen exclusivamente de factores psicológicos o sociales y por lo mismo sujetos al capricho de los gustos o la moda. La segunda La idealista o platónica que sostiene que los valores residen de alguna forma en las realidades que yo considero valiosas, pero que estas realidades nunca agotan los valores; los valores son ideales intemporales y eternos, válidos para todos los tiempos y lugares, independientes del sujeto que los aprecia o los realiza. Y la última, la corriente Realista o Neoescolástica, apegada al famoso realismo Aristotélico, estima los valores como cualidades físicas o morales inherentes a personas o cosas y por lo mismo formalmente objetivos, contenidos reales que el hombre puede abstraer y considerar en sí mismos. Estas tres visiones se esfuerzan por rescatar indistintamente al sujeto, al objeto o al mismo valor, pero llevándonos a asumir posiciones axiológicas extremas (relativismo o absolutismo).
Al tener nuestra Filosofía una concepción del hombre como ente integral que se realiza en una existencia real, debemos encontrar una posición axiológica congruente con nuestra intencionalidad educativa, un eje que jalone y le dé sentido a nuestro discurrir por el mundo, y que supere las posiciones excluyentes definidas por la axiología clásica. Y es desde allí donde nos alineamos con la visión axiológica de Germán Marquínez Argote, quien coloca como fin último del valor, la vida: "Entendemos la vida no en forma abstracta, histórica, individualista, parcial, sino en forma concreta, histórica, social e integral. (...) El hombre integral, y por lo tanto real, es una realidad sicosomática: unidad espiritual y carnal; animal político y social, creador de cultura, tradicional, utópico y trascendente".
A partir de esta visión se encuentra diseñada nuestra estructura curricular que se sustenta totalmente en todos aquellos valores que elevan y dignifican al hombre, nuestras aulas y espacios educativos son sitios de formación personal y social en la búsqueda de hombres y mujeres íntegros, justos, tolerantes, productivos y amantes de la belleza y la alegría, y generadores de cambio para Colombia.
El hombre entendido de esta manera debe ser la referencia de todo valor. Ser concreto que tiene derecho y obligación de vivir su vida individual, social e histórica.
2. La axiología (del griego άξιος 'valioso' y λόγος 'tratado'), o filosofía de los valores, es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios valorativos.1 El término axiología fue empleado por primera vez por Paul Lapie2 en 1902 y posteriormente por Eduard von Hartmann en 1908. La reflexión explícita acerca de los valores, sin embargo, es anterior a la noción de axiología y puede remontarse a Hume, quien se preocupa principalmente por los valores morales y estéticos y elabora una teoría antimetafísica y nominalista de los valores. Con todo, la teoría de Hume define los valores como principios de los juicios morales y estéticos, visión que será criticada por Friedrich Nietzsche y su concepción genealógica de los valores, según la cual no sólo los juicios estéticos y morales dependen de valores, sino que hasta las verdades científicas y las observaciones cotidianas responden a ciertos valores y formas de valorar. Por otro lado, también Marx utiliza un concepto económico de valor para fundamentar en buena medida sus críticas y análisis socioeconómicos.
La axiología no sólo trata abordar los valores positivos, sino también los negativos, analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y considerando los fundamentos de tal juicio. La investigación de una teoría de los valores ha encontrado una aplicación especial en la ética y en la estética, ámbitos donde el concepto de valor posee una relevancia específica. Algunos filósofos como los alemanes Heinrich Rickert o Max Scheler han realizado diferentes propuestas para elaborar una jerarquía adecuada de los valores. En este sentido, puede hablarse de una «ética axiológica», que fue desarrollada, principalmente, por el propio Scheler y Nicolai Hartmann. Desde el punto de vista ético, la axiología es una de las dos principales fundamentaciones de la ética junto con la deontología.
De acuerdo con la concepción tradicional, los valores pueden ser objetivos o subjetivos. Ejemplos de valores objetivos incluyen el bien, la verdad o la belleza, siendo finalidades ellos mismos. Se consideran valores subjetivos, en cambio, cuando estos representan un medio para llegar a un fin (en la mayoría de los casos caracterizados por un deseo personal). Además, los valores pueden ser fijos (permanentes) o dinámicos (cambiantes). Los valores también pueden diferenciarse con base en su importancia y pueden ser conceptualizados en términos de una jerarquía, en cuyo caso algunos poseerán una posición más alta que otros. El problema fundamental que se desarrolla desde los orígenes mismos de la axiología, hacia fines del siglo XIX, es el de la objetividad o subjetividad de la totalidad de los valores. Max Scheler se ubicará en la primera de las dos posiciones. El subjetivismo se opondrá, desde el principio, a este enfoque. Y entenderá —a la antigua manera de Protágoras— que lo estrictamente humano es la medida de todas las cosas, de lo que vale y de lo que no vale, y de la misma escala de valores, sin sustento en la realidad exterior. Alfred Jules Ayer mismo, en Lenguaje, verdad y lógica, su obra temprana, dejará los juicios de valor fuera de toda cuestión, en virtud de que no cumplen con el principio de verificación empírica. De esta manera, lo ético y lo estético no son más que «expresiones» de la vida espiritual del sujeto. No una captación comprobable del mundo externo.
Desde el punto de vista de Nietzsche, sin embargo, no hay una diferencia esencial entre lo que la concepción tradicional llama «juicios de valor» y los juicios científicos, ya que ambos están fundamentados en valoraciones que se han configurado históricamente y que constituyen por sí mismas los modos específicos de interpretar y vivir. Asimismo, tampoco hay diferencia esencial entre el juzgar y el actuar, ya que ambas cosas consisten en el despliegue de ciertas fuerzas que por definición son fuerzas que valoran y cuyo movimiento también depende de valoraciones previas.
Dentro del pensamiento filosófico existe un punto central que es cómo queremos llegar a ser en
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