DESAFIOS Y RETOS ACTUALES DE LA ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA EN LA UES
Enviado por 150272 • 14 de Febrero de 2015 • 1.803 Palabras (8 Páginas) • 280 Visitas
DESAFIOS Y RETOS ACTUALES DE LA ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA EN LA UES
Preparado por:
MARÍA PATRICIA CALDERÓN MATA
Resumen:
El de presente ensayo aborda algunas ideas esenciales relacionadas con la enseñanza la filosofía y los problemas actuales que la afectan. Entre los referentes explorados están los relacionados con la presencia de la Filosofía en el Plan de Estudios. Al parecer, uno de los elementos fundamentales de los cambios en el plan de estudios de las carreras de contaduría pública y administración de empresas. Los problemas de la enseñanza de la filosofía como asignatura curricular y la pérdida de espacio de la misma en las concepciones de los planes de estudio de las diferentes carreras del área de Ciencias Económicas de la UES.
La filosofía es un amor por el saber pero es un saber desinteresado, un conocimiento que se busca por el puro deseo de saber, en un saber logrado, en tanto que la ciencia es tan solo un propósito que busca el científico con el conocimiento; En el entendido de que es el camino que tiene que encontrar éste, que no es igual al del filósofo, que trae como consecuencia que en las universidades se preocupen más por la ciencia y no por la filosofía.
Las sociedades actuales tienen una estructura compleja, cuyo funcionamiento “normal” requiere el trabajo de profesionales muy cualificados de todo tipo (contadores, administradores, economistas, médicos, jueces, ingenieros, técnicos, etc.), que compaginan el ejercicio de su función con la constante actualización de conocimientos y, en general, reciclaje profesional. El avance de los saberes y las técnicas aplicadas es tal que la formación inicial queda obsoleta en pocos años y la necesidad de reciclaje se convierte en permanente.
Vivimos una sociedad cuyo funcionamiento ordinario es muy sofisticado y, sin técnicas, o con malos profesionales, sencillamente se colapsaría su funcionamiento ordinario. El imperativo de adaptación es --y ha de ser— muy fuerte, para que todo se limite a funcionar, a ir tirando, como hasta ahora.
Y esa afirmación es cierta tanto por lo que se refiere al sistema económico, como al sistema político y sus instituciones que regulan la convivencia, o al sistema de comunicación masiva que configura las conciencias. Hay que reiterar ahora la pregunta: si la filosofía no es un saber funcional, ¿Cuál es su espacio en una sociedad como ésta?
“Quien mira el mundo racionalmente, lo ve racional” aseguraba Hegel; y, con toda lógica, seguía afirmando que el movimiento que tiende a la razón, la historia de la filosofía, acaba por alcanzar su objetivo: una explicación racional del mundo.
Desde esas coordenadas, está claro que un curso de introducción a la filosofía consiste en enseñar al alumno el camino riguroso de su fundamentación, a partir de la cual, introducido en el saber, recorre los conocimientos obtenidos a lo largo de más de dos mil años de cultura racional europea sistematizada en torno a la naturaleza física, el espíritu subjetivo y el espíritu objetivo, esto es, la sociedad y sus instituciones. La filosofía es considerada como una tendencia al saber que ha logrado su objetivo; y el saber logrado sólo puede ser sistemático.
Pero no pretendo trazar una visión panorámica, sino más bien centrarme en los aspectos de la cuestión que llevan a preguntarse si, en estas condiciones, es posible enseñar filosofía, y cómo?
Esta pregunta encierra sus peligros dentro y fuera de la institución educativa; la generalizada opinión de que la filosofía “no sirve para nada”, junto con la idea de que el sistema educativo debe formar ciudadanos productivos, es decir, seres humanos competentes en el funcionamiento del sistema económico y el sistema político, hace que la pervivencia de la filosofía en los planes de estudios universitarios esté en permanente peligro.
Fenomenología del Asunto.
La Vicerrectoría de la UES impulsa un proyecto de reforma académica universitaria, del cual, quizá, no toda la comunidad universitaria tiene conocimiento, y por tanto, tampoco ha participado ni en su diseño ni en su implementación.
Reflexión crítica del documento que propone la Vicerrectoría Académica de la UES.
Actualmente el plan de estudios establece que los estudiantes de estas dos carreras deben cursar dos asignaturas: Filosofía General, y Sociología General. El objetivo de dedicar un año completo al tratamiento filosófico y sociológico de la realidad nacional es el de que el futuro profesional de la contaduría y de la administración tenga la formación necesaria para analizar científica y críticamente la sociedad concreta en la cual le habrá de tocar ejercer su trabajo profesional. La inclusión de la filosofía y la sociología en el plan de estudios de alguna manera tiene qué ver con lo dispuesto por la Ley Orgánica de la UES cuando al determinar sus fines establece en el Art. 3, d) “Propender, con un sentido social-humanístico, a la formación integral del estudiante”. Nos preguntamos ¿cómo el nuevo profesional de las ciencias económicas habrá de tener la capacidad científica para conocer la realidad social, sus problemas esenciales y potencialidades de desarrollo y cambio estratégico, si no tiene la formación humanística y filosófica para ello? ¿A caso el quitar o cercenar la asignatura de filosofía para potenciar los aspectos tecnocráticos no vulnera uno de los fines esenciales de la Universidad de El Salvador? ¿Cuál es el propósito oculto de limitar la capacidad de pensamiento crítico y el análisis social de la realidad? Quizá la propuesta de reforma del plan de estudios en la Facultad de Ciencias Económicas pretende promover los aspectos tecnocráticos en detrimento
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