Como se da La ciencia de la costumbre

La ciencia de la costumbre

Ruth Benedict

La antropología es el estudio de los seres humanos como criaturas de la sociedad fijando su atención en las características físicas y en las técnicas industriales en las convenciones y los valores que distinguen una comunidad de otra.

La señal distintiva de la antropología entre las ciencias sociales radica en que esta incluye para el estudio más serio a las sociedades que no son la nuestra. Cualquier regulación social del matrimonio y la reproducción es tan significativa como la nuestra. Para el antropólogo nuestras costumbres y las de una tribu en Nueva Guinea son dos posibles esquemas sociales respecto de un problema común. En cuanto a la permanencia del antropólogo se ve precisado que debe evitarse toda inclinación de la balanza en favor de uno a expensas del otro. Es decir le interesa la conducta humana siendo esta modelada por una tradición cualquiera.

Centra sus intereses en la gran gama de costumbre tal como se encuentra en culturas variadas. Y su objetivo es entender el modo en que esas culturas cambian y se diferencian, las diversas formas en las que se expresan y la manera en que las costumbres de los pueblos accionan en las vidas de los individuos que los componen.

La costumbre no ha sido considerada comúnmente como asunto de gran importancia, se cree que lo único digno de investigación es lo que se encuentra en nuestros cerebros y la conducta es lo que más tiene de lugar común.

La conducta tiene un patrón predominante que la costumbre desempeña en la experiencia y en la creencia y las grandes variedades en que se puede manifestar.

John Dewey el papel desempeñado por la costumbre en la modelación de la conducta del individuo guarda frente a cualquier manera en que esta conducta individual puede afectar la costumbre tradicional.

La historia de la vida del individuo es ante todo y sobre todo una acomodación a las normas y pautas tradicionalmente transmitidas en su comunidad. Desde su nacimiento, las costumbres en medio de las cuales ha nacido modelan su experiencia y conducta.

No hay problema social cuya comprensión nos importa más que el del papel de la costumbre. El estudio de la costumbre solo puede ser provechoso después

El estudio de la costumbre solo puede ser provechoso después de que se han aceptado ciertas proposiciones preliminares y algunas de estas proposiciones han sido violentamente rechazadas. En primer lugar, todo estudio científico requiere que no se atribuya peso preferencial a uno u otros renglones de la serie elegida para su consideración. Es en el estudio del hombre mismo donde la mayoría de las ciencias sociales han optado por el estudio de una variación local, la de la civilización de occidente.

La antropología era por definición imposible mientras existían distinciones entre “nosotros” y el “primitivo”, por ello fue necesario llegar a la comprensión para no presentar mas nuestra propia creencia en oposición a la superstición de nuestros vecinos.

En la primera mitad del siglo XlX los postulados anteriores no habrían sido tratados ni por el más ilustrado sujeto de la civilización occidental. En periodos posteriores surgen cuestionamientos en torno la existencia del ser humano en relación a diferentes elementos se , en primera instancia relacionados con la astronomía, elementos teológicos , abolengo animal del ser humano que en nada afectan la singularidad de nuestras conquistas humanas.

De esta manera es que se plante la ocupación accidental del planeta entre una miríada de sistemas solares lo que es de “mayor gloria”, si todas las razas humanas debidamente separadas están vinculadas por la evolución con el animal entonces las diferencias entre nosotros y ellas son de lo más extremas, de manera que “nuestras conquistas”, “nuestras instituciones”, son únicas, son de un orden diferente del de las razas inferiores y han de ser protegidas a toda costa.

Hoy estamos aún preocupados por la singularidad, no de las instituciones humanas del mundo en conjunto que a nadie ha interesado en modo alguno, sino de nuestras propias instituciones y hazañas, de nuestra propia civilización.

La civilización occidental, a causa de circunstancias históricas fortuitas se extendió más ampliamente que todo otro grupo conocido, por lo que se impuso sobre la mayor parte del globo y ello nos ha conducido a aceptar la creencia de la uniformidad de la

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