Diógenes, fundador de la corriente helenística “Los cínicos”

Diógenes, fundador de la corriente helenística “Los cínicos”

Después de Aristóteles las tendencias filosóficas se diversificaron con la aparición de diferentes escuelas y subescuelas: entre otras las de los estoicos, epicúreos, escépticos, etc. A este período, que duró hasta el final del mundo antiguo, se le da el nombre de helenístico.

Este movimiento filosófico y cultural no se desenvuelve en la Grecia propiamente dicha, ni en sus colonias ni tiene por capital a Atenas, sino que florece en todos los países helenizados por Alejandro y que constituyen su imperio. Diógenes es el fundador de los cínicos, que eran una corriente que despreciaban los placeres y muchas cosas de la vida, se expresaba con la acción de su comportamiento y eran méndigos.

Diógenes y su corriente le dan un giro negativo a la doctrina socrática ‘La Eudaimonía’ lo que hacía que rechazarán los placeres. Esta doctrina se traduce como ‘plenitud del ser’ o ‘felicidad’ y habla sobre la búsqueda de la felicidad para cada individuo, los cínicos creen encontrarla en la suficiencia y en la eliminación de las necesidades. Y esto ocasiona una actitud negativa hacia la vida y a todo lo que sobra, lo que no es necesario, los placeres son caprichos de las personas no necesidades por lo que lo desprecian al igual que al Estado y otras cosas más de la vida y todo esto lo demuestran con su vida.

El estilo de vida de esta escuela demuestra lo que piensan, se expresan con sus acciones. El cínico adopta un estilo de vida que representa su independencia y la necesidad de autosuficiencia. Pero para lograr esta autosuficiencia consideraban necesario vivir de una manera sencilla, con deseos que puedan ser satisfechos fácilmente y con las únicas pertenencias que uno pudiera "salvar en caso de naufragio". Otra aspecto fundamental para la escuela era la práctica de ejercicio físico, porque lo hacía más fuerte frente a los acontecimientos inesperados que pudiera pasar le y aumenta su resistencia a vivir al aire libre. Se acostumbraban a cuidar de sí mismos, seguir dietas sencillas y vestir un simple manto y un bastón.

Con su estilo de vida se les decía méndigos. Una característica del cínico es su desvergüenza. Aceptaban el apodo de perros porque lo tomaban precisamente como el símbolo de su falta de vergüenza. Como parte de esta desvergüenza asumían el desprecio por las convenciones y el placer, también les nombraban así porque eran méndigos y para hacer real su ideología vivían en la calle sin nada más que lo necesario.

En conclusión, Diógenes fue el fundador de una de las escuelas que más polémica causo en su época en las colonias Helénicas por su perspectiva negativa hacia la doctrina socrática que los hacía ser autosuficientes, vivir con lo necesario, ser méndigos, rechazar el placer y ser criticados por el Estado y

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