De la identidad y diversidad (J. Locke)

§9 DEL CAPÍTULO XXVII “DE LA IDENTIDAD Y DE LA DIVERSIDAD” DEL LIBRO II DEL ENSAYO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO DE J. LOCKE

El texto pertenece al párrafo 9 del Capítulo XXVII “De la identidad y de la diversidad”  que fue publicado durante 1694 en la segunda edición de la obra “Ensayo sobre el entendimiento humano” donde Locke utilizó un estilo no demasiado técnico, utilizando un vocabulario común con el fin de llegar a más público, utilizando incluso su lengua vernácula en lugar del latín que era la propia del ámbito académico.

La obra fue escrita entre 1670 y 1990, periodo en el que Locke trató las posibilidades de la inteligencia humana, intentando despegarse del pensamiento escolástico como lo hizo Descartes, del que se influiría, a pesar de tomar la corriente empirista que era totalmente contraria a la que Descartes defendía, el racionalismo. Por otro lado este tiempo venía acompañado por una conflictividad religiosa en la que el protestantismo y el cristianismo estaban en disputa. Estos dos elementos son determinantes para entender el contexto histórico  del texto, pues la aparición de Descartes haría que Locke viese la posibilidad de tratar la filosofía de otra manera diferente a la imperante en su época, a pesar de que respecto al tema de la identidad personal Descartes no se detiene de un modo directo y mantiene su visión ontológica sustancial del yo, que era la base en la que se fundamentaba la visión cristiana escolástica del hilo de Boercio que  definía la  persona como “una sustancia individual de naturaleza racional” ^[1], responsable de todas sus acciones  las cuales serán  juzgada por Dios. Locke reformulara esa tesis posicionando la identidad en la conciencia, lo que fué un acto polémico en la época  por sus consecuencias en la moral religiosa y porque abriría un espacio de reflexión filosófica hacia el futuro muy diferente.

Locke en este texto se centra en clarificar las noción de identidad personal   , siendo su tesis central que la identidad de las personas se encuentra en la conciencia, pues una persona sigue siendo la misma mientras se conciba a sí misma en diferentes tiempos y lugares como el mismo “sí mismo”, además puede proyectar su conciencia hacia sus acciones pasadas y hacia la interpretación de su futuro, es decir, comprenderse en su concepción del pasado, del presente y en la interpretación de su futuro como la misma persona .

Locke especifica que para comprender esta concepción primero hay que entender que los concepto de “hombre” y “persona”  significan cosas distintas, pues “un  hombre sigue siendo el mismo hombre debido a la continuidad corporal, la persistencia de un mismo organismo humano”^[2], mientras que la identidad de la persona está en la conciencia. También aclara que igual que un cuerpo no lleva consigo la identidad personal, las sustancia pensantes (en el caso que existieran) tampoco lo son, pues por ejemplo un mismo alma en reencarnación podría ser Sócrates y un conocido suyo, pero si su conocido no tiene ninguna conciencia de su vida pasada cuando fue Sócrates, a pesar de ser la misma sustancia serían personas totalmente distintas, por lo que descarta que la identidad personal este ni en el cuerpo , ni en el alma. Además la identidad personal subsiste los cambios de sustancia pensantes, pues nos dice que “si un mismo tener conciencia puede ser transferido de una sustancia pensante a otra, sera posible que dos sustancias pensantes puedan constituir una sola persona”^[3] y también subsiste a los cambios de sustancia material, prueba de ello está en que si perdemos un miembro de nuestro cuerpo , a pesar de que hay un cambio en nuestra sustancia corporal nuestra identidad personal seguiría intacta.

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