Distinciones Entre Ser Y Esencia Bajo La Lupa Del Racionalismo

Distinciones entre ser y esencia bajo la lupa del racionalismo

Prologo

Introducción

Capitulo I: ser y esencia en René Descartes

La figura de René Descartes ha causado polémica a lo largo de la historia de la Filosofía moderna, incluso su condición de filósofo racionalista acarrea para los intérpretes diversas polémicas, ya que éste pensador francés no niega en ningún momento la importancia de los sentidos en le proceso del conocimiento, pero sí los coloca en un lugar específico y con sus respectivas restricciones.

Su situación social, sus circunstancias históricas e incluso geográficas, añaden aún más dificultad a la comprensión de sus textos, pero ello no limita la trascendencia de sus aportaciones al saber Científico, Teológico y Filosófico. Es precisamente éste último el que nos interesa: el pensamiento filosófico de descartes, específicamente en lo que concierne al tema del ser y la esencia, para lo cual revisaremos muy brevemente su biografía y su contexto histórico, como marco en el que se desarrollo un pensamiento tan complejo; para finalmente ahondar en su teoría filosófica.

Es necesario revisar algunos datos significativos de la vida de Descartes, para luego dar paso al análisis de su pensamiento, así pues tenemos que nuestro personaje nació en La Haye, Turena, en 1569.

Descartes Recibió educación jesuita, después se oriento a la carrera militar pero no lo hizo por vocación, sino porque quería aprovechar a los ejércitos para conocer otros lugares; estudió baile, esgrima y equitación; en 1618 viajó por primeros viajes, y después emprendió nuevos viajes, principalmente a Italia; estudiaba con animales; también se adentró en el estudio de la Psicología y la Biología; en 1643 tubo una orden de arresto pero libro éste problema . Dado el contexto histórico-social de Descartes es necesario leer sus textos con detenimiento, atención y buscando la profundidad que cada uno de ellos encierra realmente.

La época de Descartes fue cambiante y tensa, ya que se caminaba entre de la Edad Media y el Renacimiento, perfilándose ya para la Edad Moderna. Se transitaba de una faceta de dominio de la religión católica entre la Iglesia y el Estado. Incluso el conocimiento estaba dentro de éstos parámetros, pero sería precisamente Descartes el que pondría las bases para la nueva ciencia, ésta última sentencia. Esto es también discutible pues ya antes de Descartes se había desarrollado el pensamiento del sujeto como ser primordial.

Pero el problema del hombre como individuo autónomo y el de la reivindicación de la razón como herramienta para el saber autónomo cobran un nuevo auge en Descartes, Jacques Darriulat argumenta que el pensamiento cartesiano es mucho más complejo de lo que parece, pues se plantea una controversia en el siguiente pensamiento: “El “buen sentido” no es sólo el sentido común y la razón no es la represión de la locura. (Le «bons sens» n’est que le sens de la normé, et la raison n’est que la répression de la déraison)” . Sobre éste tema Descartes habla con velos, pues no quería declararse como el sujeto que iba a establecer un método único e infalible, sin embargo si tenía pretensiones de ser aquella persona que abriera paso a una época donde reinara la razón y donde todo se estudiara rígidamente, como las matemáticas, para así estar consientes y analizar las deas que uno tenga para despojarse de los prejuicios falsos, para esto se requiere de poner en duda lo que teníamos por cierto, para poder ir progresando en el proceso del entendimiento.

Es importante tener en cuenta lo dicho anteriormente porque repercutirá en la teoría de ser y esencia, ya que descartes considerará que el primer paso para aproximarse al ser es saber que lo primero que se puede saber de él es que yo soy, y para que uno pueda decir que es, necesita buscarse y comprender su ser como algo cierto, lo cual sólo es posible alcanzar mediante la razón, puesto que los sentidos engañan. Los sentidos engañan ya que puedo estar dormido y estar seguro de lo que siento en el sueño, así quizá pueda confundir lo real con lo ficticio o la vigilia con el sueño, por eso no puedo confiar en lo que veo, escucho o toco. Entonces ¿qué soy? ¿A caso un sujeto incapaz de poder comprender su propio ser?. Éstos problemas los abordaremos más adelante, ya que por ahora nos importa más presentar un panorama general (a grandes rasgos) de la cosmovisión cartesiana.

Por otro lado, Descartes también tiene el mérito de retornar a la preocupación por el hombre como ser individual, ya que él mismo se había decepcionado de las circunstancias de su tiempo y de la debilidad del pensamiento desarrollado en la edad media, puesto todo se podía poner en duda, eso lo hizo experimentar la necesidad de buscar por sí mismo la verdad, y aunque no logró del todo su objetivo de alcanzar un método acabado y perfecto, si logró grandes avances.

De los importantes adelantos de que logró este filósofo, destacan su capacidad para juzgar su época y revelarse ante ella de forma discreta y subliminal. Miguel García-Baró reconoce la labor de Descartes diciendo que con la aparición del pensamiento cartesiano se “ha de privilegiar al sujeto, que es quien tiene ahora la iniciativa, y es el único punto desde puede partir un nuevo enlace. La experiencia el error, el fracaso cognoscitivo de las diversas escuelas y saberes, la crisis del concepto de “autoridad” y la falibilidad de los sentidos incitan a Descartes a evidenciar la desconexión moderna entre sujeto y objeto de conocimiento” . Así pues, el sujeto se convierte en el ente del cual partirá el conocimiento del ser.

Entonces tenemos que la duda es requisito indispensable para conocer, pues sólo así se puede acceder a la certeza, dudando de todo puedo darme cuenta de que lo que antes creí conocer con seguridad no es realmente evidente. Pero al dudar me doy cuenta de una cosa, si dudo es porque pienso, y si pienso es porque existo, luego tengo el “cogito, ergo sum” .

Al darme cuenta de que soy por que pienso, es necesario entonces poner como condición de existir el pensar, luego entonces, el ser de la existencia es el pensar, si yo pienso, de ello deduzco que existo. Pero no sólo puedo darme cuenta de que pienso, sino también que deseo, tengo pasiones. Mi ser queda confirmado aunque yo este siendo engañado, porque estoy dudando de ese engaño y estoy afirmando mi existencia haciéndome conciente

Tenemos aquí la primer sustancia: el pensamiento, que puede verse como la esencia del alma, pero no como esencia real, dado que la única esencia real es Dios. Sin embargo el pensamiento si es una sustancia,

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