Conclusión De "La Alegoría De La Caverna"

a) Lo “verdadero” para los cautivos son las sombras de los objetos y los ecos de las voces, al haber vivido gran parte de su vida en la ignorancia no es de extrañar que crean como real falsas creencias, por eso cuando es liberado y llevado al mundo exterior, le cuesta comprender la nueva realidad que tiene ante sus ojos, más verdadera y auténtica que la anterior (los objetos y los hombres como verdaderamente son). Debe acostumbrarse a la luz de afuera, al conocimiento profundo y dejar atrás su anterior vida, que antes era cómoda pero mediocre.

Cuando el cautivo retorna a la caverna, al engaño y a la ignorancia se muestra torpe porque pasa de la contemplación divina (lo real) a la “miseria humana” donde no es capaz de discernir los objetos, a diferencia de los demás prisioneros, por falta de costumbre, acá Platón compara y al mismo tiempo busca similitudes entre el ser que pasó de la luz a las tinieblas y el que pasó de las tinieblas a la luz donde ambos creen que saben la verdad pero uno vive de la ignorancia y las opiniones mientras que el otro contempló lo auténtico. Entre el mundo sensible (humano) y el mundo inteligible (ideas) se entiende que el saber o la ignorancia son parte de nuestra naturaleza, el prisionero debe adaptarse a ambos mundos y ocuparse de los asuntos humanos propios del primero.

b) Los prisioneros representan a la mayoría de la humanidad, esclava y prisionera de su ignorancia e inconsciente de ella, aferrada a las costumbres, opiniones, prejuicios y falsas creencias de siempre. Estos prisioneros, al igual que la mayoría de los hombres, creen que saben y se sienten felices en su ignorancia, pero viven en el error, y toman por real y verdadero lo que no son sino simples sombras de objetos fabricados y ecos de voces.

c) El mundo de las ideas, donde se muestra a los hombres y a los objetos como son. Ésta realidad es totalmente diferente de lo que él cree como verdadero y es en realidad falso como un reflejo de lo perfecto, es deslumbrado por la luz del Sol que es una metáfora y encarna la idea del bien. Hay un falso saber que se alcanza con los sentidos y lleva solamente a la opinión mientras que el verdadero saber es alcanzado por la razón.

Así, Platón concluye a Glaucón, mediante el último comentario de las almas, que todo es relativo y que depende de las referencias que cada uno tenga.

d) La realidad, puesto que Platón dice que los prisioneros de la caverna viven en el engaño que captan mediante sus sentidos. Fuera de ella está el mundo “imposible” por así decirlo, donde el cautivo contempla lo inteligible, lo perfecto, las ideas y se da cuenta que lo que había estado creyendo como verdadero no era más que un reflejo de la realidad. Por eso cuando desciende nuevamente a la prisión, advierte el exceso de tinieblas o ignorancia y el estar cegado por la falta de costumbre en desventaja con respecto a los

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