Comentario a la epístola de 19 de Séneca a Lucilio
Enviado por talicid • 20 de Junio de 2017 • Apuntes • 1.862 Palabras (8 Páginas) • 201 Visitas
Santiago Cubillos Duran
Licenciatura en filosofía – 1531829
Universidad del valle
Epístolas morales a Lucilio
Comentario a la epístola 19
Introducción
La presente epístola se presenta como un llamado al retiro, el retiro estoico.
Quiero mediante la presente explicitar y comentar sobre líneas cuanto me fuere posible a mi estimado lector aquellas cosas en las que, según nuestras posiciones, puedo ayudarle como estudiante del curso. Temas que por otro tanto son recurrentes en Séneca y que nunca está de más reiterar. Por otra parte, las apreciaciones propias en consonancia con mi conocimiento hasta ahora aprendido son de vital importancia para ilustrar y dar ejemplos con el propósito de suscitar mejor entendimiento en nuestra loable tarea de embarcarnos en aguas estoicas.
Habrá ciertos momentos en la epístola en los que, a partir de las palabras del propio Séneca y otros varones ilustres, se citarán con propósito de otorgar carácter, tonalidad, para ilustrar y servir de ejemplo en las palabras que nuestro autor dedica a su amigo a lo largo del contenido epistolar. Conviene entonces disertar en términos claves presentes en la epístola, siendo estos la Fortuna, el Ocio y el Negocio. No siendo menos mi esfuerzo en comunicarte cuanto pudiese para ti a partir de esta epístola, intentaré reunir en un pensamiento breve las cosas que considero más fundamentales en nuestra lectura de la epístola. ¡Vale!
Comentario
Es bella y digna de admiración la amistad entre Séneca y Lucilio, cuando menos, digna de un elogio. La preocupación constante, la prodigalidad en sus consejos y prescripciones, la constancia en el ánimo para mantenerse orientados en la voluntad estoica, la confianza de sí y entre sí, las palabras que sin reserva exaltan con frecuencia el alma y la sinceridad o franqueza inalterable para comunicar cuanto deba ser moderado con prudencia bajo el cuidado de la razón, son conductas que a mis ojos hacen de esta amistad, también amistad intelectual, que el presente comentario sea conducido cuando fuere posible a modo de elogio.
Al comienzo de la epístola Séneca no escatima en palabras para su amigo en muestra de su alegría, pues le reconoce mérito a la mejoría de Lucilio, dice incluso que es algo que le llena de esperanza. Tampoco es una expresión de afecto desorientada, pues a lo largo de la epístola veremos un cambio respecto del principio, signo de que Séneca, aún tras su contento, no se muestra entusiasmado hasta el punto de desviarse de su acostumbrado estilo y forma de dirigirse a su amigo.
Es querido. Un amigo se alegra por otro, recordando así algo que una vez escribió para Lucilio en la epístola novena, a saber, que a una amistad es necesario amarla. Tampoco es un amor pasional, más bien un amor intelectual. Es fuerte el reconocimiento de su amigo, el uso de palabras como ‘’garantía’’ da certeza en ello, usándose como prueba de su alegría. Es fuerte entonces la presencia de la amistad entre ambos a lo largo de esta epístola pues, aunque no sea el tema preponderante de la misma, servirá en ciertos momentos a Séneca para otorgar un talante mayor en sus expresiones.
Es propio de un amigo velar de sí, pero también por su amistad. Es propio velar por un amigo cuando se puede cuidar de sí, aunque no se quiere decir que se deba descuidar la amistad mientras uno se encarga de los asuntos privados, sino que consiste en un llamado a la prudencia. Esa forma de amistad es prueba de la presencia de la lógica en correspondencia con la ética estoica, pues nadie considera propio prestar guardia cuando el cansancio es insoportable, tampoco reservarse a la quietud cuando el cansancio se ha disipado.
Comienza con una circunspección semejante nuestro querido Séneca, pidiendo a Lucilio que obre ahora, viento en popa, en aras de sí mismo y de su retiro. Séneca, como amigo de sí y de Lucilio, recomienda ahora el retiro. Tú, mi estimado lector se preguntará a causa de cuales razones nuestro autor decide aquel consejo para su amigo, pues podrías pensar que no es propio del estoico alejarse de todo y no te equivocas, pues veremos juntos cómo la astucia intenta dar buen sustento a tu pregunta.
En palabras de Séneca: ‘’Si puedes, sustráete a esos negocios absorbentes, pero si no, rompe con ellos. Demasiado tiempo hemos desperdiciado; en la vejez comencemos a preparar el equipaje.’’. [1] Esta allí enunciado el sentir expreso de la motivación de Séneca, para nada distante de ser preocupación. Hay una palabra importante a detallar según mi lectura, siendo la palabra negocio motivo para detenernos en brevedad, pues será importante para evitar aclaraciones futuras.
Neg-otium (negocio) es la negación de Otium (ocio) mediante el prefijo neg, relativo a negatio (negación). Negotium significa: función, cargo, deber, empresa etc. pero también la negación del ocio.
Ocio (descanso, facilidad) significa cesar de trabajar, pero no en una connotación negativa, pues se circunscribe como la actividad que requiere quien ha trabajado mucho. Es opuesto a la vida pública activa. No hay que relacionarlo con pereza, pues debe recordarse que el ocio estoico es el Otium cum dignitate (ocio con dignidad) que refiere a la contemplación, el cuidado de sí, la reapropiación de sí en pro de la virtud y la vida de acuerdo a la Naturaleza.
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