Dimensión Psicológica:
Enviado por amarilis1 • 8 de Febrero de 2013 • 2.229 Palabras (9 Páginas) • 927 Visitas
Breve Historia de la Antropología y humanismo.
Durante el siglo XIX, la llamada entonces Antropología general incluía un amplísimo espectro de intereses, desde la paleontología del cuaternario al folclore europeo, pasando por el estudio comparado de los pueblos aborígenes. Fue por ello una rama de la Historia Natural y del historicismo cultural alemán que se propuso el estudio científico de la historia de la diversidad humana. Tras la aparición de los modelos evolucionistas y el desarrollo del método científico en las ciencias naturales, muchos autores pensaron que los fenómenos históricos también seguirían pautas deducibles por observación. El desarrollo inicial de la antropología como disciplina más o menos autónoma del conjunto de las Ciencias Naturales coincide con el auge del pensamiento ilustrado y posteriormente del positivismo que elevaba la razón como una capacidad distintiva de los seres humanos. Su desarrollo se pudo vincular muy pronto a los intereses del colonialismo europeo derivado de la Revolución industrial.
Por razones que tienen que ver con el proyecto de la New Republic norteamericana, y sobre todo con el problema de la gestión de los asuntos indios, la antropología de campo empezó a tener bases profesionales en Estados Unidos en el último tercio del s. XIX, a partir del Bureau of American Ethnology y de la Smithsonian Institution. El antropólogo alemán Franz Boas, inicialmente vinculado a este tipo de tarea, institucionalizó académica y profesionalmente la Antropología en Estados Unidos. En la Gran Bretaña victoriana, Edward Burnett Tylor y posteriormente autores como William Rivers y más tarde Bronisław Malinowski y Alfred Reginald Radcliffe-Brown desarrollaron un modelo profesionalizado de Antropología académica. Lo mismo sucedió en Alemania antes de 1918.
En todas las potencias coloniales de principios de siglo (salvo en España) hay esbozos de profesionalización de la Antropología que no acabaron de cuajar hasta después de la II Guerra Mundial. En todos los países occidentales se incorporó el modelo profesional de la Antropología anglosajona. Por este motivo, la mayor parte de la producción de la Antropología social o cultural antes de 1960 —lo que se conoce como modelo antropológico clásico— se basa en etnografías producidas en América, Asia, Oceanía y África, pero con un peso muy inferior de Europa. La razón es que en el continente europeo prevaleció una etnografía positivista, destinada a apuntalar un discurso sobre la identidad nacional, tanto en los países germánicos como en los escandinavos y los eslavos.
Históricamente hablando, el proyecto de Antropología general se componía de cuatro ramas: la lingüística, la arqueología, la antropología biológica y la antropología social, referida esta última como antropología cultural o etnología en algunos países. Estas últimas ponen especial énfasis en el análisis comparado de la cultura —término sobre el que no existe consenso entre las corrientes antropológicas—, que se realiza básicamente por un proceso trifásico, que comprende, en primera instancia, una investigación de gabinete; en segundo lugar, una inmersión cultural que se conoce como etnografía o trabajo de campo y, por último, el análisis de los datos obtenidos mediante el trabajo de campo.
El modelo antropológico clásico de la antropología social fue abandonado en la segunda mitad del siglo XX. Actualmente los antropólogos trabajan prácticamente todos los ámbitos de la cultura y la sociedad.
Humanismo
El Humanismo fue un movimiento intelectual, que se dio en el siglo XV en la región de Italia, que busco la difusión de los conocimientos para hacer del hombre un individuo verdaderamente humano y natural, en contraposición a lo divino y sobrenatural que constituyeron la meta del medievo. Humanismo viene de "humanisti" que significa amante de la ciencia, del saber, y cultor de las letras. Entre las características del movimiento humanista se Cuentan:
Libertad de pensamiento para desterrar el sentido dogmático en cosas e ideas
Gran amor a la naturaleza a la que considera fuente de investigación para el progreso de las ciencias.
Cultivo de la inteligencia para ejercer el espíritu de crítica, análisis e interpretación.
Tendencia al estudio de los idiomas clásicos (griego y latín), a los que se tiene como bases de las lenguas modernas.
Sentido de reacción contra el espiritualismo medieval.
Sus principales representantes fueron:
Francesco Petrarca: (1304-1374): Italiano, oriundo de Arezzo, Toscana, fue autor del poema "Canto a Laura", dedicado a su amada Laura de Noves. Escribio, tambien, el poema "Africa" en latin, donde canta las hazañas de Escipion el Africano.
Juan Bocaccio (1313-1375): Italiano, de origen toscano, discipulo de Petrarca, escribio "El Decameron", conjunto de cien cuentos de corte realista y, en latin, "Genealogia de los Dioses"
Erasmo de Rotterdam (1466-1536): Conocido tambien Desiderio Erasmo, fue un humanista holandes nacido en Rotterdam. Abogo por la reforma gradual y pacifica de la Iglesia, la politica y la sociedad. Escribio "Elogio de la locura" y "Los coloquios".
La antropología filosófica marca un punto de inflexión en la filosofía por medio de la crítica de la tradición idealista y del dualismo cartesiano, con una concepción del hombre como una unidad física y psíquica. Fue también una respuesta a la teoría del historicismo alemán.
La base de su planteamiento consistía en utilizar las enseñanzas de las ciencias naturales (biología, zoología, etología, paleoantropología, etc.) y las ciencias humanas para tratar de identificar las características de la especie humana, su posición específica en el mundo en el entorno natural.
Sus principales representantes son Max Scheler, Helmuth Plessner y Arnold Gehlen. También, cerca de esta corriente, destacan: Gotthard Günther, Helmut Schelsky, Erich Rothacker y Peter Sloterdijk.
El fundamento del humanismo:
En un sentido amplio, llámase humanismo al sentimiento individual y colectivo de una civilización en la que destaca de manera prominente la admiración, exhaltación y elogio de la figura humana y el Hombre, entendido éste no como figura masculina, sino como género humano, en que florecen la cultura, el deporte, el arte y todo el quehacer humano se vuelve trascendente. Su objetivo es enaltecer la dignidad humana. En la Historia ha tenido lugar en muy pocas ocasiones: durante el siglo de oro en Grecia, retomado éste en el renacimiento europeo, el idealismo alemán y posteriormente en un sinnúmero de puntos aislados de la historia.
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