Cesc Pompeia

Esta es la casa de todos nosotros, Aunque algunos viven en el mundo de la luna, a millones y millones de otras cosas de todos los tipos y tamaños.

Todos estos espacios construidos, todo el ambiente creado por el ser humano, todo esto es arquitectura, incluso los huecos que construyeron los indios en Brasil hasta las mansiones, palacios e iglesias construidas aquí después de que los europeos   llegaron para tomar la tranquilidad de los indios.

Sin arquitectura las ciudades no existen, En San Pablo por ejemplo de las principales ciudades de Brasil, comenzó con la escuela hecha por sacerdotes Jesuitas y no tenían idea de que comenzaban a construir una de las metrópolis más grandes del planeta. La ciudad, comenzando por los colegios no dejó de crecer estando formado por muchas personas, diferentes inmigrantes de varias regiones y nacionalidades, muchos de ellos llegaron en el siglo pasado a trabajar y vivir en barrios industriales como pueblo de Pompeya.

En este barrio, en la década de 1930 se construyó una fábrica de tambores no los de tocar sino los de guardar y aquí comienza nuestra historia.

Mientras la fábrica seguía su curso, una mujer italiana llamada Lina, lejos de ahí, estudio arquitectura en La Universidad de la Indumentaria, algunos años después la fábrica de Pompeya dejo de hacer tambores y comenzó a fabricar carcasas para refrigeradoras, mientras tanto Lina no sabía que el   país que era su distinto, estaba esta fábrica esperando por ella.

Un día la fábrica dejo de reproducir carcasas para refrigeradoras y se convirtieron en una fábrica abandonada. La fábrica tenia mal aspecto, se convirtió en en una fábrica triste y solitaria. Mucho tiempo después la fábrica finalmente encontró a alguien que le diera otro significado, que la vistiera con un nuevo atuendo, el atuendo en el que hoy es conocida y que le dio rostro alegre.

Lina Bo bardi, que había partido de Italia en ese barco hace algunos  años ,  se convertiría en una de las  mejores arquitectas de Brasil. Entre otras grandes obras , ella ha diseñado el Museo de Arte de Sao Paulo, muy famoso y muy conocido por el territorio brasileño.  Lina También había vivido en Salvador de Bahia, hizo un  hermoso trabajo allí  y regreso a Sao Paulo con los dientes afilados para ser la encargada de convertir esa fabrica abandonada en una fabrica para actividades de ocio por Sesc Pompeia. Al llegar a la antigua fábrica estaba encantada, no sólo con elegancia el edificio que todavía estába en pie, sino también  porque había mucha gente reunida alrededor, niños jugando, los ancianos charlando, jóvenes jugando al futbol bajo la lluvia que caia por las grietas de los techos,  la gente había tomado la fábrica abandonada y creo un lugar de encuentro.

En la mente de Lina las ideas estallaron, pensó en una receta como si fuera a hacer un pastel, un poco de agua, un poco de fuego,  niños pequeños, jóvenes y mayores todos juntos libres y listos para hacer lo que quisieran. Lina pretendía conservar la calidez, sencillez y alegría que ella encontró.
En su primer contacto con el lugar, instaló un sitio de construcción que también era una oficina y llamo a muchas personas para ayudar a cambiar varias cosas , varios ingenieros y arquitectos  viajaron por trabajo.

Todo para mantener y también expandir lo que había visto. Cuando llego al piso, paredes y techos, mantuvieron la estructura y dejaron algunas de las paredes en exhibición para que la historia de las construcciones hable por si misma

Estos galpones  se convirtieron en una biblioteca,un teatro con la audiencia a los lados del escenario , un área de exhibiciones de juegos. Un lugar de VIVIR que al costado tenia un riachuelo que ella lo llamo San Francisco.

 representa la receta pensada por mí, es un lugar para aquellos que quieran hacer de todo un poquito de todo o nada, que también puede ser algo muy bueno para hacer.

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