CAGLIOSTRO-BALSAMO
Enviado por jesua01 • 7 de Octubre de 2014 • 5.790 Palabras (24 Páginas) • 271 Visitas
CAGLIOSTRO-BALSAMO,
UN "NOBLE VIAJERO"
DE LA ESTAFA A LA ALTA MAGIA
Giuseppe Balsamo, es sin duda uno de los nombres más enigmáticos
del ocultismo
occidental. Sus admiradores lo tienen por mago, taumaturgo y gran
iniciado. Para sus
detractores es, sin embargo, falsario, estafador y proxeneta. El
equívoco procede de la
identificación entre ¿Giuseppe Balsamo? y el ¿Conde de
Cagliostro?, identidad que
asumió en un momento determinado de su vida y que correspondía a
la entidad
espiritual que supo evocar. Mientras Balsamo fue, en efecto, un
aventurero de dudosa
reputación, Cagliostro tiene, efectivamente todos los rasgos de un
gran iniciado.
Investido por esa entidad espiritual desconocida, Cagliostro,
acometió una gigantesca
tarea : quiso reformar la masonería fundando un rito propio,
participó en los asuntos
políticos, ingresando en la Orden de los Iluminados y
contribuyendo decisivamente a
erosionar el prestigio de la monarquía francesa. Fue considerado
por muchos como
¿mártir de la libertad? y ¿precursor de la revolución francesa?.
El solo se tenía por un
¿noble viajero?...
GIUSEPE BALSAMO, PRIMERAS ANDANZAS
Giuseppe Balsamo, había nacido en Palermo, en el suburbio
miserable de Albergaria,
donde se amontonaban rateros, proxenetas, rameras, hechiceras,
celestinas, adivinos
y convictos de la justicia. A los doce años se fuga del seminario
de San Roque donde
sus padres le habían internado. Sus primeros contactos con el
mundo de la alquimia
tendrían lugar en el convento de los Benfratelli. Sus constantes
faltas de respeto y
sacrilegios entrañaron su expulsión. En Roma ejerció de proxeneta,
alternando este
oficio con la brujería y magia que aprendió con el orfebre Marano.
En busca de más
conocimientos viaja a Constantinopla, Badgad, Esmirna, Alepo y El
Cairo. De regreso
a Roma, conocerá a la heredera de un fabricante de fajas, Lorenza
Feliziani, de espíritu
tan aventurero como él, su compañera fiel hasta su penúltima hora.
Giuseppe Balsamo conocerá en Mesina a un misterioso Althotas, de
edad y raza
indefinidas, mitad griego, mitad español, vestido con una exótica
zamarra albanesa,
gorro rojo y barba ; químico, decía poseer polvo transmutatorio.
Con el misterioso
personaje viajó a Egipto, Rodas y Malta. Es posible que en esta
última isla, fortificada
por los Caballeros de San Juan, conociera por primera vez a la
masonería. Algunos de
estos caballeros, estudiaban activamente el esoterismo y existían
numerosos
laboratorios de alquimia. El gran maestre de la Orden, Pinto de
Fonseca, de origen
portugués, estaba muy versado en hermetismo. Althotas, en el curso
de un
experimento, respiró accidentalmente vapores de un athanor y
murió. Balsamo, pocos
días después, abandonó la isla camino de Nápoles.
REALIDAD Y FICCION
En los primeros años de su vida, Balsamo no dudó en estafar,
falsificar y engañar. La
Inquisición reunió abundante material sobre esos años en los que
no dudaba en
presentarse como descendiente del jeque de La Meca, hijo putativo
de Acharat, último
rey de Trebisonda. Al ser destronado éste, su hijo -Cagliostro-
debió exiliarse, pero
resultó capturado en La Meca y vendido como esclavo a un notable
jeque quien lo
instruyó en la cábala y le otorgó el título de "Hijo desdichado de
la Naturaleza". Las
enseñanzas allí adquiridas le darían derecho a utilizar el título
de Gran Copto de Europa
y Asia. Encontró a una cofradía de derviches bailarines turcos, y
a los últimos
adoradores de Osiris. Fue a Damasco, conoció al sabio Althotas,
poseedor de los
arcanos superiores y con él llegó a Malta, isla en la que ambos en
un laboratorio
subterráneo, practicaron la alquimia. Enfrentados, Cagliostro mató
a su amigo. Tal fue
la génesis legendaria forjada por Cagliostro; es posible que la
mayoría de elementos
fueran fantaseados a efectos de urdir una "leyenda iniciática".
La realidad del origen de "Beppo" Balsamo era bien diferente: sus
padres procedían
de conocidas familias palermitadas; de la familia materna se sabe
que su abuela
procedía de la familia Cagliostro y su padre era un Bracconieri;
utilizaba
indebidamente el título de "conde" con el que ha pasado a la
historia. El no pretendía
que le correspondiera por herencia regular, sino que lo atribuyó
siempre a su condición
de "noble viajero", con la que siempre quiso entroncar, uniéndose
al linaje de Apolonio
de Tiana y otros antiguos, y luego, a los peregrinos medievales
que hicieron la ruta de
Santiago. Era frecuente que los alquimistas tradujeran sus
experiencias en el
laboratorio a un lenguaje simbólico en el que el leit motiv era
una larga peregrinación.
Uno de los maestros intelectuales de Cagliostro, Nicolás Flamel,
ya había utilizado el
tema del viaje a Santiago de Compostela como excusa para mostrar
veladamente las
distintas fases el proceso hermético. Cuando le preguntaron a qué
escuela pertenecía,
la contestación fue simbólica: "...una con muy pocos alumnos; de
ahí he atravesado
el mar Rojo y Egipto para venir aquí. Había hecho voto de viajar
como todos los de
su sociedad, por el bien de su sociedad". Solovioff vió en él a un
"iniciado
...