ENSAYO DE LA OBRA “DESCOLONIZAR EL SABER, REINVENTAR EL PODER – DE SOUSA SANTOS ”
Enviado por azaldumbide • 23 de Octubre de 2016 • Ensayo • 1.456 Palabras (6 Páginas) • 776 Visitas
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MAESTRIA EN DOCENCIA UNIVERSITARIA XVI
EPISTEMOLOGÍA E INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
ENSAYO DE LA OBRA “DESCOLONIZAR EL SABER, REINVENTAR EL PODER – DE SOUSA SANTOS ”
MAESTRANTE:
ANDRES ZALDUMBIDE
SANGOLQUÍ, 11 DE JULIO DEL 2015
DESCOLONIZAR EL SABER, REINVENTAR EL PODER
Tema: ¿Redescubrir el valor de los conocimientos ancestrales puede propiciar un mejor conocimiento?
El mundo sigue a pasos acelerados generando producción, mayor movimiento, mayor circulación, más dinero; y ahí cabe la pregunta ¿y el ser humano?. Un mundo poderoso gobernado por unos pocos, una evolución de la cultura, entendida como un acuerdo de sociedad (Freud, 1930) . Un poderoso imperio ha crecido pero a la vez ha mermado la jouissance, el goce el disfrute del ser (Zizek, 2010).
El conocimiento es muchas veces de quienes proponen ese conocimiento; las Universidades, espacios para compartir y generar conocimientos; ¿pero guiados por quién?.
La epistemología del sur nace como la voz que pide ser escuchada, que en este mundo de tanta velocidad, desigualdad, inequidad y explotación, tenga un espacio de sosiego para la reflexión. Los del otro lado de la línea tienen algo que decir, quieren rescatar conocimientos, experiencias, pensamientos, cosmovisiones, quiere tener cabida en nuestro presente.
Aboquemos a una sociología de las emergencias, encargada de revalorizar la variada palestra de experiencias del ser y retirando el protagonismo a ese sociología de las ausencias que se encargó de quitar un valor, es decir llevó a un desperdicio de la experiencia.
Boaventura de Sousa Santos, portugués se dedicó a escribir de una forma crítica, la sociedad, la política, la educación sustentándose en los derechos alienados de los movimientos sociales. Pero no en miras de llevar a un anarquismo global, sino una revolución del pensamiento.
(Santos, 2010) y una sus máximas que nos orientará :
Es tan difícil imaginar el fin del capitalismo como imaginar que el capitalismo no tenga fin. (p, 11).
Un dilema interesante que ha repercutido en el pensamiento crítico de izquierda; los que se dejaron de preocupar y buscan alternativas poscapitalistas y los que deciden llegar a una cohesión que reste el costo social y permita cabida a rescatar un modus vivendi con alternativas sanas para el ser y su entorno.
¿Podemos luchar contra algo instaurado y arraigado en el sistema?
Las múltiples revoluciones hicieron su parte, lucharon contra las monarquías y control social, “liberándonos” de la opresión; pero siendo ahora presos según nos indica (Hobbes, 1999), del dios mortal, el dinero.
El discurso hegemónico puede ser atacado con el conocimiento, el conocimiento es liberador, pero ¿conocimiento libre o conocimiento emancipado? Acorde a (Alvarado Coronado, 2010)
El conocimiento libre como expresión retorica si bien busca o está en la búsqueda discursiva de abandonar la opresión y la exclusión propias del contrato social de la modernidad, en el plano ontológico ha terminado siendo un intento infructuoso por trascender el sistema… para lograr la libertad ideal primero hay que emanciparse de la libertad liberal. Esta cacofonía me la permito en virtud de que siendo el lenguaje como el hombre mismo y siendo el hombre y la mujer sujetos de expansión se evidencia la falta de un lenguaje propio como disciplina a la hora de abordar el tema de las tecnologías de la comunicación. (p 13-14)
Muchas veces se pretende entender la libertad como un sinónimo de rompimiento de cadenas y anarquismo conductual, pero ¿y luego qué?. El conocimiento emancipado por otro lado no quiere decir renuncia a paradigmas, pero si referencia una manera de toma de decisiones en base a la crítica y sobre todo enfocándonos al rescate de nuestros conocimientos ancestrales, de nuestra cultura, nuestra herencia.
A fin de cuentas, en el ámbito de salud, Bolivia ha hecho gestiones para amparar la medicina alternativa como política de estado, al igual que otros países se encuentran en la gestión para reconocer conocimientos ancestrales para vincularlos a la oferta de salud y sobre todo prevención.
Sin embargo, (Nigenda, Orozco Núñez, Mora Flores, & Aldama López, 2001) nos indican que en América Latina y el Caribe, ésta gestión de reconocer las prácticas alternativas que se sustentan en medicina ancestral, se encuentra en múltiples etapas; siendo un imperante regular una práctica terapéutica de prestadores con bajos niveles de entrenamiento formal, con prácticas variadas y que sustentan su ejercicio en usos y costumbres que en las mayoría de las ocasiones son difíciles de ubicar dentro de los estándares de los sistemas de salud oficiales. Es decir una regulación del Estado por mecanismos específicos que velen por la calidad y validez, lo que si bien es cierto no es del todo emancipatorio, pero al menos permite reconocer esos conocimientos y permitir su supervivencia.
Tengamos presente que con un dolor de cabeza o estómago, seguimos la receta de siempre de la casa, una infusión de plantas medicinales, la aspirina vino de la experimentación con hierbas; todo vino gracias a la práctica empírica de innumerables años de intentar, probar, analizar, argumentar y continuar probando, ¿similar al conocimiento científico?
De igual forma, de manera local, hablando de Ecuador; se ha planteado el Plan Nacional del Buen Vivir (2013-2017) o de forma homónima conocida como el Sumak Kawsay. Que se estructura a manera de guía nacional con un conjunto de objetivos que rigen normativas para rescatar conocimientos, cosmovisiones y garantizar la integralidad de los saberes en el País.
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