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EL RESCATE DE LA SENSIBILIDAD ECOLOGICO-SOCIAL.


Enviado por   •  3 de Diciembre de 2017  •  Ensayo  •  3.341 Palabras (14 Páginas)  •  151 Visitas

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Mariana Villegas Bello

UNIVA León

7 de noviembre de 2017

1.EL RESCATE DE LA SENSIBILIDAD ECOLOGICO-SOCIAL.

La tradición psicoanalítica rescato la centralidad de la emoción, de la afectividad y los sentimientos. Dentro de esta tradición resalta C.G. Jung, para él la psicología no tenía fronteras el cosmos y la vida, la bilogía y el espíritu, el cuerpo y la mente, lo individual y lo colectivo.

Hoy es necesario esta visión holística para hallar solución para la actual crisis ecológica. Un problema para el hombre actual es el haber perdido la capacidad de vivir un sentimiento de pertenencia, algo que en algún momento las religiones siempre han garantizado.

Para Jung el problema es de indé psicológica, debemos rescatar la razón, pero sin apartar la razón del corazón que es una dimensión esencial del alma, para así movilizar y amar a la Madre Tierra con todos sus ecosistemas.

El rescate de la razón cordial no es solamente una tarea individual sino más bien colectiva. Lograr unir ciencia y conciencia, cuidadosa y sencilla con todo cuanto existe y vive, constituye la condición previa que nos garantizan la vitalidad del planeta tierra. En caso contrario este podría seguir existiendo, pero sin nosotros.

2. ¿QUE SOMOS EN CUANTO SERES HUMANOS? UN NUDO DE RELACIONES TOTALES.

Marx afirma: “la esencia humana es el conjunto de las relaciones sociales” si bien esto es cierto, también es reduccionista ya que el ser humano se constituye y surge como una abertura ilimitada: hacia si mismo, hacia el mundo, hacia el otro y hacia la totalidad.

Volviendo a la indicación de Marx según la cual buena parte de la concentración del ser humano se realiza en la sociedad, de ahí surge la importancia de que nos planteamos cual podría ser la formación social que mejor crea las condiciones en las que pueden florecer más plenamente las más variadas relaciones. La mejor formación social podría pensarse como la democracia: comunitaria, social, representativa, participativa y como proyecto que comienza en las familias siguiendo así hasta la organización del Estado.

La primera parte de la democracia radica en la participación: como el ser humano como un actor y participante de un proceso del que saldrá beneficiado. La segunda parte es la igualdad, reconocer la dignidad de cualquier persona y reconocer sus derechos junto con la igualdad viene la equidad: proporción adecuada que cada uno recibe por su aportación a la construcción social.

La tercera parte es la diferencia, cada persona debe ser acogida y representada viendo estas diferencias como una manifestación de sus potencialidades.

La cuarta y última parte se da en la comunicación, todo ser humano posee las capacidades de comunicarse con su intelectualidad y con la subjetividad de los demás.

Estas cuatro partes siempre van juntas y equilibran la democracia real siendo completada por la inclusión de la naturaleza y todos sus seres comprendiendo que todos somos merecedores de respeto y derechos.

3. LO QUE NOS HACE HUMANOS: EL COMER JUNTOS.

La comunidad que surge de nuestros antepasados primitivos que cazaban y recolectaban comida y la llevaban a donde se encontraba el resto de la comunidad para compartir, así como el fuego culinario con lo que comenzó a cocinar alimentos, diferencia al ser humano de otros mamíferos complejos. Con el fuego surgió la cocina, propia de cada pueblo, cultura y región.

No solo se trata de cocinar los alimentos sino de darles sabor las diversas cocinas cran hábitos culturales vinculados a fiestas como: la Navidad y el pavo o la pascua y los huevos de chocolate.

El momento de comer es uno de los más esperados del día, tenemos conciencia instintiva de comer para sobrevivir. Los alimentos desde nuestros comienzos se obtienen de la naturaleza, cuando nos volvimos sedentarios y domesticamos los vegetales y las especies animales, toda la comunidad tenía acceso a dichos alimentos.

4. SOLO UN INFINITO SACIA NUESTRA SED INFINITA

El deseo no es un impulso cualquiera, es un motor que pone en marcha toda la vida psíquica. El deseo vuelve dramática la existencia, pero también cuando se cumple proporciona una felicidad sin igual. Constantemente buscamos el objeto adecuado a nuestro deseo infinito y no lo encontramos en la experiencia cotidiana en donde solo encontramos cosas finitas. Se produce se produce gran desilusión cuando alguien identifica una realidad finita (persona, profesión, cosa) como el objeto infinito buscado.

Las personas empujan al ser humano en todas las decisiones, unas lo inducen a la generosidad y otras al egocentrismo, integrar sin reprimir esas energías requiere de cuidado y renuncias.

La psique busca construir una síntesis personal, búsqueda del equilibrio de todas las energías interiores. Jung sugiere que cada uno cree un centro fuerte, un centro personal que lo integre todo. La falta de integración de la energía del deseo se manifiesta en el daño de las relaciones sociales.

Lidiar con los deseos implica una preocupación por la salud social, sin embargo, los medios de comunicación exaltan el deseo individual y la violencia para resolver conflictos.

5. LA CONVIVILIDAD Y EL FUTURO DE LA HUMANIDAD.

El concepto de convivialidad fue puesto en circulación, para intentar dar respuesta a dos crisis: la del proceso individualizas y la de la ecología.

Convivialidad se entiende como la capacidad de hacer que convivan as dimensiones de producción y cuidado. Pretende ser una respuesta adecuada a la crisis ecológica producida por la industria, es decir, un uso “convencional” de los instrumentos tecnológicos al servicio de la preservación de la vida, del vivir bien de la humanidad y de la de nuestra civilización.

6. ACEPTACION Y DESAPEGO: CUANTO MAS PERDEMOS, MAS GANAMOS.

Por grandes que sean los problemas universales hay dos problemas cotidianos que no debemos descuidar: la construcción continuada de nuestra identidad y del moldeamiento de nuestro sentido de ser. Respecto a lo anterior hay desconsideraciones que deben tomarse en cuenta: la aceptación de los propios límites y la capacidad de desapego.

La tarea de la autorrealización es la capacidad de desapegarse; durante toda la vida nos despedimos de algo, el vientre, la niñez, la juventud, etc. En estas despedidas vamos dejando atrás un poco de nosotros mismos. Al poder ganamos, y al vaciarnos alcanzamos plenitud: deshacerse de todo, para ganar todo: el verdadero ser.

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