¿Cuál es el valor de la filosofía

Ensayo

El valor de la filosofía

¿Cuál es el valor de la filosofía? Y ¿Por qué se debe estudiar?, muchas personas se atreven a decir que la filosofía es frívola e inútil por el simple hecho de que esta no es un negocio para hacerse rico económicamente, pero debemos dejar atrás estos pensamientos superficiales y vacíos, propios del “hombre práctico” que solo ve las necesidades materiales y reconoce la necesidad del alimento para el cuerpo, pero que pasa por alto la necesidad del alimento para el espíritu, debemos tener claro que las cosas materiales no deben ser más importantes que los bienes del espíritu. Y sólo aquel capaz de ver esto entenderá que el estudio de la filosofía no es perder el tiempo.

La filosofía como cualquier otra ciencia busca el conocimiento, pero aquel conocimiento producto de nuestros ideales, prejuicios y certezas, pero aun así no podemos decir que la filosofía haya brindado respuestas concretas para las diferentes incertezas del mundo. Pero debemos saber que toda ciencia antes de tener un conocimiento preciso de cualquier materia estaba incluida en la filosofía. Como fue el caso del estudio del cielo (astronomía) y parte del espíritu humano (psicología).

No obstante esto es solo una parte de toda la incertidumbre de la filosofía, pues hay muchísimas cuestiones, principalmente aquellas que son de profundo interés para nuestro espíritu que, en medida de lo que seamos capaces de ver, serán insolubles para nuestro intelecto, al menos que transformemos nuestras facultades en un orden distinto al que poseemos. Preguntas como ¿Tiene el universo algún propósito? ¿Es la conciencia parte del universo? O ¿El bien y el mal tienen alguna importancia para el hombre?, estas y muchas otras son planteadas por la filosofía, pero aunque sea posible o no encontrarles una respuesta, las propuestas por la filosofía no pueden considerarse verdaderas, sin embargo una parte de la filosofía es continuar planteando esos problemas y hacernos conscientes de la importancia de estos para así no limitarnos a un conocimiento definitivo.

Los cierto es que muchos filósofos pretenden que la filosofía puede dar una respuesta verdadera a esas preguntas y que aquellas sobre las creencias religiosas pueden ser probadas como verdaderas, pero para esto es necesario hacer un examen riguroso sobre el conocimiento humano y formar una opinión sobre sus limitaciones, y aun así debemos renunciar completamente a la idea y esperanza de que la filosofía pueda darnos las respuestas necesarias a estas cuestiones, puesto que el valor de la filosofía no puede depender de “conocimientos seguros y precisos” adquiridos por aquellos que estudian.

“El hombre que no tiene ningún barniz de filosofía va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan del sentido común.”, como bien ha resumido el autor en esta frase, aquel que no tiene ningún interés en la filosofía vive en un mundo donde las cosas son como son, donde todo tiene una razón obvia, donde nada es cuestionable; en cambio cuando empieza a filosofar ve al mundo de manera distinta, nos empezamos a cuestionar el porqué de las cosas dando repuestas incompletas. Liberándonos así de la tiranía de la costumbre y ampliando nuestros pensamientos y conocimientos, motivándonos a ver un sin números de posibilidades donde antes solo veíamos un camino posible.

Tal vez el máximo valor de la filosofía podría ser la grandeza de los objetos que contempla y la liberación de los intereses mezquinos y personales que resultan de aquella contemplación. La vida del hombre instintivo solo lo incluye a él y tal a vez a su familia, ignorando por completo al resto del mundo, creando una vida limitada e inquieta, una especie de fortaleza diminuta o más bien una prisión en un mundo gigantesco lleno de poder, que solo nos provoca ganas de salir corriendo de ahí, mientras que la vida de un filósofo en comparación con ella es serena y libre.

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