Comunicacion no verbal. Lo que dicen los ojos
Enviado por ChristianRosas • 5 de Marzo de 2018 • Ensayo • 1.385 Palabras (6 Páginas) • 129 Visitas
Comunicación Profesional
1TV10
Rosas Esquivel Christian Jonathan
“Comunicación no verbal”
Lo que dicen los ojos
Flora Davis, psicóloga nacida en Estados Unidos es una especialista en la comunicación no verbal y el lenguaje por gestos. Nos introduce en el mundo de la comunicación no verbal, un mundo que todos sospechamos que existe, pero pocos conocen o investigan. El lenguaje no verbal es un conjunto de actitudes, gestos, posturas, movimientos, la mayor parte de ellos casi imperceptibles, que emitimos de manera inconsciente y captamos también sin la intervención de la consciencia. Cada gesto, cada postura, la ropa que utilizamos, el coche que compramos, forman parte de nuestro lenguaje, dicen algo de nosotros, aunque estamos muy lejos de conocer todo el significado. Nos transmite todos sus conocimientos adquiridos de la investigación en el campo de la comunicación no verbal.
Gracias a muchos investigadores especialistas en diversas facetas de la comunicación no verbal entre ellos están Paul Ekman, Jean Paul, Ervin Goffman, Albert Scheflen, Ray Birdwhistell entre muchos otros. A través de los métodos tecnológicos para identificar gestos y rasgos apoyados en ciencias como la antropología y la biología los científicos pretender definir el significado de cada signo que produce el cuerpo humano.
Ella comenzó a interesarse en el no verbal a partir de una entrevista a finales de 1970 que tuvo con Ervin Goffman, un sociólogo y escritor que es considerado como el padre de la microsociología. En la cual él le dio una idea general sobre el lenguaje no verbal. A Flora Davis le pareció bastante interesante esta tarea y se dio a la labor de profundizar en ella comenzando así su camino en el trabajo de la comunicación no verbal con este libro, se propone mostrar como desde los distintos campos de la ciencia, sicólogos, siquiatras y antropólogos estudian el lenguaje no verbal. Comienza aclarando que la comunicación verbal no sería nada si no estuviese acompañada de la Comunicación no verbal, puesto que ésta apenas engaña, mientras que la verbal puede verse influenciada por los intereses de la persona. En cambio, todo lo que engloba la comunicación no verbal: gestos, mirada, expresiones, etc. es muy difícil de ser manipulado por el emisor.
Davis agrupa los resultados y teorías en ciertas categorías, lo primero que hace después de contextualizar es hablar del origen de los gestos recurriendo a la identidad de género, los rasgos generales y los rasgos de coqueteo, después procede a enfocarse en distintas partes del cuerpo y explica como los psicólogos y psiquiatras de las más reconocidas universidades estadounidenses habían logrado identificar hasta los más minuciosos movimientos que podrían llevar significado y de ahí identificar como el cuerpo delata lo que las palabras intentan esconder.
El contacto ocular activa la excitación sexual tan rápidamente sea la causa de ese episodio tan común por la calle: el hombre que mira provocativamente a una mujer, quien inmediatamente baja la vista. Se enseña a los niños a no mirar fijamente los senos o los genitales. Rara vez se les indica explícitamente, pero lo aprenden. Existen lugares donde no se debe mirar. Cuando dos personas se miran mutuamente, comparten el conocimiento de que les agrada estar juntas, o de que están enojadas o excitadas. El contacto ocular nos hace sentir -abiertos, expuestos, vulnerables. Tal vez sea ésta una de las razones que inducen a la gente a hacer el amor a oscuras, evitando la clase de contacto -el ocular-que más tiende a profundizar la intimidad sexual.
Se han realizado estudios sobre el comportamiento de los individuos a la hora del coqueteo, según lo que se afirma en este libro, en la mayoría de las situaciones entre dos o más personas existe el coqueteo aunque no sea de una manera consciente. Analizando películas se ha comprobado, que el amor a veces puede hacer bella a una persona: la mirada brilla, las líneas del rostro flácidas dejan de serlo y el labio inferior se hace más pronunciado. La pareja se ocupa más de su arreglo personal; busca la manera de lucir mejor a través de la ropa, un buen peinado, un agradable aroma, entre otras.
Un par de estudiantes, hombre y mujer, parecían atraerse mutuamente. El análisis demostró que cuanto más se sonreía uno a otro, menos se miraban. Fue la mujer la que empezó a evitar e contacto visual y tendía a mirar hacia otro lado en los momentos en que se elevaba el nivel emocional. Este comportamiento ocular no guardaba ninguna relación con la función reguladora o de "señal de tráfico" de la mirada, sino que formaba parte de su vocabulario expresivo, era una manera de decir "me siento turbada"
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